El conservador Sebastián Piñera ganó la presidencia en Chile

Logró el 54,5% de los votos frente al 43,4 de su rival, el oficialista Alejandro Guillier. Asume el 11 de marzo.

El próximo 11 de marzo, los chilenos verán una escena repetida. La presidenta socialista Michelle Bachelet volverá a entregarle la banda presidencial y el bastón de mando al líder de centroderecha Sebastián Piñera. El empresario, candidato de la coalición Chile Vamos, se impuso en la segunda vuelta de las elecciones en este país y volverá al Palacio de la Moneda.

Finalmente, este balotaje que se preveía muy reñido y auguraba un resultado muy ajustado, se definió antes de lo previsto y sin espacio para dudas. El ex presidente conservador se impuso con el 54,57% de los votos (un total de 3.789.905) contra 45,43% del senador de centroizquierda Alejandro Guillier (3.154.129). La participación fue ligeramente superior la primera vuelta y alcanzó casi el 50% del padrón.

“Chile necesita acuerdos más que enfrentamientos”, declaró Piñera minutos antes de las 21, en el hotel Crowne Plaza del centro de Santiago, donde se había armado su comando. Lo acompañaba su esposa, Cecilia Morel, y su hasta ayer rival Alejandro Guillier, junto con su mujer, Cristina.

Luego de una jornada electoral tranquila, en el final de una campaña que se había tornado algo agresiva, el escrutinio se vivió con enorme expectativa una vez que cerraron las mesas de votación. Muchos medios señalaban aquí en estos días que era la elección más reñida en décadas. Pero la paridad que al principio mostraban ambos candidatos enseguida dio lugar a una ventaja creciente del empresario de 68 años que ya gobernó en este país entre 2010 y 2014. Minutos después de las 19, cuando los primeros cómputos marcaban la ventaja del ex presidente, ya había clima de fiesta en su comando.

A pocas cuadras, en otro hotel sobre la avenida Bernardo O’Higgins (la Alameda, como la llaman todos aquí), cerca del Palacio de la Moneda, en el comando de Guillier se respiraba tristeza y decepción.

Poco después de las 19.30, el sociólogo y periodista de 64 años llegó al lugar y, ante los micrófonos, reconoció su derrota. “Quiero esta noche felicitar a mi contendor Sebastián Piñera, nuevo presidente de la república, a quien ya llamé para felicitar por su contundente triunfo”, declaró. “Una vez más el pueblo chileno ha ido a las urnas y ha resuelto por el voto popular su destino”, remarcó el candidato del oficialismo.

Mientras, por las calles de Santiago y otras ciudades algunas personas salían a la calle a celebrar, con banderas y bocinas.

Para Piñera fue una revancha en relación a la primera vuelta del 19 de noviembre, cuando esperaba ganar con un 45% de los votos pero obtuvo el 36,6% y se vio ante un escenario mucho más difícil de cara a la segunda vuelta. Guillier, un periodista y sociólogo de 64 años, obtuvo entonces el 22,7%.

Pero la sorpresa fue la candidata del Frente Amplio, de izquierda, que se alzó con un 20% de los votos cuando las encuestas no le auguraban más de un 10%. Y fue este caudal de votantes el que más inquietaba al candidato de centroderecha, ya que la líder del Frente Amplio, también una periodista llegada hace poco a la política, anunció que votaría por Guillier, no por sus propuestas sino como un voto “anti Piñera”.

Cuando ya se habían contado el 99% de los votos, la presidenta Bachelet llamó por teléfono a Piñera para felicitarlo. Los canales de TV mostraron el diálogo con la pantalla dividida.

En tono cordial -aunque se le notaba cierto pesar- la mandataria le deseó “mucho éxito” porque “ambos queremos lo mejor para Chile”.

El presidente electo le agradeció. “No tengo dudas de que tanto usted como yo queremos lo mejor para Chile. Espero recibir sus sabios consejos y toda la experiencia”.

Bachelet le recordó entonces la tradición en este país de que el presidente saliente se reúna en la casa de su sucesor para coordinar detalles para la transición. Así, Piñera la invitó a desayunar a su casa hoy a las 9 de la mañana. Comienza una nueva etapa en la que Chile se prepara para volver a un gobierno de centroderecha, aunque es probable que el futuro mandatario no tenga mucho margen para grandes transformaciones, ya que no tendrá mayoría en el Parlamento.

El ex presidente prometió en la campaña que él tomará medidas para que la economía de Chile recupere el crecimiento que tuvo durante su mandato y para crear más empleos. Pero lo cierto es que no está claro qué medidas concretas tomará. Si antes de la primera vuelta Piñera rechazaba de plano proyectos emblemáticos de Bachelet, como la gratuidad de la educación o una reforma del sistema de jubilaciones, que apuntaban a una mayor equidad, en las últimas semanas dejó abierta la puerta a avanzar en ese mismo sentido, acaso para acercarse a los sectores más de centro.

Ahora, terminados los festejos, el futuro presidente deberá ocuparse de armar su equipo y planificar sus primeros pasos en el gobierno. (Clarín)