La gerencia de Esperanto sostiene que cumplió todos los pasos que requiere el permiso para su instalación

El gerenciador del boliche, Hernán Capucci, sostuvo en Radio 2 que la empresa cumplió todos los pasos que requiere la ordenanza y que no hay motivo para que se le niegue el permiso. Sostuvo que el emprendimiento le dará seguridad y no molestará al barrio. Se despegó de las acusaciones del abogado Varela contra el concejal López Molina.

El empresario que proyecta traer Esperanto a Rosario, Hernán Capucci, se mostró confiado en que logrará la habilitación para instalarse en Presidente Roca y Zeballos a partir de los “derechos adquiridos” que considera tener por haber cumplimentado, según él, todos los pasos contemplados en la ordenanza, pero admitió que tiene un plan B para el caso de que se complique el permiso.

Además, en diálogo con el programa A diario de Radio 2, se despegó de las acusaciones por soborno contra el concejal Roy López Molina que formuló el abogado de la firma, Carlos Varela, quien aún no presentó la denuncia: “El abogado actuó por sí”.

Capucci dijo que la habilitación es cuestión de tiempo: “Estamos esperando que estudien la carpeta que el Ejecutivo envió al Concejo. Creemos que está todo en condiciones, cumplimentamos todos los trámites en tiempo y forma. Resta esperar que se resuelva”.

El empresario aseguró que el boliche, destinado a un público mayor de 30 años y ABC1, no sólo no los va a molestar, sino que además va a dar mayor e iluminación y seguridad al barrio.

Sobre el tema ruidos, sostuvo que se trabajó muy fuerte en la insonorización, entre otras cosas porque el grupo empresario proyecto también construir un hotel boutique que en parte estará sobre la discoteca, algo “imposible si no se trata la cuestión de la acústica como corresponde”.

Además, dijo que ni cuidacoches va a haber en la calle, pues se va a pedir “un permiso especial” para que los cuidadores de los autos también sean del boliche.

También aclaró que el local va a ser para 700 personas, no para 1.200 como se había dicho, y que “no se van a permitir desmanes no en la puerta ni en los alrededores”. Y hasta prometió que se va a realizar luego de cada noche una “limpieza integral” de los alrededores.

Otra cosa que se preocupó por aclarar es que no es lo mismo que La Rosa. “Nosotros somos una confitería bailable de primer nivel”, enfatizó.

Otro aspecto por el cual Capucci defendió el emprendimiento es por las fuentes de trabajo que se van a crear: 110 del boliche y 30 más del hotel, dijo.

En cuanto al avance de las obras, dijo que hasta ahora sólo se hizo la parte externa y que para el resto se va a esperar el permiso.

Consultado sobre si baraja una alternativa de radicación para el caso de que se rechace el pedido para Roca y Zeballos, insistió en que tiene “derechos adquiridos”, pero al mismo tiempo admitió: “El Plan B siempre existe”. (Rosario 3)