Tiempos de desasosiego en la Argentina

Si por 700 pesos el gobierno aprobaría este lunes la mal llamada «reforma tributaria» (solo se trata de modificar «la fórmula de movilidad de las prestaciones del régimen previsional público, Ley 26.417, para que ellas se ajusten trimestralmente garantizando aumentos por encima de la evolución de la inflación», que firmaron los Gobernadores) la pregunta básica y elemental sería ¿por qué no lo propuso antes?.

El gobierno de Mauricio Macri no anunció antes el ahora salvífico «bono compensatorio» porque su inveterada auto suficiencia, potenciada por las elecciones del 22 de octubre, le hizo creer que el kirchnerismo estaba muerto y con el nicho vencido. Tampoco lo está el peronismo «tradicional» u «ortodoxo» que hoy simula darle una mano. Solo racionalizan de manera inteligente su animadversión a esta gestión, leyendo los tiempos sociales al aguardo de la oportunidad. «Todo a su debido tiempo y armoniosamente», aconsejaba el sabio líder General.

La torpeza del kirchnerismo que divaga con la revolución imaginaria, sumado al audaz oportunismo político del massismo que lo condenó definitivamente el pasado jueves, mas los violentos de siempre, sepultó entre el caos y el anarquismo el debate político que debería haberse dado democráticamente el pasado jueves. Y que de seguro darán este lunes, porque a nadie con dos dedos en la frente se le ocurriría volver a protagonizar el bochorno parlamentario de la semana pasada.

Luis Contigiani debería haber hecho su debut como diputado nacional del FPCyS, pero el caos lo relegó a una foto final abrazado con diputados del massismo tras la frustrada sesión. Este lunes Contigiani no bajará para dar quórum, pero una vez obtenido por el oficialismo – y los peronistas que prometieron acompañar – se sentará en su banca para justificar su voto negativo. También se opondrá a la reforma tributaria.

Otro de los puntos del Consenso Fiscal firmado por los Gobernadores (con excepción de Alberto Rodríguez Saa) apunta a no penalizar a aquellas Provincias, caso Santa Fe, que no hayan transferido sus cajas previsionales a la Nación, como así también «aumentar para el 2018 la asignación del presupuesto nacional a las cajas no transferidas en la misma proporción en que se incrementen el resto de las prestaciones previsionales liquidado por el Sistema Integrado Previsional Argentino». Para los signatarios de Cambiemos en Santa Fe, esto significa que la Nación aportará dinero para cubrir parte del déficit de la Caja de Jubilaciones de Santa Fe (unos 4 mil millones de pesos al año) que paga el 82% móvil a sus pasivos.

Habrase notado que en reiterados párrafos textuales del Consenso Fiscal aludimos al Gobernador santafesino como uno de sus firmantes. ¿Sabía cabalmente Miguel Lifschitz que ese documento, cuya firma ponderó en su momento como un «acto de madurez política», estaba ligado umbilicalmente con las leyes tributaria y previsional que debería tratar – y aprobar – el Congreso para que el mismo pueda entrar en vigencia?. Sin esas herramientas, el Pacto se convertiría en letra muerta.

¿Por qué ahora el Gobernador santafesino pone reparos con lo rubricado?: «cuando firmamos el pacto no se conocían los detalles de ley. El pacto fiscal, por otro lado, establecía pautas y compromisos del gobierno nacional y de los gobiernos provinciales en su relación recíproca y mutua. La alusión a la reforma previsional solamente establecía un marco genérico que no era competencia de los gobernadores discutir sino del Parlamento”, explicó.

Para un alto exponente de Cambiemos en Santa Fe «la actitud del Gobernador – y su lugarteniente Contigiani en el Congreso- no colabora con el buen vínculo con Macri». Lifschitz nunca le prometió al gobierno – como hicieron los Gobernadores del PJ- que su Diputado (Contigiani) iba a apoyar las reformas.

Por lo pronto, el Consenso Fiscal deberá ser ratificado por la legislatura donde no hay demasiado ánimo para tratarlo. Bonfatti y Fascendini le prometieron a los gremios que no será este año (ingresó la semana pasada por Senadores); seguramente esperarán a que el gobierno de Macri cumpla con la cláusula impuesta por Lifschiz en el Pacto, relacionada con la deuda por detracción de la coparticipación para el Ansés y su armonización (cálculo de monto y forma de pago) que deberá producirse antes del 31 de marzo del año que viene.

«Lifsting» para el FPCyS

Si las circunstancias parlamentarias en el Congreso no ameritan que deban abortarlo nuevamente como el jueves pasado, para este lunes el FPCyS volvió a convocar a un «Encuentro para pensar juntos el futuro de nuestra Provincia», esgrima literaria que cobija lo revelado por el Gobernador: relanzar el Frente con la consigna de «hacer un encuentro grande con invitados especiales para repensar el futuro cercano y más lejano. Las fuerzas políticas tenemos que ser autocríticas, mirar para adelante, tener la capacidad de reinventarnos. La sociedad nos pide eso» señaló, para agregar que

«tenemos que tener la capacidad para tener nuevas ideas, ampliar nuestras representaciones, hay que sumar miradas porque los partidos ya no son lo principal en la política y, por eso decidimos convocar a referentes de otros sectores, del ámbito privado». (Durán Barba dixit)

La Unión Industrial de Santa Fe celebró su fiesta anual. Tal cual lo revelan los sondeos profesionales, advertimos entre los hombres – y mujeres – de empresas, un necesario deseo de creer que todo irá mejor el año que viene, a pesar de los claroscuros de una economía que presenta más incertidumbres que certezas.