Asistencia reproductiva para afiliados a Iapos y los que no tengan cobertura social

El gobierno provincial estudia implementar un programa de asistencia reproductiva para los afiliados al Iapos y a los santafesinos sin cobertura social. «Más temprano que tarde vamos a avanzar, es un derecho de la ciudadanía y un práctica cada vez más requerida», confirmó a LaCapital el ministro de Salud, Miguel Cappiello. Según el funcionario, «no es necesaria una ley de la Legislatura para empezar en el corto plazo con los tratamientos». Inicialmente la provincia cubrirá técnicas de baja complejidad _inseminación artificial_ que en el sector privado cuesta entre tres y cinco mil pesos. En una segunda etapa se apuesta a incorporar las prácticas de alta complejidad in vitro, que en los centros de salud requieren un desembolso de 22 mil pesos por intento.

De acuerdo a las estimaciones que manejan en la cartera sanitaria, entre el 15 y el 20 por ciento de las parejas en edad reproductiva -entre los 25 y los 40 años- tiene problemas para concebir un bebé y requieren asistencia médica y psicológica. El Iapos tiene más de 500 mil afiliados y la población estimada sin cobertura social asciende en toda la provincia a cerca de un millón 300 mil santafesinos.

A diferencia de Buenos Aires, que recientemente sancionó una ley de fertilización asistida, la provincia carece de un marco normativo que garantice el financiamiento estatal de estos costosos tratamientos. Mientras tanto, la Justicia ha emitido numerosos fallos exigiendo al Iapos cobertura para estos tratamientos.

En ese sentido, Cappiello aclaró «que tanto para los afiliados a la obra social provincial (Iapos) como para los pacientes sin cobertura no es necesaria una ley. La norma, a nivel nacional se requiere para los afiliados al resto de las obras sociales y para quienes poseen prepagas».

El ministro anunció que en los próximos días tiene previsto analizar la viabilidad de la implementación de un proyecto de diagnóstico y tratamientos reproductivos con dos de sus flamantes colaboradores: el nuevo secretario de Salud, Miguel González y el titular del Iapos, Silvio González.

Cappiello mantuvo días atrás un primer encuentro con profesionales del área reproductiva que se desempeñan en efectores provinciales de la ciudad. «Quedaron en elevarme un proyecto para que lo evaluemos y podamos proyectar su implementación en la provincia», planteó el funcionario. «Actualmente en el Centenario —continuó— ya se realizan diagnósticos y tratamientos a la patología de base (quirúrgicos o de inducción de ovulación) y se está avanzando en reestablecer las prácticas de baja complejidad que produjeron los primeros embarazos hospitalarios por inseminación hace unos años».

Según pudo saber este diario, para implementar la primera etapa en el territorio provincial se requiere un desembolso cercano a los 100 mil dólares. «Con esta inversión inicial puede ponerse en marcha un laboratorio de baja complejidad y posteriormente y con mayor inversión el laboratorio biológico para gametos (necesario para manipular los óvulos y los pre-embriones)», precisó una fuente médica.

Para una segunda etapa, proyectada para no menos de un año y a través de una inyección de recursos cercana a los 250 mil dólares, la provincia estará en condiciones de dar cobertura a la alta complejidad en materia reproductiva.

«Sólo hace falta decisión política para implementar el sistema y potenciar lo realizado hasta ahora, porque recursos humanos tenemos de excelencia en la materia en Santa Fe», aseguró un profesional de la medicina reproductiva.

Entre los aspectos aún no definidos, Cappiello mencionó «las edades de las parejas que se van a priorizar, aunque hay cierto consenso en la comunidad científica de realizar intentos hasta los 45 años en el caso de la mujer, ya que a partir de esa edad necesitan de otra técnica como la donación de óvulos. También debe definirse la cantidad de intentos que se van a contemplar. Pero lo importante es que vamos a avanzar pronto».

En qué consisten las técnicas

La técnica de menor complejidad es la inseminación artificial, consiste en depositar en la cavidad uterina los espermatozoides del hombre, capacitados en laboratorio. Es necesario que exista integridad anatómica y funcional de por lo menos una trompa de Falopio y una buena concentración de espermatozoides.

Las prácticas de mayor complejidad comprenden la fertilización in vitro (FIV) y la inyección intracitoplasmática de espermatozoides en óvulos (ICSI). En el primer caso, la fertilización de produce fuera del cuerpo de la mujer en un medio artificial. El esperma es depositado junto a los ovocitos en una placa de cultivo y una vez lograda la fertilización, los embriones se transfieren al interior de la cavidad uterina mediante cánulas.

El ICSI se utiliza con pacientes masculinos con pocos espermatozoides o de baja calidad. El tratamiento es similar a la FIV, pero en la etapa de fertilización es asistida ya que por un lado se sostiene el ovocito y por el otro se aspira un espermatozoide el cual se inyecta en el citoplasma del ovocito. (La Capital)