Histórico: Platense ascendió y jugará en Primera División

Después de 22 años, el Calamar logró el ascenso a la máxima categoría. Venció a Estudiantes de Río Cuarto en los penales y jugará la próxima temporada en la Liga Profesional. Un regreso muy esperado

¿Quién dijo que no estaba permitido el público para la final del Reducido de la Primera Nacional? Si en la platea del Coloso Marcelo Bielsa se lo podía ver al Polaco Goyeneche y toda su bohemia tanguera. Si a pocos metros estaba Juan Amador Sánchez, manager y parte de la historia del club. Si en el banco de suplentes esperaba su turno Daniel Vega, el máximo goleador que consiguió el último sueño que le quedaba: ascender a Primera. Si miles y miles del almas calamares estaban ahí, cuidándoles las espaldas a este grupo de jugadores que se bañaron de gloria consiguiendo lo que cientos no pudieron.

“Volvimos”, se lee en los gorritos y las remeras que se puso el plantel pos victoria en los penales contra Estudiantes de Río Cuarto. Claro, porque hay que leerlo para caer en la cuenta que el Marrón retornó a la elite del fútbol argentino después de 7.965 días. Creer o reventar. Qué loco que está todo Vicente López. Qué loca es esta fatídica historia que llevaba 22 años escribiéndose en el Ascenso, pero que hoy llegó a su fin. Y que loco que el cierre de esta etapa se haya hecho en el Bielsa, el padre de la locura en el fútbol.

¿Quién dijo que no estaba permitido el público para la final del Reducido de la Primera Nacional? Si en la platea del Coloso Marcelo Bielsa se lo podía ver al Polaco Goyeneche y toda su bohemia tanguera. Si a pocos metros estaba Juan Amador Sánchez, manager y parte de la historia del club. Si en el banco de suplentes esperaba su turno Daniel Vega, el máximo goleador que consiguió el último sueño que le quedaba: ascender a Primera. Si miles y miles del almas calamares estaban ahí, cuidándoles las espaldas a este grupo de jugadores que se bañaron de gloria consiguiendo lo que cientos no pudieron.

“Volvimos”, se lee en los gorritos y las remeras que se puso el plantel pos victoria en los penales contra Estudiantes de Río Cuarto. Claro, porque hay que leerlo para caer en la cuenta que el Marrón retornó a la elite del fútbol argentino después de 7.965 días. Creer o reventar. Qué loco que está todo Vicente López. Qué loca es esta fatídica historia que llevaba 22 años escribiéndose en el Ascenso, pero que hoy llegó a su fin. Y que loco que el cierre de esta etapa se haya hecho en el Bielsa, el padre de la locura en el fútbol.

Juan Manuel Llop fue el hombre que se puso su sello a un equipo que es una consecución de lo que había armado Fernando Ruiz, cuando tomó a Platense en la B Metro. Porque sin él nada hubiera sido lo mismo. Porque él fue el que trajo a los Jorge de Olivera, a los Hernán Lamberti, a los Facundo Curuchet para salir del fondo de la B e ilusionarse con la vuelta. Porque este logro no fue una casualidad, sino una causalidad. Motivos sobraban y, si bien hubo que sufrir de más, la mala puntería de Fernández y los reflejos del arquero terminaron decretando el ansiado ascenso.