Advierten que la suba de precios cambió los hábitos de compra

La caída de poder adquisitivo parece modificar el hábito de compra en el seno de las familias y consumidores rosarinos. Según fuentes consultadas, la merma general en las ventas se siente con menos fuerza en los supermercados mayoristas y los almacenes de proximidad. Mientras que, en el otro vértice, los más afectados son los supermercados. Los datos también ratifican que crece la elección de segundas marcas.

Un reciente sondeo realizado por la consultora Instituto de Estudios de Consumo Masivo (Indecom) durante el primer trimestre del año (la comparación es con 2016) asegura que hay una importante modificación en las conductas de los consumidores, quienes han comenzado a optar con más asiduidad por las bocas de proximidad y las superficies mayoristas. El trabajo también marca un fuerte crecimiento en la elección de segundas marcas y en las compras por reposición. Es decir, día a día.

Miguel Calvete, presidente del organismo y asesor legal de los almaceneros chinos en Rosario, detalló que el informe se produjo entre el 10 de enero y el 31 de marzo en un total de 723 comercios. El trabajo tuvo a Rosario como uno de sus epicentros, aunque también se relevaron los supermercados, pequeños autoservicios y las principales superficies mayoristas de la ciudad de Buenos Aires, Gran Buenos Aires (GBA), Córdoba, Mar del Plata, Salta, Mendoza, San Juan y Neuquén.

PARA ABAJO

La investigación destaca en primer término que la pronunciada caída del consumo general continúa; la merma acumulada en el primer trimestre de este año ya se ubica en el 2,9%.

En ese marco, el estudio reflejó que “hay mucha gente que está optando más por los canales mayoristas”, y agregó que además se esta dando un fuerte crecimiento de segundas marcas en distintas categorías de productos, como artículos de limpieza, tocador, cervezas, condimentos, barras de cereales, harinas, detergentes y jabones para lavar la ropa.

A su vez, en otros rubros como puré y salsas de tomate, conservas, pastas frescas y aceites, las ventas (más allá de que en general bajaron) crecieron entre el 4 y el 13,4 por ciento en los canales mayoristas, mientras decrecieron en porcentajes similares en los grandes supermercados.

En tanto, el trabajo muestra que en el otro extremo también hay una importante transferencia de ventas hacia los autoservicios y almacenes de proximidad. Calvete explicó que en este caso el fenómeno se da porque en los sectores más bajos las compras de productos no perecederos se hacen más por reposición y no por stock. “Eso se debe, en primer término, a que la gente está tendiendo a comprar sólo para reponer lo que le falta en la alacena, y, en segundo lugar, por otros factores como lo son la falta de tiempo, la comodidad por cercanía, los precios más bajos y la mayor oferta de productos de segundas y terceras marcas” que se ofrecen en los almacenes.

Además, el especialista dijo que “este cambio de conducta es mucho más acentuado en Rosario y en el conurbano bonaerense que en aquellos locales ubicados en Capital Federal, donde el poder adquisitivo es mayor”.

Por su parte, el informe también señaló que en GBA el consumo cayó 2,7% más que en Capital Federal, donde se ubicó en el 1,3%, mientras que la mayor caída se dio en el interior, donde trepó al 3,1 por ciento.

LOS CHICOS

En tanto, Juan Milito, el titular del Centro Unión Almaceneros de Rosario, sostuvo que los autoservicios y pequeños locales barriales se están viendo un poco menos afectados por la merma general porque “los consumidores analizan cada vez más su compra”.

“Hoy la gente pregunta y mira mucho los precios antes de definir. Por eso lo que menos cae es la venta de fideos, arroz y productos con harina. Hay un sector (el más bajo) que sólo puede comprar todos los días lo que va consumiendo. Muchos no tienen la posibilidad de desembolsar montos muy altos en grandes compras”, agregó.

En Rosario los únicos supermercados mayoristas son Parodi y Micropack (que tiene tres locales). En tanto, bajo la definición de supermercado ingresarían Coto, La Gallega, Jumbo, Carrefour y Libertad. Estos son hoy los que más sienten la crisis del consumo.

“Lo que también sucede es que estos supermercados vienen subiendo mucho sus precios. Por ejemplo, hoy te encontrás con que muchos almacenes tienen vinos un 20 o 25 por ciento más baratos que el súper. Y hay gente que se está dando cuenta de eso. Hay que destacar que los alimentos, bebidas y elementos de limpieza subieron en algunos casos hasta un 45% el año pasado”, explicó Milito.

El dirigente agregó que los mayoristas también vienen ajustando sus precios, pero a un ritmo menor ya que –mencionó- “tienen otro margen de comercialización”.

EN UNA DIRECTA RELACIÓN

Miguel Calvete señaló que se está dando una equivalencia entre los productos que más incrementaron sus precios y los que menos se venden, porque la gente está comprando mucho menos aquellos artículos que más han aumentado.

En ese sentido, afirmó que “los consumidores optan por comprar alrededor de un 26% menos aquellos artículos que subieron más del 40% (vinos finos y comunes, aceites, manteca, crema de leche)” y cayó alrededor de un 12% la venta de los que subieron menos de un 20% (enlatados, pastas, yerba, carne, fideos secos, artículos de higiene para el bebe e infusiones). “Es decir, se venden alrededor de un 14% más los productos en los que menos se sintió la inflación del último año”, dijo.

POSITIVO

El titular de Idecom consideró como algo muy positivo el cambio en los hábitos de los consumidores, que han comenzado a mostrar una conducta de sustitución de productos y puntos de venta, porque eso “permite el posicionamiento de nuevas empresas y favorece la competencia”.