La violencia en el fútbol Argentino se cobró otra víctima

Un hincha de San Lorenzo, identificado como Ramón Aramayo, de 36 años, murió ayer en un enfrentamiento con la policía antes del partido que su equipo iba a jugar ante Vélez, finalmente suspendido por incidentes dentro del estadio José Amalfitani.
Aramayo integraba un grupo de alrededor de 160 hinchas de San Lorenzo que, en la calle Barragán al 200, derrumbó un vallado de seguridad y agredió a algunos efectivos que estaban en dos patrulleros.
“En ese marco se produjo el deceso de este hombre. Hubo entre dos y cuatro policías heridos y al menos nueve personas detenidas”, agregaron testigos del hecho.
El choque entre los hinchas de San Lorenzo y los efectivos policiales que intervenían en el operativo de seguridad dejó también otros diez heridos leves.
“En el hospital Vélez Sarsfield hay tres personas heridas, en el Santojanni dos más y en el Alvarez, otros dos. También recibimos a un policía herido en el Vélez Sarsfield y otros dos efectivos fueron al Churruca. Todos están fuera de peligro”, informó el titular del Same, Alfredo Crescenti.
Nadie pudo confirmar la verdadera causa de la muerte de Aramayo: la versión policial apuntaba a un infarto.
“El hincha fallecido se negó a un cacheo policial y provocó algunos cruces con los efectivos policiales, pero finalmente se le permitió pasar. Iba caminando, se sentó y se desplomó”, informó otra de las fuentes de la Policía.
Otra versión, sostenida por varios hinchas, señalaba un golpe de un caballo de la división Infantería que estaba en el lugar.
“Aramayo presentaba politraumatismos y se encontraba ya sin vida cuando llegó la ambulancia del Same. El motivo de su fallecimiento será informado luego del peritaje, pero es una tarea que no nos corresponde a nosotros sino a la policía”, agregó Crescenti.
Los incidentes ocurridos antes del inicio del partido siguieron dentro del estadio, primero cuando el arquero de San Lorenzo, Pablo Migliore, fue golpeado por un proyectil lanzado desde la tribuna popular de Vélez; y luego cuando los hinchas del club de Boedo rompieron el alambrado e intentaron entrar al campo.
Finalmente, y cuando iban apenas 7 minutos, el árbitro Sergio Pezzotta suspendió el encuentro por “falta de garantías”.