Crisis económica: El Gobierno brindará «salvavidas» a las pymes

Las obras de Participación Público Privada también están atadas a las normas de contrataciones del Estado, que ahora se rigen por el Compre Argentino. Todas los llamados a licitación tienen que pasar primero por Producción. Harán pesar ventajas del 7% para pymes y del 5% para las grandes.

El Gobierno ya tiene listas nuevas medidas para ayudar a las empresas industriales argentinas, sobre todo a las pequeñas y medianas. En el Ministerio de la Producción tienen preparado el listado de empresas locales interesadas en participar de las diferentes licitaciones que tiene que llevar a cabo el Estado nacional en los próximos meses. El Gobierno va a aplicar a rajatablas los términos de la ley de Compre Argentino, que determina que a igual calidad de oferta, el proveedor local va a tener una ventaja de precios del 7% para las pymes y del 5% para las grandes empresas frente a una empresa del exterior.

Pero para eso, en el Ministerio de la Producción dicen que están a las espera de que el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, avance con el Programa de Participación Público Privada (PPP). No importan tanto los seis corredores viales que ya se licitaron, sino la oferta para 685 kilometros de vías entre Bahía Blanca y Añelo, en Neuquén. En el caso de energía, están las obras de una decena de líneas de transmisión eléctrica de 3.000 kilómetros, con sus obras complementarias.

La traza a nivel nacional se tiene que llevar a cabo en tres etapas, en 33 meses. La primera de ella debería comenzar en el segundo trimestre de 2018. Se estiman que las obras costarán u$s2.500 millones. La mitad de eso es obra civil, que tiene un impacto directo en la actividad local y, de la otra mitad, un tercio se comprará localmente.

También esperan que en 2019 se ponga en marcha el sistema para compras de los ministerios de Seguridad, Defensa y de Salud. En las áreas hay cientos de empresas que pueden atender la demanda. En el caso del ministerio que conduce Oscar Aguad, interesa a los textiles, para proveer uniformes.

Pero además las empresas privadas que prestan servicios públicos en concesión están alcanzadas por la Ley de Compre. Uno de los ejemplos son las distribuidoras de energía eléctrica domiciliaria. No son dueñas de la red, sino administradoras por cuenta del Estado, de modo que sus actividades para la norma es como si la hiciera el sector público. Varias empresas han manifestado al Gobierno su desagrado.

Sucede que todos los alcanzados por la ley tienen que presentar previamente a la Secretaria de Industria (que es la autoridad de aplicación) las condiciones de las licitaciones. No puede haber nada en el texto de las mismas que implique que una empresa argentina quede desplazada por cuestiones técnicas o de logística. En rigor, estas empresas siempre estuvieron obligadas a anunciar sus licitaciones, porque la anterior versión de la ley de compre, que data del Gobierno de Fernando De la Rúa, las alcanzaba. Empresas pymes del sector eléctrico y electrónico denunciaron hace varios años que los llamados se cumplían «formalmente» pero que en rigor las empresas contrataban sin tener en cuenta los parámetros de la ley, y como la versión anterior no fijaba quién era la autoridad de aplicación, la cuestión de manejó en una especie de limbo jurídico. Otra firma de gran importancia va a ser YPF, que por ser firma con mayoría de capital estatal, tendría que presentar sus licitaciones a Industria.

La efectividad de las compras estatales para reanimar la escuálida actividad de las pymes industriales también es conocida por la gobernadora María Eugenia Vidal, que también trabaja en una norma que implique preferencias para las empresas radicadas en el territorio de la provincia de Buenos Aires en las licitaciones que se organicen en La Plata.

En Producción los funcionarios confían en que la actividad va recuperar su ritmo a partir del marzo del año próximo, pero reconocen que debido a propios errores de la gestión económica el período de recesión de prolongó más de lo esperado. Es en términos de algunos funcionarios «lo mas grave» del problema. El Banco Central todavía no muestra señales de que se produzca una baja fuerte de la tasa de interés. De modo que en Producción tienen que seguir «tirando sogas» a las empresas, como es el subsidio para que las empresas puedan descontar cheques a tasas del 29% en bancos oficiales. Porque la idea es que la Inversión Extranjera Directa (IED) se reactive. Es retornar a la idea original de Cambiemos, de que la inversión sea el motor de la economía y no el consumo.

Aún así, en el Gobierno reconocen que cuando cambie el ciclo económico varios sectores va a seguir mal. Los que van a salir más rápido son los vinculados a las economías regionales y el agro, como la maquinaria. Pero entienden que el consumo interno no será el factor más dinámico de la economía.

De tal modo, no es casual que el ministro de la Producción, Dante Sica, trate de convencer a los industriales locales de que comiencen a organizar sus negocios pensando en el mercado global. El plan Argentina Exporta, más que un programa es una organización de medidas y acciones que ya se estaban llevando a cabo. Porque en realidad se trata de una señal política, sobre todo a algunos sectores de la Unión Industrial Argentina (UIA), que ven a comercio exterior como una actividad remanente luego de abastecer el mercado interno. Si el consumo no va a ser el factor dinámico de la economía, es porque el Gobierno no piensa retrasar el tipo de cambio, para mantener bajos los costos laborales argentinos medidos en dólares. La devaluación del peso en ese rubro hizo un trabajo de licuación enorme. (Ámbito)