Moyano volvió a atacar al Gobierno

El jefe de los camioneros insiste en denunciar la persecución oficial. Su hijo Pablo calificó de «traidores» a los gremios reacios a la movilización.

El jefe del sindicato de Camioneros, Hugo Moyano, subió ayer el voltaje de sus críticas hacia el resto de los sectores de la CGT que no acompañarán la marcha del 21 de febrero contra el gobierno, del que, dijo, está logrando una central obrera subordinada.

«Al gobierno le conviene una CGT subordinada, no dividida, y eso es lo que está logrando», remarcó Moyano en una conferencia de prensa en el predio de la AFA, que brindó junto al presidente de la entidad, Claudio Tapia, en ocasión de la visita de Victoria Lopyreva, la embajadora del Mundial de Rusia, que presentó la camiseta que usará la representación argentina en ese evento.

Pese a que el contacto con la prensa era por cuestiones futbolísticas a raíz del cargo que el camionero tiene en la AFA, Moyano fue consultado por su pugna con el gobierno de Mauricio Macri y la marcha que encabezará en la avenida 9 de Julio junto a las dos CTA y sectores del kirchnerismo y la izquierda el miércoles 21.

El camionero apuntó también contra el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, quien había manifestado que la marcha contra el gobierno fue una respuesta al avance de la Justicia contra el clan Moyano. «Dice (Dietrich) que yo no tengo que hacer una marcha, que tengo que presentarme a la Justicia. Es todo verso todo lo que está diciendo. Cuando la Justicia me reclame (si es que me imputan) voy a ir, porque nunca huí de la Justicia. ¿Ahora, a qué me voy a presentar si no estoy citado para nada en nada, en absolutamente nada? Todo lo que dicen estos ignorantes es porque están sumándose a este ataque que estamos recibiendo permanentemente del gobierno», consideró.

Moyano expresó su apoyo a los movimientos y acercamientos en el PJ para avanzar con la unidad y miró a Cristina Kirchner. «Todo lo que tenga que ver con la unidad (del peronismo) me parece importante. A mí me preguntaron (si se reuniría con Cristina a tomar un café) y dije que sí, claro que sí… siempre y cuando al café lo pague ella».

Por su parte, su hijo Pablo fue el más virulento para apuntar ayer contra sus colegas de la CGT que no movilizarán el 21, como los Gordos y los independientes, y especialmente cruzó a Rodolfo Daer (Alimentación), quien previamente había dicho que «el movimiento obrero no puede estar supeditado a los caprichos de un dirigente», en clara alusión a Moyano.

«Prefiero ser caprichoso y no traicionar al trabajador», disparó el hijo mayor de Hugo Moyano al revivir el histórico enfrentamiento interno con los dirigentes dialoguistas de la CGT, que había sido aplacado en los últimos años para lograr la unidad de la central obrera detrás del triunvirato y que hoy está al borde de la fractura.

Pablo Moyano sostuvo que Daer «siempre fue obediente a los gobierno de turno; es un gran aliado de los empresarios y del Ministerio de Trabajo y en los 90 entregó parte de las conquistas de los trabajadores».

«Primero con el gobierno de Menem permitió decenas de millares de despidos y cierres de fábricas, luego con el gobierno de Fernando de la Rúa dejó que se apruebe la ley Banelco de flexibilización laboral, con las coimas del Senado, para culminar con el gobierno de Duhalde y su enorme impacto devaluatorio al salario obrero», disparó.

Toman distancia

Además de las deserciones anunciadas por los grandes gremios que comandan gordos e independientes, se sumaron las de los influyentes sindicatos del transporte y también la del integrante del triunvirato y jefe de Estaciones de Servicios, Carlos Acuña.

Moyano sigue así perdiendo apoyos y ve reducido su capacidad de convocatoria para una marcha en la que pretendía mostrar su poder de fuego en las calles en momentos en que afronta varias causas judiciales que complican su situación.

El jefe del gremio de Gastronómicos, Luis Barrionuevo, sería el próximo pope sindical en despegarse de la movilización convocada por el líder camionero, según trascendió en ámbitos gremiales.

Si bien no hay confirmación oficial, ya que el dirigente aguardará para hacer pública la postura hasta el plenario del miércoles junto al resto de los gremios enrolados en lo que solía denominarse CGT Azul y Blanca, son cada vez más fuertes los indicios en ese sentido.

«Tenemos sectores políticos que se cuelgan a un reclamo de los trabajadores que no corresponde que se politice», explicó el barrionuevista Carlos Acuña en referencia a la concurrencia del kirchnerismo.

El pensamiento de Acuña sería ratificado en la reunión del miércoles que encabezará Barrionuevo, y que además de dirigentes gastronómicos sumará a representantes de Tabaco, Pintura, Vidrio y Carne, entre otros sindicatos.

Ayer, el Sindicato de Tintoreros, Sombrereros y Lavaderos, que encabeza Luis Pandolfi, le retiró su apoyo a Moyano. «La postura nuestra es no participar. Entendemos que lo mejor que se puede hacer es tener un camino de diálogo con el gobierno y solucionar los problemas de los trabajadores», señaló.

«No nos sentimos representados. Más allá de que bregamos por la unidad del movimiento obrero, creemos que debe haber una renovación en el seno de la CGT», consideró.

En la misma línea, José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) afirmó que la protesta de Moyano se reduce a «un conflicto sectorial».

Por su parte, Andrés Rodríguez (UPCN) justificó la postura de no sumarse a la protesta en el hecho de que «los trabajadores no lo piden».

En cambio, ya confirmaron su presencia la CTA de Hugo Yasky, la CTA de Pablo Micheli, los bancarios de Sergio Palazzo, otros gremios de la Corriente Federal de Trabajadores, los docentes bonaerenses liderados por Roberto Baradel y movimientos sociales como Barrios de Pie, CTEP y la CCC. También engrosarán la marcha las organizaciones de Unidad Ciudadana, incluida La Cámpora. (La Capital)