Central perdió ante Rafaela y comienza a despedirse del sueño del ascenso directo

Central da un paso para adelante y dos para atrás. Pese a jugar mucho mejor que su rival, cayó de manera inmerecida ante Atlético Rafaela por 1 a 0 y comienzó a despedirse del sueño del ascenso directo. Es que con este resultado el canalla quedó a 15 puntos de la Crema de Rafaela y a doce de Unión, que debe un partido. Esta derrota, además, es un golpe muy duro para los canallas que llegaron a este encuentro con la ilusión de ganarle a uno de los líderes y acortarle la ventaja que le llevaba en la tabla. Sin embargo, quedó más lejos todavía y habrá que ver qué otras secuelas deja esta derrota en el búnker de Arroyito.

La mala suerte y su propia incapacidad para definir las situaciones a su favor terminaron condenando a Central a una nueva derrota -la cuarta como local- ante un equipo ordenado y práctico como Rafaela, pero que no hizo casi nada y se terminó llevando todo.

Es que el dominio del balón, las situaciones y hasta los errores fueron de Central, que volvió a mostrarse muy ambicioso, pero que terminó pagando su falta de contundencia, un problema recurrente en este torneo.

A tanto llega esa falta de eficacia, que el canalla no pudo hacer el gol ni de penal esta tarde. Esta vez el que tuvo la chance fue Braghieri, a los 40′, peros u remate se fue muy alto (es el segundo consecutivo que erra el canalla, el anterior había sido Figueroa ante Defensa y Justicia).

Encima contó con la desafortunada tarde del asistente dos, quien le anuló un gol legítimo a Biglieri, a los 18 del primer tiempo, tras un remate de Méndez.

Después lo tuvo en varias ocasiones, como en un cabezazo de Medina en el final del primer tiempo que se estrelló en el travesaño o en el cabezazo del pibe Coniglio en el cierre del partido que pegó en el palo. En el medio, el propio Biglieri, Medina y Carrizo dilapidaron situaciones muy claras, sobre todo en el primer tiempo que fue cuando Central monopolizó el balón, generó mucho fútbol en los pies de Méndez y Carrizo, pero le faltó final.
 
Pero como para demostrar que la mano viene cambiada para el canalla, en una de las primera incursiones de la crema llegó al gol. Fue a los 28 del complemento cuando Central ya no tenía la misma claridad del inicio y los visitantes comenzaban a sentirse cómodos con el trámite, especialmente porque con un empate se daban por más que satisfechos. Pero Castro fabricó una buena jugada y estampó la ventaja para que el Gigante quedara en silencio.

Y si hasta ese momento, Central no había encontrado los caminos, a partir de ahí se le nubló la vista y la razón. Sólo le quedó el empuje y el corazón para revertir otra tarde negra en la que puso todo para ganar, pero se quedó sin nada. Una historia repetida para el canalla en este torneo, que no hace más que alejarlo de los puestos de arriba y sobre todo alejarlo del sueño del ascenso directo. Algo que hoy parece una utopía.