Rosúa y Giménez: «Las obras en los barrios no deben ser la variable de ajuste»

Tras conocer el anuncio del Secretario de Gobierno, Gustavo Leone, acerca de la decisión de la Municipalidad de destinar 60 millones de la partida general de Obras Públicas para evitar el aumento del boleto del Transporte Urbano de Pasajeros, los concejales Martín Rosúa y Lorena Giménez, manifestaron su postura contraria acerca de esta decisión. Los concejales se oponen a esta iniciativa del Ejecutivo, ya que utilizar esta partida significa seguir postergando las obras de infraestructura básicas y necesarias para los barrios. Además, se sigue perjudicando a los sectores más necesitados de nuestra ciudad. “Sólo se genera un parche en el problema del costo del boleto del TUP, y siguen sin proponer las alternativas de financiación necesarias para engrosar el Fondo Compensador del Transporte. Una mala decisión por donde se la mire”.

Los ediles solicitaron al Ejecutivo un pedido de informe para que se detalle cuál es el monto específico que se pretende desviar de Obra Pública tan necesaria, hacia el Fondo Compensador de Transporte. También, qué partidas serán las afectadas, qué obras de la ciudad se verán interrumpidas y demoradas por la falta de recursos que provocaría este desvío de fondos. «Desde todos los sectores se habla de que conviven en el mismo lugar dos ciudades diferentes, una en crecimiento, integrada y desarrollada y otra Rosario postergada, marginada, privada de las obras básicas para que sus habitantes tengan un nivel de vida digno. Esto también significa reordenar prioridades y para nosotros el plan de obras para los barrios periféricos de la ciudad debe ser absolutamente intocable. Nunca puede ser esta una variable de ajuste para resolver problemas financieros que genera el déficit de la propia administración del municipio”, señalaron los concejales.

Considerando el costo actual de una obra de pavimentación definitiva, con los 57 millones de pesos que el Fondo Municipal de Obras Públicas tiene destinado para el 2017, se podía realizar alrededor de 20 cuadras de pavimento definitivo. Tanto Martín Rosúa, como Lorena Giménez consideran que, pese a que esto no soluciona definitivamente el problema de la falta de infraestructura en los barrios, si esta acción se hiciera todos los años en lugar de subejecutar la partida de Obras Públicas, con el tiempo se podría dar una solución definitiva a los constantes pedidos que tienen los ciudadanos o achicaría la brecha existente entre los barrios y el centro de la ciudad. Tema que para los ediles debería ser una verdadera Política de Estado compartida por todos los sectores.

Los concejales argumentaron que el Transporte Público de Pasajeros es el medio de movilidad que más utilizan los trabajadores y estudiantes. Por ello, el aumento de la tarifa del boleto tampoco puede ser una alternativa para paliar el déficit existente entre el costo del sistema y el monto que abonan los usuarios. «Si existe la necesidad de adoptar recursos, que los mismos sean provenientes de otros gastos que muchas veces se utilizan innecesariamente o sin visión estratégica y no precisamente de aquellos destinados a obras públicas que son los que permiten equiparar el nivel de vida de los barrios más postergados de la ciudad», afirmaron los ediles.

Por último, los concejales Martín Rosúa y Lorena Giménez, aseveraron: “este anuncio responde a una decisión política demagógica para evitar el costo político de un aumento del TUP en pleno proceso electoral y que, por una decisión CORTOPLAZISTA de este tipo, la Municipalidad no puede restarle a los ciudadanos la calidad de vida que la realización de obras le debe otorgar”.