Imputaron por abuso sexual al psicólogo de Desarrollo Social de la Municipalidad

El agresor trabaja en el Área de Atención en Violencia de Género de la Municipalidad. La víctima llamó al teléfono verde y el psicólogo la derivó a su consultorio privado donde la abusó

Por Carina Ortiz/El Ciudadano

Un psicólogo que presta servicios en el área de Atención en Violencia de Género de la Municipalidad quedó imputado este viernes del delito de abuso sexual simple. El caso tomó repercusión pública tras la denuncia de la víctima, una mujer de 38 años que solicitó ayuda al empleado, que trabaja como administrativo del Teléfono Verde. Su inquietud fue atendida por el sospechoso que la derivó a un consultorio particular, donde se le fue encima, la manoseó en sus partes íntimas y la besó, todo sin consentimiento. Claudia dijo en audiencia que conocía al agresor y siempre pensó que su tarea en esa área era en su carácter de profesional de la psicología. Por eso pidió ayuda al Teléfono Verde tras una restricción de acercamiento que solicitó en un Juzgado de familia respecto de su ex pareja. La jueza actuante aceptó la imputación fiscal y fijó medidas cautelares no restrictivas de la libertad, entre ellas prohibición de acercamiento a la mujer y sus hijos por cualquier medio y una caución de 5 mil pesos. Tampoco podrá salir del país y un allegado cumplirá la función de fiador. Las medidas se dispusieron por 6 meses. En la misma audiencia Claudia se constituyó como querellante.

Claudia se gana la vida vendiendo viandas en distintas reparticiones públicas. Tiene 38 años y dos hijos. Sufre una situación de vulnerabilidad desde hace tiempo. El vínculo con su ex pareja se encuentra sumido en la violencia, cuyas consecuencias se expanden a sus hijos. En esa circunstancia pidió una restricción de acercamiento en el tribunal de Familia N° 3. Contó que en Tribunales le dieron una lista de profesionales a quienes asistir, pero como ella conocía el área municipal de atención en violencia de género prefirió llamar a 144.

Estaba desesperada por su hijo V.; si bien ella cuenta con un tratamiento psicológico y psiquiátrico buscaba asesorarse respecto de su hijo. Cuando la atendieron le explicaron que todos los profesionales estaban ocupados en ese momento y le devolverían el llamado durante el día, entonces pidió hablar con Germán C.: estaba convencida que era uno de los psicólogos del área. El hombre la atendió y le dijo que tenía un hueco para atenderla entre las 14 y las 15 en su consultorio particular.

Claudia no sospechó y fue a buscar asesoramiento. Pensó que ir sola era lógico para luego iniciar la atención profesional con su hijo. Durante media hora le preguntó cosas de ella y cuando rompió en llanto se acercó a consolarla, explicó al acusarlo la fiscal Nora Marull.

Comenzó a abrazarla, besarla en el rostro, la boca y el cuello. Le tocó por sobre la ropa en sus partes íntimas y comenzó a frotarse contra ella; como pudo lo empujó. Él le dijo: “Quédate dos minutos más y te parto”, describió la fiscal. Claudia salió despavorida del lugar.

Claudia conocía al psicólogo desde hacía unos dos años a partir de la venta de viandas que hacía en la repartición dónde trabajaba el sospechoso, al que tenía identificado como psicólogo. Cuando estuvo embarazada le insistía con tomar un tratamiento psicólogico con él, pero Claudia nunca accedió. Tras el abuso, la víctima llamó desesperada a una amiga y le contó lo que le había pasado. La fiscal explicó que de esas conversaciones surge el extremo estado de vulnerabilidad en la que se encontraba cuando fue al consultorio. Claudia dijo que no pensó que el procedimiento del psicólogo estuviese fuera del protocolo de la secretaría, que eso lo supo después, cuando habló con la directora.

Germán C. tomó la palabra para recalcar que no era el psicólogo de Claudia y se dijo inocente de la acusación. “Nada que ver con lo que se dijo en esta audiencia”, aseguró, aunque prefirió no contestar preguntas de la Fiscalía.

Finalmente y tras el pedido de una medida cautelar no restrictiva de la libertad por parte de la Fiscalía, a la que adhirió la querella, a cargo de Lionel Dvoretz, la defensa, en cabeza de Gabriel Navas, no se opuso, aunque se ajustaron algunos de los planteos fiscales. La jueza Trinidad Chiabrera aceptó la imputación y fijó una restricción de acercamiento a la víctima o sus hijos en un radio de 200 metros, tampoco puede contactarse con la víctima ni su familia por ningún medio electrónico. Como la víctima recorre la Municipalidad por su trabajo, la jueza dispuso que avise cuando tenga que ir a la oficina donde trabaja el imputado, quien se debe retirar por 20 minutos del lugar.

Tampoco el psicólogo puede salir del país, debe fijar un domicilio, presentar un fiador y depositar una caución de 5 mil pesos en los próximos días hábiles. Ydebe presentarse cada 15 días en la Oficina de Gestión Judicial.

Al salir de la audiencia Claudia se fue aliviada. “Pude ser escuchada por la jueza y estoy muy conforme con el trabajo de la fiscal”, describió y de inmediato agregó que espera que la denuncia que realizó pueda animar a otras mujeres a hacerlo, porque sostiene que es una conducta reiterativa de este psicólogo, quien fue suspendido por la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Rosario, donde se desempeñaba como jefe de trabajos prácticos.

Medida administrativa

Tras la audiencia se conoció una resolución administrativa firmada por la intendenta Mónica Fein y los secretarios de Desarrollo Social Laura Capilla y de Gobierno Gustavo Leone. La misma dispone la suspensión preventiva del psicólogo por el plazo máximo que fija el estatuto municipal. A su vez se inició un sumario administrativo al agente de la Dirección de Atención en Violencia de Género. (Carina Ortiz/El Ciudadano)