Sin partidos políticos fuertes, las coaliciones no sirven

Se desvirtúan los acuerdos –cuando los hay- y la intransigencia es el método preferido.

Hacia dónde va la democracia, es un tema central. Pero la política no se detiene a entender, sino a juzgar. Así avanzan aquí y en el mundo, regímenes autocráticos – la internacional reaccionaria- . Vemos cómo en esta Latinoamérica los presidentes, asediados por Legislativos que juzgan sus conductas – sobre todo sus corrupciones-, disuelven sus parlamentos o lo intentan.

La política no se detiene a analizar las deudas que la democracia acumula. En Argentina son 18 millones de pobres, que entre otras cosas, son generados y engrosados por la inflación. Lo más grave es que la propia política desvaloriza su razón de ser central, su valor agregado en democracia. Se desvirtúan los acuerdos –cuando los hay- y la intransigencia es el método preferido.

Le contaba a Infobae el ex ministro Jorge Remes Lenicov de qué manera la oposición en el 2002 aceptó el camino para salir de la convertibilidad: “me llamó el Dr. Duhalde, junto a él estaban el Dr. Raúl Alfonsín y el Dr. Sourrouille. Me dijo: explicale lo que vas a hacer. Se los conté. Duhalde les preguntó si estaban de acuerdo. El ex presidente Alfonsín dijo que sí. Y con un apretón de manos se selló el acuerdo”.

Sucede que en la crisis 2001-2002 había liderazgos políticos, CGT gravitante, un proyecto no improvisado y la gran ausente fue la grieta.

A 20 años de lo que representó una oportunidad para Argentina, cuyo esfuerzo ciudadano se extravió en el camino, transitamos los viejos problemas agravados por nuevos yerros. Y lo que resulta más increíble, es la falta de reacción y la obcecación en entalonarse en la grieta, cual salvavidas del naufragio. No entendiendo que sin diálogos y acuerdo, naufragaremos irremediablemente

Un capítulo importante de analizar son las coaliciones y su funcionamiento. Hasta aquí podemos concluir que, no funcionan sin partidos políticos fuertes que las respalden. Y sin un proyecto político que las vigorice.

También debiéramos concluir que las elecciones con candidatos a medida –a dedo- sólo terminan en frustración. Cristina de Kirchner eligió un 18 de mayo, hace cuatro años, a Alberto Fernández por sus individualidades. Cuando eso dejó de ser una virtud, intentó formatearlo de acuerdo al molde de arcilla de sus semejanzas. Todo implosionó. Cristina de Kirchner es única. Mauricio Macri es único. No pueden hacer del otro su yo. Y mucho menos, un Presidente o Presidenta de la Nación. Termina mal.

Abel Posse, pensador imprescindible que partió hace pocos días, creía obligatorio para este momento “acercar ideas ante el silencio político y la realidad de creciente disolución nacional”. También llamó a la reflexión a los hombres y mujeres de la cultura, subrayando el “preocupante silencio cultural”. Esto se lo manifestó a su amigo Pedro Luis Barcia. Esta cronista cree que la decadencia es contagiosa, fundamentalmente cuando el excesivo ruido tapiala la palabra.

Esta semana Cristina de Kirchner decidió hacer explícito su no predisposición a competir en las próximas elecciones. Esta cronista ha escrito varias veces y argumentado que esto iba a suceder. Finalmente ni el actual Presidente, ni los dos ex Presidentes competirán. Carlos Fara lo resumió así: “los dos. -CFK y Macri- tienen balances negativos de gestión, no pueden generar una candidatura competitiva”.

Raúl Timerman aportó otra mirada sobre el oficialismo: “El FdT no tiene candidatos a Presidente. Y en el Congreso del PJ la pulseada la ganaron los gobernadores peronistas por eso, lo presidió Gildo Insfrán. Dicen (los gobernadores) : “hasta ahora somos nosotros quienes ganamos las elecciones”.

Con respecto a un candidato único del FdT para las PASO (para lo que trabaja Massa), parece una irrealidad. No sólo Scioli sigue con intenciones de revancha. Wado de Pedro, quien cerró anoche el congreso del gremio de gastronómicos conducido por Luis Barrionuevo, sigue analizando las pintadas y las expresiones de algunos intendentes y gobernadores. Y la semana próxima anunciará su candidatura el actual jefe de gabinete Agustín Rossi.

En la coalición opositora asoma sin disimulo la gran interna del PRO entre Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, con mucha presión entre ambos y la influencia de Macri, a como dé lugar, para imponer a Bullrich, quien ha sondeado al ex senador Ernesto Sanz para que la acompañe en la fórmula. Si bien se desmiente, incluido por el propio protagonista, sabemos que la propuesta existió.

El radicalismo luego de la muy buena elección de Gerardo Morales en Jujuy, renovará aires en el encuentro doctrinario que se va a realizar en Córdoba, de donde saldrán propuestas.

Esta semana se conoció la fórmula presidencial Milei-Villarruel. Ambos defienden sus propuestas en modo panelistas.

Lo único cierto a hoy es que ambas coaliciones seguirán junto a quienes las integran hasta el 10 de diciembre. Sin amor. Sin proyecto. Con muchos recelos. Y fundamentalmente, sin entender que la política no debe confundirse con opinión pública y encuestas; debe ser producto de acuerdos y proyectos, proyectos y acuerdos.

Política en Santa Fe

Dos fueron las sorpresas principales al cierre de listas de la bota. El enroque del Socialismo (gobernador y primer diputado nacional), y su fractura, como alcanzamos a escribir la semana pasada. Y la resucitación de un proyecto del oficialismo que estaba sepultado. El gobernador Omar Perotti había decidido que su candidato a sucederlo era Roberto Mirabella “porque es quien más vocación demuestra”. Hasta las 21 hrs del pasado viernes, los interlocutores entre el senador nacional Marcelo Lewandowski y el gobernador no funcionaban. Ante esto Lewandowski le dijo a un hombre con espertiz política “me vuelvo a Rosario”. El interlocutor interrogó a Perotti: “se vuelve, ¿lo vas a dejar ir?”. En su despacho tenía un sinfín de encuestas en las cuales Lewandoswki triplicaba en intención de votos a todo candidato, no sólo del oficialismo. La respuesta fue “decile que venga”. Conversaron a solas. A las 22.30 el senador nacional era el candidato del consenso.

El gobernador siente que Rosario es un flagelo y que le es adversa en votos. Y Lewandowski mide muy bien en la ciudad. A tal punto que hubiera probablemente, ganado la intendencia. Sobre este punto le dijo a Infobae: “sé que Rosario necesita de las herramientas de la provincia, las que ya están y las que agregaremos. Rescataré lo hecho y corregiré lo que no funcionó. Valoro la actitud de Roberto Mirabella y me agradaría que me acompañe. Mi candidato a senador por Rosario es Lisandro Cavatora”.

Por su parte, el diputado Mirabella dice que acompaña la candidatura de Lewandowski, que la apoya y subraya: “los logros individuales son parte de los honores de un equipo. Para mi está primero el proyecto político que construimos con Omar Perotti”.

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María Herminia Grande

Periodista. Analista política