Millonario robo a banco de barrio Tiro Suizo

Tres delincuentes armados, en menos de 4 minutos, se alzaron con algo más de 1.7 millón de pesos del banco Galicia de San Martín y Anchorena

Al menos tres asaltantes armados cometieron ayer, pocos minutos antes de las 15, un millonario robo a la sucursal que el banco Galicia tiene en avenida San Martín y Anchorena, en pleno centro comercial del barrio Tiro Suizo. Los delincuentes, que escaparon en un vehículo identificado por las cámaras de seguridad de la zona y que hasta anoche no había sido localizado, perpetraron el atraco en unos 4 minutos sin efectuar un solo disparo ni herir a los clientes ni empleados que estaban en la entidad.

Desde julio de 2015, cuando un grupo de asaltantes se llevó 300 mil pesos de una sucursal del banco Municipal de Empalme Graneros, no se registraban golpes contra entidades financieras en Rosario, aunque sí los hubo en pueblos cercanos. Por eso, los agentes de la Policía de Investigaciones (PDI) a cargo de la pesquisa del nuevo hecho se mostraban sorprendidos por la audacia y la profesionalidad de la gavilla.

A la hora del cierre

Todo ocurrió a las 14.54 de ayer cuando el gerente de la sucursal del banco Galicia ingresaba a la misma. Entonces tres supuestos clientes que estaban sentados y que, según el testimonio de algunos clientes, «estaban bien vestidos, se mostraban muy tranquilos y demostraron profesionalidad», sacaron armas de una caja de zapatos y amenazaron a todos los presentes.

En esas circunstancias, mientras uno de los asaltantes reducía a los siete clientes que había en el banco y lo mismo hacía con el custodio y los empleados, los otros dos achicaron al gerente y lo condujeron directamente hacia el tesoro.

Una vez adentro de la bóveda, los ladrones cargaron algo más de un millón setecientos mil pesos en dos grandes bolsas de nailon (similares a las de los consorcios) y salieron caminando sin dejar de amenazar a las víctimas. Tras ello subieron a un auto que algunos vecinos describieron como un Renault Sandero gris y escaparon por avenida San Martín hasta Lamadrid y por esta calle hacia el este perdiéndose de vista.

Recién entonces desde el banco se dio aviso a la policía que rápidamente arribó al lugar, aunque ya era tarde para dar con los asaltantes. Sólo le quedó la tarea de tomar testimonios a las víctimas para recabar los datos necesarios a fin de lograr identificar a los ladrones y levantar las huellas dejadas por el trío delictivo.

Al respecto, una voz oficial de la PDI le dijo a La Capital que «todos los movimientos de los tipos adentro y afuera del banco quedaron registrados en las cámaras de seguridad, pero por razones burocráticas y del fin de semana largo recién el martes se podrá acceder a las imágenes. Todas las filmaciones quedan registradas en la casa central del banco, en la ciudad de Buenos Aires».

En ese sentido, la fuente sostuvo que «se pierde un tiempo importante para dar con los ladrones y apostaremos a que los domos municipales o las cámaras que hay instaladas en otros negocios de la zona nos permitan avanzar en cuanto a la identificación del vehículo que usaron para escapar y saber si hubo un segundo auto involucrado como apoyo, tal como dijeron algunos vecinos».

Sobre la banda, el vocero explicó que por la forma de actuar y su profesionalidad «podría estar integrada por gente que no sea de Rosario, aunque siempre en este tipo de golpes hay una pata local que hace el trabajo de inteligencia previo o incluso aguanta a los ladrones».

En primera persona

Una vecina del banco dijo que recién se enteró del atraco pasadas las 15.30, cuando salió a la calle porque «escuchaba fuertes ruidos que provenían de la sucursal del Galicia y las sirenas de los patrulleros».

Por su parte, un familiar de un empleado del banco que llegó hasta el lugar alertado por lo que había sucedido reveló que se vivieron momento de nerviosismo entre el personal de la sucursal cuando fueron sorprendidos por los asaltantes. «Tienen la cabeza volada», comentó.

Una de las empleadas del Galicia víctima del robo dijo a su tiempo que sufrieron «un momento de desesperación», pero que afortunadamente «todos estamos bien, no nos tocaron, no robaron nuestras pertenencias y sólo nos hicieron tirar al piso para que no veamos nada».

Su relato lo completó un cliente que adujo que «estaba sentado, nos hicieron bajar la cabeza y sólo nos dijeron que no hagamos fuera de lugar así todo transcurría rápido y sin problemas».

En el hecho interviene la fiscal de Investigación y Juicio Cecilia Brindisi y el Gabinete Criminalístico de la PDI. (La Capital)