Calculan que habrá siete millones de embarazos no deseados en el mundo después de la pandemia

En el marco del aislamiento, desde una ONG advirtieron que «durante esta situación, incrementaron las violencias que sufren las mujeres y niñas en todo el mundo, porque se encuentran atrapadas con su maltratador y con dificultades para adquirir protección».

La ONG Women´s Link Worldwide sostuvo que luego de la pandemia de COVID-19 “habrá 7 millones de embarazos no deseados” en el mundo.

“Luego de la pandemia, en el mundo habrá 7.000.000 de embarazos no deseados, es necesario pensar en el acceso al aborto y a los anticonceptivos”, señaló la presidenta y fundadora de la ONG, Vivian Waisman.

Durante su intervención, Waisman dijo que “no podemos ir hacia atrás en materia de derechos de las mujeres, siempre hay que ir avanzando”

Y advirtió: “Durante esta situación, incrementaron las violencias que sufren las mujeres y niñas en todo el mundo porque se encuentran atrapadas con su maltratador y con dificultades para adquirir protección”.

Todo fue en el marco de la conferencia “Derechos Humanos de Niñas, Niños y Adolescentes”, que contó con la participación de la Asesora General Tutelar, Yael Bendel.

Por su parte, Bendel, expresó que “las leyes muchas veces son las mismas, lo que cambia es la forma de aplicarlas e interpretarlas”.

“El Código Penal tiene 100 años y fue redactado por hombres y en la actualidad sólo el 28% de los cargos de mayor jerarquía del Poder Judicial son ocupados por mujeres”, manifestó.

“Necesitamos que todas y todos los miembros de la justicia tengan perspectiva de género”, dijo Bendel.

Perspectiva de género

Sobre la perspectiva de género, Waisman hizo hincapié en que “es necesario” aplicarla “porque la está vista desde la perspectiva masculina.

Las mujeres no somos una minoría, “somos la mitad de la sociedad y deberíamos estar representadas en igual parte en todo”, dijo.

“Las mujeres son víctimas de violencia sexual y cuando una mujer denuncia o su agresor la mata, el sistema judicial perpetra este estereotipo de cómo se debe comportar, en lugar de ver lo que sucedió; el enfoque del proceso está en el sitio equivocado porque juzga a la mujer y su relación con la sexualidad”, afirmó.