Central ganó un partido durísimo ante Ferro y alcanzó a River en el segundo lugar

Con goles de los ingresados Javier Toledo, a los 18′, y de Santiago Biglieri, a los 89′, Central venció 2 a 0 a Ferro y alcanzó a River en el segundo lugar de la B Nacional y quedó a tres del líder Instituto, al cierre de la 31ª fecha del campeonato. La victoria fue muy importante por que la consiguió ante un rival muy duro y sin jugar bien.

Cuando el árbitro Alejandro Castro pitó el final del partido, a Juan Antonio Pizzi, técnico de Central, se le debe haber escapado una sonrisa. Es que la victoria ante Ferro por 2 a 0 llegó desde el banco, con los aportes goleadores de Javier Toledo y Santiago Biglieri, quienes ingresaron a los 17 minutos del complemento y en la primera pelota que tocaron los dos Central marcó el primer gol mediante un centro preciso de Biglieri y la aparición oportuna de Toledo. Y cuando el partido se moría, en una corrida de Biglieri, que hizo una pared con Castillejos, Santiago definió cruzado y al segundo palo para decretar el festejo alocado de las más de 6.000 almas que coparon la tribuna de Argentinos y disfrutaron de un triunfo sufrido y ajustado pero que tiene un enorme plus, por todo lo que implican estos tres puntos.

Así, con susto y con angustia, pero aferrándose a la ventaja conseguida con mucho trabajo, Central se terminó quedando con una victoria importantísima para sus aspiraciones de ascender ante un equipo durísimo como Ferro, que nunca se resignó ni se dio por vencido. Es que sin jugar bien, el triunfo le permite al canalla alcanzar a River, en la segunda posición del torneo de la B Nacional y mantenerse a tres puntos del líder Instituto, cuando restan siete partidos para el final de un campeonato apasionante.

Además este partido tuvo el plus de que sin jugar bien ni hacer un partido como tiene acostumbrado a su gente, en el que siempre es protagonista, el canalla se quedó con la victoria en un partido muy cerrado, en el que le costó mucho hacer pie y por momentos fue arrinconado por Ferro contra el arco de Manuel García, que volvió a responder con acierto, aunque en el balance se puede decir que sacó una pequeña luz de ventaja en el trámite y que la gran virtud, a diferencia de otras veces, la tuvo en la eficacia ofensiva, puesto que sacó provechó de las pocas chances claras que tuvo.

No obstante hay que decir que el 2 a 0 que edificó Central en la cancha de Argentinos fue mucho más cómodo en el resultado que en el trámite, pero la diferencia radicó en las áreas, donde esta vez el equipo dirigido por Pizzi hizo un aprovechamiento integral de las ocasiones que tuvo.

En el final Central no encontraba la pelota, y un remate de Aquino, que se fue cerca, y un cruce providencial de Gómez, evitaron el posible empate de Ferro. La ansiedad y el nerviosismo también jugaban su partido, la pelota les quemaba a todos y no podían dar dos pases seguidos. Hasta que apareció Biglieri, metió una corrida electrizante, con pared incluida con Castillejos, y definió cruzado para cerrar el partiudo y decretar el triunfo canalla.

Esta vez no tuvo el volumen de juego ni el buen trato de balón de otras veces, un poco por errores propios y otro poco por méritos del rival, aguantó bien parado en defensa cuando el trámite así lo ameritaba, y cuando no pudo apareció la figura de García para sostener el arco en cero, y cuando tuvo la oportunidad lo liquidó de contra, con la eficacia y contundencia que no tuvo otras veces.

En definitiva, sin jugar un gran partido y sin sus armas habituales, Central logró un triunfo de oro ante un durísimo rival que le permiten, no sólo seguir en la senda ganadora -lleva cuatro partidos ganados al hilo en el torneo- sino también treparse a la segunda colocación en el torneo de la B Nacional, junto a River y a tres de Instituto, en la recta final del torneo donde Central demostró estar entero y con las armas necesarias como para dar el golpe y cumplir con el objetivo trazado: la vuelta a primera. (La Capital)