Analizan utilizar videoconferencia en el juicio a «Los Monos»

La causa por narcotráfico «Los Patrones» tiene 39 imputados, la mayoría presos en otras provincias. Problemas de espacio en las salas y de traslados

Es factible que el juicio que por primera vez afrontarán miembros de la banda de Los Monos por delitos de narcotráfico se realice sin una importante cantidad de imputados presentes en las audiencias. El Tribunal Federal Oral Nº 3 (TOF 3) señaló que dada la inusual cantidad de acusados, 39 personas en total, y las dificultades para el traslado de 22 de ellas que se encuentran en cárceles federales, se maneja como alternativa que los imputados sigan el debate mediante el sistema de videoconferencia. En ese caso los magistrados que estarán a cargo del proceso manifiestan su preferencia de que el juicio se realice en la sede de la Justicia Federal de Oroño al 900.

El anuncio desatará la objeción de las defensas que entienden que, por cuestiones de inmediatez, para garantizar los derechos de los acusados es importante la presencia de éstos en las salas de juicio.

Por un lado, porque los imputados y sus abogados deben controlar la prueba, lo que requiere de una comunicación inmediata entre ambos durante del debate. A eso suman la incertidumbre sobre eventuales problemas técnicos de conexión del servidor de internet que puede generar distorsiones o demoras en el trámite.

Se trata de un juicio inédito por cantidad de imputados. Dos de los líderes juzgados son Ariel «Guille» Cantero y Jorge «Ema» Chamorro, presos en las cárceles federales de Resistencia y de Rawson. Sus traslados fueron cuestionados mediante reclamos judiciales que no prosperaron. La Fiscalía de Rosario considera como primera hipótesis que los atentados contra domicilios de jueces que manejaron trámites de Los Monos estuvieron relacionados con esos traslados y por ello movilizar a los detenidos se considera, según fuentes judiciales y gubernamentales, una cuestión de seguridad.

Los responsables del TOF 3 indican que el Ministerio de Justicia de la Nación propuso como alternativa trasladar la audiencia de debate al Centro de Justicia Penal de Virasoro y Sarmiento, donde funcionan desde fines del año pasado los tribunales penales provinciales. Pero ahora se optaría por la videoconferencia para buena parte de los imputados.

A distancia

Este sistema no es inusual en juicios locales. En el reciente proceso por narcotráfico al grupo liderado por David Delfín Zacarías, uno de los imputados estuvo conectado por internet. También en el reciente juicio al ex jefe de policía provincial Hugo Tognoli, con el condenado Aldo Orozco. Y en los casos de delitos de lesa humanidad en la llamada Causa Feced III.

«La videoconferencia es una suerte de divorcio entre cliente y abogado. La distancia conspira contra la inmediatez que pregonan todos los códigos procesales. El ejemplo más claro es el análisis que se impide hacer de manera conjunta al defensor y al acusado de la prueba que, por regla general, es aportada por la fiscalía, encargada de destruir la presunción de inocencia. Y ese análisis debe permitir planteos y objeciones inmediatas, lo que se aborta al estar alejados el abogado de su defendido, quien normalmente es el que mejor puede evaluar muchas de las evidencias o conducir la prueba de descargo», consideró el penalista Carlos Varela.

La investigación

La causa «Los Patrones» se originó en una investigación de la Delegación Rosario de la Policía Federal en 2014 sobre un búnker de Laprida al 6300. Seguimientos a los soldaditos permitieron conectar la actividad de ese local con otro de Platón al 1400, en el corazón de Las Flores. Eso llevó a un grupo familiar de apellido Reyna, parientes del clan Cantero.

Escuchas telefónicas revelaron que Guille Cantero y Ema Chamorro lideraban la organización desde la cárcel de Piñero, quienes bajaban las órdenes al resto de la red a partir de las visitas de sus mujeres, Vanesa Barrios y Jésica Lloan, que también serán juzgadas como jefas.

Se espera que en tres semanas se realizará una audiencia preliminar de este juicio donde están convocadas las partes intervinientes. Allí se perfilará el lugar y la modalidad definitiva para las audiencias. (La Capital)