En un clima tenso, el macrismo busca avanzar con los cambios para el sector pasivo

El interbloque oficialista de la Cámara de Diputados buscará convertir en ley el proyecto de reforma previsional con el apoyo de algunos legisladores que responden a gobernadores provinciales, y en el marco de un tenso clima por la convocatoria a marchas y paro de centrales sindicales.

Tras haber conseguido el dictamen de comisión correspondiente, desde Cambiemos confían en reunir cerca de 130 votos para imponerse a quienes anticiparon su rechazo al texto del Poder Ejecutivo, unos 110 diputados.

En medio, permanecen oscilantes o indefenidos unos 15 diputados, que no ven con agrado la reforma, pero que con sus abstenciones o ausencias pueden terminar jugando a favor del proyecto del Gobierno.

Para apuntalar la ofensiva oficialista de llevar el debate a la sesión especial, convocada para las 14, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, confió en que el proyecto sea ley, al considerar que Cambiemos va a «conseguir los votos necesarios» para su sanción y aclarar que «no es cierto que se vayan a reducir las jubilaciones».

Insistió en que «los jubilados van a ganar más el año que viene» y que «van a estar por encima del 5 por ciento que se estima de inflación» para el 2018. El jefe de Gabinete dijo: «No es cierto que se esté reduciendo las jubilaciones y es muy importante aclarar eso».

Desde el interbloque que preside el radical Mario Negri apuraron el tratamiento del proyecto, que originalmente se iba a debatir el martes próximo, ante las señales enviadas por el bloque Justicialista (BJ), planteando dudas sobre la reforma.

El BJ está dividido entre 12 diputados que responden a gobernadores opositores y que firmaron el pacto con el Gobierno que derivo en la elaboración de las leyes en debate, y 7 cuyos espacios provinciales no tienen responsabilidad ejecutiva por ser opositores en sus distritos.

El BJ, comandado por el salteño Pablo Kosiner, estuvo todo el día en estado deliberativo y dejó trascender la posibilidad de emitir un comunicado fijando una postura uniforme, lo que finalmente no sucedió.

Por lo pronto, promediando la tarde, el gobernador pampeano, Carlos Verna, anticipó que los diputados de su provincia que le reportan y forman parte de ese bloque, lo harán en contra, en una decisión que podría sumar a un entrerriano y a una chaqueña.

En el BJ, que en el Senado fue clave para la media sanción del texto, sostienen que el escenario no es el mismo que hace 15 días, cuando fue esa votación. «Creció la tensión social y la protesta de las centrales sindicales», argumentan.

Desde el Gobierno insistieron con que «si se cae la reforma previsional se caen el resto de las iniciativas que forman parte del paquete», acordado por el Poder Ejecutivo con los gobernadores y con importantes beneficios para las provincias.

Además de las dudas del BJ, en Cambiemos quieren sesionar hoy para evitar hacerlo la semana que viene, cuando se cumple un nuevo aniversario de los incidentes del 19 y 20 de diciembre de 2001, que desembocaron en la caída del gobierno de Fernando de la Rúa.

Otro argumento es el clima de violencia verbal que se vivió el martes durante el debate en comisión del proyecto y las marchas de ayer que derivaron en un fuerte operativo de seguridad en torno al Palacio Legislativo.

De hecho, se dispuso un fuerte vallado con un perímetro de seguridad a dos o tres cuadras del edificio, con entradas por lugares específicos. El subte de la línea A no para en la estación Congreso.

Para la sesión, radicales y macristas ya alinearon a los propios, sobre todo luego de algunas dudas planteadas el fin de semana pasado por la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, que firmó un comunicado conjunto con Negri y con el jefe del bloque PRO, Nicolás Massot, y fue más allá a través de redes sociales.

«Si no votara con el Gobierno estaría haciéndole el juego a los que quieren derrocarlo. Esto yo ya lo viví. No voy a conspirar contra la República y si hay un error se puede reparar. En cambio, si yo no votara con el gobierno, estaría haciéndole el juego a los que quieren derrocarlo», señaló en su cuenta oficial de Twitter.

En el oficialismo cuentan que apoyarán la reforma 108 diputados del interbloque Cambiemos; 6 del oficialismo santiagueño; 5 de Misiones; 4 de Córdoba; 3 de Tucumán, 1 de Neuquen y 1 chaqueño; lo que da un total de 128.

Desde la oposición, en tanto dan por seguros los rechazos de 67 kirchneristas; 20 massistas y aliados; 10 del BJ; 4 del PJ puntano; 4 Movimiento Evita; 3 de la Izquierda y 2 progresistas, lo que suma 110.

Los restantes 9 diputados del BJ que responden a gobernadores, 3 peronistas orgánicos que forman monobloques; 3 sanjuaninos y los 4 del espacio que encabeza Martín Lousteau, son quienes mantienen algunas dudas.

Las dudas no pasan por el rechazo o no al texto, que algunos de ellos ya expresaron, sino a la posibilidad de ausentarse o de abstenerse al momento de la votación para no dificultarle la aprobación al Gobierno.

Esta será la clave en una votación en la que vencerá quien obtenga más votos que el otro, y no quien necesariamente alcance los 129, como algunos medios informaron hoy en forma equivocada.

En el oficialismo descuentan que sumarán más voluntades a la hora de la votación en general, aunque algunos referentes de Cambiemos aún dudan sobre lo que pueda pasar con algunos artículos en la votación en particular. (Ámbito.com)