Refugiados sirios esperan con desesperación la caída de Assad

En el valle de Bekaa, en el Líbano, más precisamente en la frontera este con Siria, residencia de la mayor cantidad de refugiados por Km2 a nivel mundial, esperan –desde 1980-, con desesperación, la caída definitiva del actual gobierno para que se ponga fin a la violencia en territorio sirio.

Paralelamente con ello, un número cercano al millón y medio de refugiados despotrican contra las Naciones Unidas, en razón que les prometieron hacerse cargo de la crisis y terminaron sus funcionarios “borrándose”, al igual que las ONGs.

A todo esto, el presidente ruso (Putín) sigue bombardeando sistemáticamente y los damnificados no quieren volver a Siria porque entienden que si tomaran esa decisión, serían pasados por las armas.

En definitiva, los seguidores del presidente Bashar al Assad siguen controlando ciudades como Damasco, Homs y sectores de Aleppo con la ayuda de aviones de combate rusos y efectivos militares iraníes.

En tanto, efectivos del ISIS, recostados sobre el río Éufrates y en territorios de Siria central, tienen control, aunque, vale recalcarlo, vienen perdiendo terrenos día a día a manos de grupos rebeldes, apoyados por Occidente y hasta por islamistas del Frente al Nusra.

En la frontera turca

Fuerzas armadas kurdas, hora tras hora, están tomando bajo su órbita espacios físicos que forman parte del límite con la frontera con Turquía, a la vez que apoyan a las fuerzas armadas norteamericanas en su lucha contra el ISIS.

Estados Unidos encabeza la lucha contra el ISIS, apoyado por una coalición internacional en la que se destacan Francia e Inglaterra.

Arabia Saudita y Turquía apuntalan a las fuerzas rebeldes y esperan, al igual que os refugiados, que caiga el régimen de Assad. Mientras tanto, Irán, otro de los componentes del esquema bélico que nos ocupa, avala la gestión Assad mientras no niega ser enemigo declarado de Arabia Saudita.

En síntesis, un más que complejo panorama que impide terminar definitivamente con la guerra.

Algunos datos para considerar

Se ha profundizado el aporte estadounidense, nacido en setiembre de 2014, en lo relativo al lanzamiento de ataques con drones en Irak mientras entrenan a los kurdos y a fuerzas de seguridad de Irak, país que la banda integrista del ISIS ocupó en ese año hasta un porcentaje de un tercio. Los drones norteamericanos también rastrean Siria con el aval del régimen de Damasco.

De manera lenta, pero sin detenerse, el EI retrocede y pierde militarmente ciudades que formaron parte de su “Estado” donde dejó una estela de muerte que es calificada como un “genocidio en poblaciones cristianas y de componentes de otras minorías religiosas que se negaron a convertirse al Islam, en su defecto pagar un tributo para que se los considere ciudadanos de segunda.

Analistas europeos, con experiencia en conflictos bélicos desarrollados en Europa, consideran a los componentes del EI como “jóvenes de clase media europea que dejan sus vidas cómodas y seguras para ir a pelear. En general son hijos de la democracia de posguerra, educados en la tolerancia que van a asesinar a infieles en nombre de Alá”.

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Ricardo Marconi

Licenciado en Periodismo. Posgrado en Comunicación Política. rimar9900@hotmail.com