Reforma Constitucional en campaña

Enmarcada en la campaña política rumbo a las elecciones legislativas nacionales del 26 de octubre, azuzada por los recientes escándalos nacionales, esta semana comenzará la etapa definitoria de la reforma de la Constitución de Santa Fe, con los tratamientos en el recinto de los dictámenes que elaborará la Comisión Redactora.

“La Reforma Constitucional avanza con diálogo y consenso”, avisó el Ministro de Gobierno, Convencional Reformador y alfil del Gobernador Pullaro en el palacio legislativo (donde se lleva a cabo la reforma de la Constitución) Fabián Bastía. Momentos antes Felipe Michlig, presidente de la Convención y custodio del proceso en nombre de Unidos, había definido el transcurso llevado a cabo hasta ahora como “intenso, plural” y “de escucha a todos los sectores, inclusive a los particulares y organizaciones que fueron también parte distintiva de este debate reformista”. Bastía quiere una nueva Constitución “sin privilegios, moderna y que refleje los valores de los Santafesinos”.

Pero no es así como lo interpreta la oposición más encarnizada, más bien todo lo contrario. Desde el primer día denunciaron el avasallamiento de las mayorías del oficialismo, no solo en el pleno, sino en las comisiones para imponer sus criterios. Lucila Lehmann (Somos Vida y Libertad) acusó por ejemplo al gobierno de proponer un Consejo de la Magistratura dentro del Poder Ejecutivo para conseguir el “control político sobre la Justicia”.Nada comparado con el tono de campaña utilizado por el “joven maravilla” Juan Monteverde, quien percibió que podía transformar la reforma en un escenario mediático inmejorable para ser usado en beneficio propio; a tal punto que durante el transcurso de la misma consiguió que su esposa Caren Tepp encabece la lista del peronismo -que le entregó el Partido llave en mano- a Diputados nacionales. Tan grande es la ambición política de Monteverde (en principio ser candidato a intendente de Rosario y quizás su esposa a gobernadora en el 2027) que en un acto de torpe osadía, el día inaugural de la Convención le propuso canjear ¡justo a Pullaro!, la reelección por su mandato en una Rosario emancipada del resto de la Provincia; la quimera del “yo gobierno Rosario y vos el resto de la Provincia”.No dejan de tener razón los voceros socialistas de Unidos Pablo Farías y Joaquín Blanco cuando le refriegan en la cara a la oposición que era mentira aquella fantasía de “tener una constitución redactada”. En verdad cada Partido tenía su propia reforma escrita; la diferencia es que dentro de Unidos los proyectos radicales y socialistas tuvieron ásperos debates intestinos (¿qué incluyeron también la conformación de la lista a Diputados nacionales?) para llegar a los dictámenes unificados finales. Entre oficialistas y opositores, en las cinco comisiones temáticas se presentaron 106 despachos.Cuando a partir de esta semana el pleno de la Convención comience a debatir en el recinto los dictámenes que emanen de la Comisión Redactora, parte del peronismo mayoritario de Mas para Santa Fe y el resto de los bloques opositores (algunos quizás con matices, otros como LLA muy confrontativos) alzarán su voz que quedará en la historia, plagada de reproches, acusaciones más o menos fundadas técnicamente, y porque no chicanas políticas transformadas en discursos de campaña. Quedará desde esta semana el 37% de la Convención para que sus 69 protagonistas le muestren a la apática ciudadanía santafesina (¿en qué lugar del mundo la población estuvo atenta a una reforma constitucional como si fuera un mundial de fútbol?) que el 12 de setiembre alumbrarán para los ciudadanos actuales y las futuras generaciones que vivan en esta Provincia, una hoja de ruta institucional que los ampare en sus derechos, garantías y obligaciones para desarrollarse como ciudadanos libres en un mundo que se transforma a un ritmo cada vez más rápido, impulsado por avances tecnológicos exponenciales que generan cambios en la comunicación, emanados de la velocidad con que se desarrollan y difunden las ideas, generando beneficios y desafíos impensados hasta el momento.

El último bastión

“Si llegare a ser verdad lo que se dice de las coimas que habría recibido la hermana del Presidente, me voy del país”, se le escuchó decir a un joven jefe de compras de una importante – y muy próspera- empresa del interior de la Provincia, con lo cual se desprende que su dilema no es económico, sino que votó a Javier Milei para que dé la “batalla cultural” contra la corrupción.En el gobierno nacional están persuadidos de que el “Caso Spagnuolo” es una operación de campaña del kirchnerismo, desesperado para que Milei el 26 de octubre Milei no les clave “el último clavo al cajón” (político). Pero deberán demostrarlo. Hasta hoy el kirchernismo logró implantar en la conciencia colectiva la semilla de la duda.

Maximiliano Pullaro aprovechó el atril del 141 aniversario de la Bolsa de Comercio de Rosario para pedirle al Presidente, que lo sucedería en el discurso, que se necesitan en el Congreso “más votos y menos vetos”; una clara metáfora de que los diputados que el 10 de diciembre ingresen por Provincias Unidas (al menos de Santa Fe) no irán al Congreso para ponerle palos en la rueda robusteciendo al kirchnerismo, sino para apoyarlo defendiendo a su vez los legítimos intereses de la Provincia que gobierna. Pero necesita señales. Que hoy el gobierno no le está dando.

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