Pichincha: Ahora también apareció una gallareta

Es un tipo de ave muy común en el humedal, pero no tan frecuente en ambientes urbanos. La encontraron en Jujuy y Alvear.

Tras el ciervo axis y la zarigüeya, ayer a la mañana apareció una gallareta en Pichincha, más específicamente cerca de la esquina de Jujuy y Alvear. El barrio se vio sorprendido durante las dos últimas semanas por la presencia de animales no domésticos en situaciones poco frecuentes que llamaron la atención de los vecinos e incluso obligaron a un operativo de rescate en el caso del marsupial, que luego fue liberado por personal de Fauna de la provincia.

Una vecina del lugar que salía temprano para ir a trabajar a un comercio del microcentro vio el ave de plumaje negro y pico amarillo y le llamó la atención, ya que si bien es un ave típica y muy presente de la zona, sobre todo en las islas (no como el ciervo axis que es una especie introducida) no es tan frecuente que aparezca en plena ciudad.

Tras atraparla para evitar que la agrediera algún perro la joven pudo meterla en una caja tras lo cual se comunicó con los voluntarios que trabajan en el refugio Mundo Aparte, que le recomendaron que si no estaba herida (y no lo estaba) la llevara hasta zona de islas para devolverla a su hábitat, lo que la vecina de Pichincha pudo hacer durante la tarde.

Con el río de nuevo en niveles altos (ayer el Paraná midió 4,05 metros en el puerto de Rosario) no es raro ver animales autóctonos de la zona cerca de las zonas costeras de la ciudad, que está frente a uno de los mayores humedales del planeta.

Científicos y ambientalistas recomiendan ser respetuosos de los animales, no tenerles miedo y sobre todo no agredirlos.

Ave de humedal

Como dice el dicho popular no hay que confundir pato con gallareta, aunque a primer avista son muy parecidos.

Las gallaretas son una especie de ave muy común en casi todo el territorio de Argentina que vive en ambientes acuáticos como lagunas, riachos y pantanos, por lo que es muy común verlas en la región del pre delta del Paraná, sobre todo en las islas.

De aspecto son muy oscuras y el plumaje se ve negro con un pico corto y en punta de color amarillo que contrasta con el plumaje haciéndola un ave muy atractiva a la vista y muy frecuente de observar en los avistajes.

Se alimentan, entre otras cosas, de vegetación acuática flotante y sumergida que obtienen mediante cortos buceos o inmersiones de cabeza. Obviamente son muy buenas nadadoras. (La Capital)