La coalición en colisión

El oficialismo lidia con sus desgastes lacerantes y se observa a un Presidente débil, en primer término, producto de un frente irresponsable que defiende sus acciones personales, no un proyecto.

La democracia argentina se encamina a cumplir cuarenta años ininterrumpidos. ¿Qué pasó para llegar hoy a esta situación en la que se la ve seriamente lesionada? Se observa a un Presidente débil, en primer término, producto de una coalición irresponsable que defiende sus acciones personales, no un proyecto (hoy) inexistente. En Argentina, al menos la del interior pujante, fabril, agropecuaria, ir contra el campo y no aliado a él es desconocer a los protagonistas -en su mayoría pymes agropecuarias- que “fabrican” los dólares que nos son escasos. Por ello la reacción de defensa del sector de parte de los gobernadores Omar Perotti y Juan Schiaretti.

La democracia debe innovarse permanentemente, de lo contrario la decadencia –en un mundo comunicado como el actual que siempre acecha- , aparece. Y mucho más cuando el país ha dejado de producir las defensas para evitarla. El resultado es el que vemos: 40% de personas empobrecidas, 70/80% de inflación anual proyectada a hoy. No por casualidad el campo en los últimos diez años ha dejado de sembrar. De cosechar 55 millones de toneladas, hoy estamos en 40 millones de toneladas. Si hacemos el cálculo de lo que hemos perdido por año, nos da que el Banco Central tendría otro haber en sus arcas. ¿Qué pasó? Sencillamente Argentina dejó de ser pensada por sus gobiernos. Hasta 1974 una oficina técnica de planeamiento con equipo (dio al menos un ministro de Economía: Juan Vital Sourrouille) analizaba y proyectaba políticas sector por sector. Eso nunca más sucedió. Y la política sustituyó pensamiento estratégico por marketing, encuestas y entretenimiento. Hoy se observa un desfile de dirigentes políticos en programas mediáticos banales, donde hay ausencia de ideas sustituidas por gritos. Decadencia.

Luego de conversar con actores principales de la política, esta cronista llegó a la conclusión de que la política ha decidido correrse de la situación social argentina. Veamos. El oficialismo lidia con sus desgastes lacerantes, situación en la que su coalición colisiona en tiempo real. Y nadie detiene ese choque y mucho menos los destrozos que la misma produce mientras avanza. Coalición que llegó al gobierno sin reglas, ni reparto de poder. Y sin un programa común consensuado.

Ante esto, Infobae consultó al diputado Mario Negri quien insiste que a Juntos por el Cambio no le va a pasar: “Todos dejarán impresa la huella de su dedo en el programa común que construiremos. Si no el abismo”. Esta cronista cree difícil su concreción. Son demasiadas las diferencias internas no sólo dentro de la coalición opositora, sino las que existen dentro de los partidos que la componen. Los halcones de ambas coaliciones con sus actitudes, buscan estrellar al país.

Días atrás, en un acto en el cordón bonaerense, se acercaron a Gerardo Morales dos históricos dirigentes radicales –ambos ex ministros del gobierno de Raúl Alfonsín- para solicitarle que el radicalismo empuje un acuerdo mínimo con el gobierno nacional, dentro de un marco institucional, acordando un par de leyes que sancione el Congreso, que le permita al mismo transcurrir con el mínimo daño posible el período que falta hasta las próximas elecciones. Morales primero pareció aceptar, luego se perdió en los planteos de los halcones de sus propio partido y el hostigamiento que por el tema Milagro Sala recibe donde se presenta.

En el juego de “todos pierden” hay algunos sectores -como los que acercaron una propuesta al presidente de la UCR- que buscan un gran acuerdo de gobernabilidad más que un frente electoral. Algunos de los escollos que encuentran para su armado es que protagonistas de un lado y del otro no quieren aún incomodar a Macri o Cristina Kirchner. Esto por distintas razones impide ofrecer una versión renovada de la política. El ex gobernador Juan Urtubey cree que la crisis y su agudización va a destrozar la polarización y el 2023 tendrá un parecido electoral al 2003.

Por su parte, la CGT, que también tiene sus halcones, ha logrado coincidir en los puntos centrales del documento que dará a conocer en la movilización a realizarse el próximo 17 de agosto. El secretario de prensa Jorge Sola le dijo a Infobae: “La CGT movilizará para que la política toda encuentre soluciones. Con las distintas responsabilidades es la política la que debe consensuar, dado que nos llevó a este lugar y de aquí nos tiene que sacar. También va para Macri, Bullrich, a quienes les pedimos que no intenten aprovecharse del momento. Necesitamos un camino de diálogo. Los convocamos a que eviten profundizar este momento. Hace rato que la política dialoga consigo misma, habla sólo de sus propios intereses. Y esto llevó a un descreimiento de la sociedad para con ella”. La marcha saldrá desde el Obelisco hasta el Congreso nacional.

La política argentina debe llegar a acuerdos insatisfactorios, pero acuerdos políticos. Si esto se producen, la política toda logrará alinear a los sectores díscolos. Pero hay una ley física que demuestra que los espacios vacíos son ocupados. Lo peor que podría posibilitar la política argentina es que su vacío lo ocupen los Grabois y los Rico.

avatar

María Herminia Grande

Periodista. Analista política