El procesado Paolo Rocca se quiere quedar con el gasoducto Neuquén-Rosario

El CEO de Tecpetrol estuvo en la presentación del acuerdo con Estados Unidos y fue el único invitado externo a la mesa de firmas.

El dueño de Techint no se intimidó ante el procesamiento dictado por Claudio Bonadío por la causa de los cuadernos y decidió jugar a fondo para quedarse con una de las principales obras que financiarán los Estados Unidos a partir de una orden expresa de Trump.

Cómo anticipó LPO en exclusiva y quedó oficializado este miércoles por las propias autoridades, el Gobierno consiguió un aporte crediticio para comenzar la construcción del gasoducto Neuquén-Rosario, una obra clave para el desarrollo de Vaca Muerta, pero aún más importante para la petrolera de Rocca.

La misma permitirá aumentar notablemente la capacidad de transporte desde la cuenca neuquina hacia los principales centros urbanos, que se encontraba saturada a raíz del crecimiento exponencial en la producción de gas de Tecpetrol.

En consecuencia, la firma podrá aprovechar al máximo el subsidio por el que cobra 7,5 dólares el millón de BTU de gas y se estima que llegará a facturar unos 670 millones de dólares en 2019 sólo por las ventas del yacimiento Fortín de Piedra.

No obstante, el interés de Rocca no se centra solamente en la venta del insumo sino que ya hizo saber que buscará participar de la ejecución de la obra, haciendo valer su liderazgo como la principal constructora de gasoductos.

Para ello, envió al CEO de su petrolera Carlos Ormaechea a la presentación del acuerdo con los Estados Unidos, quien además logró ser incluido como el único invitado externo a la mesa de firmas en un claro gesto simbólico y fue «testigo en la manifestación de intención» junto al Embajador de los Estados Unidos Edward Prado, el Canciller Jorge Faurie y el secretario de Energía Javier Iguacel.

Según pudo averiguar este medio, la firma no sería vetada a pesar de su complicada situación judicial y se descuenta que será la adjudicataria de la obra posiblemente junto a una empresa norteamericana con la que se asociaría.

Es que si bien desde la secretaría de Energía aseguraron a este medio que todavía no está definida la conformación del consorcio y no existe obligación alguna de la procedencia de las firmas, el ingreso de las constructoras estadounidenses a la obra pública local fue una de las razones por las que Trump otorgó esta línea crediticia de 800 millones de dólares, tal como se vio en el corredor C del PPP.

Además del gasoducto Neuquén-Rosario, se financiarán tres parques de energía solar y otros tres de eólicos: Cañadón León, Chubut norte 3 y Chubut Norte 4. Según contó el propio Iguacel a LPO, la idea nació hace cuatro meses cuando el actual secretario había recién asumido sus funciones del entonces ministerio y se reunió con el CEO de la OPIC en Washington.

Oriundo de Texas al igual que el Embajador Prado y por lo tanto un «apasionado de la energía», Ray Washburne inmediatamente se entusiasmó con los proyectos y en estos meses ya avanzó con todos los trámites burocráticos necesarios para la aprobación crediticia. En consecuencia, Iguacel está convencido de que en los primeros meses del 2019 se podrá empezar con las obras y esperan terminar el gasoducto para el invierno del 2020. (La Política Online)