Lula no se entregó, pero podría hacerlo antes del lunes

El ex presidente de Brasil no respondió al plazo dispuesto por el juez Moro. «No irá al matadero con la cabeza gacha», dijo su defensor. Permanecía en el Sindicato de Metalúrgicos de San Pablo, junto a una multitud. Este sábado asistiría a una misa por su fallecida esposa

La defensa del ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva apeló este viernes a la noche al Supremo Tribunal Federal (STF) para evitar su detención bajo el argumento de que no se agotaron todos los recursos procesales. Lula pasaba la noche en el Sindicato de Metalúrgicos de San Pablo, donde se mantenía rodeado por una multitud horas después de las 17, hora en que venció el plazo establecido por el juez Sergio Moro.

Este sábado asistiría, en ese edificio, a una misa en memoria de su fallecida esposa, Marisa Leticia. Después, podría entregarse si avanzan negociaciones con la Policía Federal.

En el recurso, la defensa del ex mandatario dice que la orden de detención de Lula violó el régimen procesal ya que no se habían agotado los trámites.

La Cámara de apelaciones de Porto Alegre decidió saltearse estos pasos de rigor y envió el caso a Moro, que en cuarenta minutos emitió la orden de detención.

Esta apelación de último momento recayó en el juez Edson Fachin, uno de los que rechazó el habeas corpus de Lula el pasado miércoles.

«Lula no irá hacia el matadero con la cabeza gacha», afirmó por la tarde Antonio Batocchiono, uno de los abogados del líder opositor brasileño.

El letrado dijo en declaraciones a Folha de Sao Paulo que Lula «no ofrecerá resistencia» cuando la Policía Federal lo busque para cumplir la orden de prisión.

Además, el líder del PT dejó un mensaje para sus seguidores: «Voy a convertirme en un símbolo de la resistencia de los trabajadores».

La presidenta del Partido de los Trabajadores, Gleisi Hoffmann, djo que Lula no incumplió la ley al no entregarse. «Lula optó por no ir a entregarse a Curitiba. Todos saben donde está, está aquí, con el pueblo», dijo Hoffmann

«Se abrió un canal de negociación frente a la Policía Federal», dijo a Telám Marcio Pochmann, presidente de la Fundación Perseu Abramo y economista del Partido de los Trabajadores que estuvo en el primer piso del sindicato reunido con el ex presidente Lula.

El juez Moro no considera todavía prófugo a Lula ya que ahora le corresponde a la Policía Federal ejecutar la orden de prisión.

Celso Vilardi, abogado penalista y profesor de la Fundación Getulio Vargas, explicó que después de las 18 será difícil cumplir un mandato de prisión porque está prohibido por el código de procedimientos.

Según Vilardi, la Policía Federal brasileña está impedida constitucionalmente de cumplir órdenes de captura en horas de la noche y las detenciones programadas y allanamientos deben realizarse a la luz del día.

Una parte de la dirigencia está a favor de que Lula no se entregue y que la Polícia Federal intente entrar al sindicato, que está rodeado de miles de personas que arropan al líder opositor, quien recibió el rechazo de un habeas corpus de último momento.

El sindicato es simbólico para Lula y el PT, ya que fue su cuna política y sindical donde se forjó como el máximo líder popular de Brasil.

El juez Moro en su orden de captura le había dado una oportunidad de presentarse en Curitiba. (Rosario 3)