Vuelve la polémica: Esperanto ahora quiere abrir como bar y restaurante con show

El pedido de habilitación ya está hecho. Además funcionaría un restaurante. Este rubro no tiene obligación de contar con la opinión de los vecinos como ocurrió con el boliche.

Tras la intensa polémica que finalizó con la negativa a que el pretendido boliche Esperanto abriera en Rosario, la controversia vuelve a instalarse. Ahora, en el mismo local de Presidente Roca y Zeballos se busca establecer un bar y restaurante con amenización musical y show. «La presentación oficial ya está hecha desde hace aproximadamente un mes», confirmó el subdirector de Habilitación, Adrián Celiz. De este modo, para funcionar, el inmueble no requerirá la aceptación o no de los vecinos a través de un registro de oposición. El único impedimento normativo podría ser el geriátrico ubicado a la vuelta, pero, según la Intendencia, no evitaría la apertura del nuevo ámbito de esparcimiento nocturno.

Según la ordenanza correspondiente, para abrir un bar con espectáculos de este tipo, no debería haber «a 100 metros por recorrido peatonal de eje divisorio a eje divisorio» un centro asistencial con internación o alguna sala velatoria».

Para el municipio, el hogar de ancianos Casablanca (Paraguay 1452) es considerado como lugar de alojamiento y de residencia, algo que no está contemplado en la reglamentación como obstáculo. Es más, «hay muchos locales funcionando con música cerca de geriátricos y esos antecedentes marcan que no hubo incompatibilidad alguna», sostuvo una fuente del Palacio de los Leones.

El desembarco de Esperanto en el centro de la ciudad comenzó a materializarse en febrero y siempre estuvo atravesado por la controversia. Se anunció como una réplica de los dos boliches de Buenos Aires y Mar del Plata conocidos por su vínculo con la farándula porteña. Luego, el concejal del PRO, Rodrigo López Molina, fustigó la localización elegida y, paralelamente, empezaron las férreas oposiciones de los vecinos de la zona orientadas básicamente al movimiento de autos y de gente en las inmediaciones los fines de semanas.

Se abrió un registro de oposición en pleno verano donde los vecinos no consiguieron las firmas necesarias, pero denunciaron que el procedimiento no llegó a todos los involucrados. Luego, lograron la reapertura del listado y, el pasado 17 de mayo, se supo oficialmente que Esperanto no obtuvo el okey para ser habilitado como boliche.

Ahora, se solicitó el funcionamiento como bar con show. «En esta instancia, si los requerimientos municipales se cumplen (ver aparte), una vez obtenido el visto bueno, el inmueble podría empezar a funcionar en menos de un mes», dijeron portavoces del municipio. Para que eso ocurra, las refacciones del local deberían estar concluidas y con el final de obra firmado.

Para habilitarlo como espacio con amenización musical, se deben tener en cuenta algunas claves, como la distribución de mesas y sillas y que no cuente con pista de baile, aunque sí con escenario. Por otro lado, es obligatorio que tenga camarín para los artistas. (La Capital)