Arsenal fue práctico y dejó a Newell’s con las manos vacías

Con dos goles de Benedetto en el primer tiempo, el elenco de Alfaro se impuso a la Lepra por 2 a 0 y lo privó de llegar nuevamente a la cima. Los del Parque crearon muchas ocasiones, pegaron dos tiros en los palos e hicieron figura a Campestrini, pero no lograron convertir. Ahora, lidera Lanús el torneo Final.

Práctico y letal. Este bien podría ser el título de la película que protagonizó este lunes por la noche Arsenal de Sarandí y que tuvo como actor principal a Darío Benedetto, el autor de los dos goles con los que el elenco de Alfaro se impuso por 2 a 0 a un Newell’s que mereció mejor suerte y al que privó de llegar nuevamente a la cima.

El inicio de partido mostró a un Arsenal sorpresivamente adelantado y con manejo del balón en el mediocampo. Pero curiosamente, ese dominio duró hasta los 6 minutos de juego: cuando Darío Benedetto sacó el primer de los varios misiles que traía en la mochila. Con el 1 a 0, inmediatamente el local le cedió el balón a la Lepra, que comenzaría a dominarlo hasta el final. Sin dominar el marcador, claro.

Porque la que tuvo el rojinegro a los 14 minutos a través de Maxi Rodríguez pegó en el travesaño. Y dos minutos después, otra vez Benedetto le rompió el arco a Guzmán. El 2 a 0 era un castigo excesivo para la escuadra de Martino, que hasta el final del primer tiempo acumuló méritos como para, mínimamente, descontar.

Se sucedieron así la jugada colectiva que Campestrini le tapó a Maxi, el atajadón del arquero a Scocco en el área chica y el remate en el travesaño de Bernardi como las ocasiones más importantes para los del Parque. Todos con el mismo final: la pelota fuera del arco de los de Sarandí.

En el complemento, la tendencia de manejo de las acciones por parte de Newell’s se acentuó con el retroceso de las líneas de los de Alfaro, que se plantaron de contra. Pero la Lepra, pese a acercarse a la valla adversaria, no tuvo la lucidez del primer tiempo. Y su circulación de balón se fue diluyendo a las puertas del área del Arse, que lo esperó y le fue cerrando todos los caminos. Así, hasta con impotencia por la impericia, llegó el final.

Párrafo aparte para la impresentable reacción del árbitro Pompei en la expulsión de Martino, a los 37 minutos del segundo tiempo. El juez se aproximó a la posición del Tata y lo empujó, en una actitud condenatoria para el encargado de impartir justicia y de que reine la paz y la tranquilidad.

Newell’s, pese a la derrota que le impide llegar a la cima de nuevo, sigue en carrera. Está a solo un punto de distancia del líder Lanús con siete fechas por jugar. Y sigue su camino en la Libertadores. Es apenas un tropiezo, que tiene visos de injusticia por todo lo que el equipo de Martino generó. Pero, se sabe, en fútbol no cotizan los merecimientos.

(Rosario3)