A Central le faltó el gol y sigue sin ganar en el Gigante

El Canalla empató 0-0 ante Huracán y ya suma cinco encuentros sin triunfos en Arroyito. El equipo de Russo fue superior a un Globo mezquino pero careció de definición. Ni siquiera en los últimos 25 minutos, con un hombre de más, pudo quebrar la defensa visitante. El auriazul, con cuatro puntos tras tres fechas, no convenció y cosechó algunos silbidos.

El Gigante ya no le sienta bien. Central empató 0-0 ante Huracán y suma cinco encuentros sin poder ganar en Arroyito. Con un agravante: en los dos encuentros como local de este ciclo de Miguel Russo como DT ni siquiera marcó goles. El Canalla fue superior a un Globo que sólo se dedicó a mantener el cero en su arco pero le faltó definición. A los 21 minutos del segundo tiempo se fue expulsado Battaglia por una falta sin pelota pero el equipo auriazul no pudo aprovechar el hombre de más y volvió a decepcionar.

Central dominó la pelota de principio a fin y generó las mejores ocasiones. En los primeros minutos, José Luis García y Diego Lagos estuvieron movedizos y activos pero nunca llegaron a cerrar bien las jugadas.

El Canalla no tuvo gol, ese fue el problema. En parte porque Bracamonte sacó un muy buen centro, tiró un cambio de frente precioso pero en el área siempre llegó tarde o temprano. La única clara que lo tuvo como protagonista en el primer tiempo fue al minuto de juego pero la pelota le quedó algo incómoda atrás y su remate se fue cerca.

Después de eso las chances recayeron en Lagos, más preparado para desbordar y tirar centros que para definir. O en García, con criterio para administrar el juego pero tampoco afilado para la red.

El Globo del Chulo Rivoira -que venía de perder los dos partidos- casi no llegó pero sorprendió Milano con una media chilena que Caranta controló abajo.

Central reaccionó y tuvo una muy clara de tiro libre, cuando Jesús Méndez sacó un lindo disparo que a los 33 minutos descolgó Islas.

Una de las últimas opciones de gol de la primera etapa para el local ameritó su registro no por su peligro sino porque debería haber sido el camino a recorrer. Méndez -errático esta noche- sacó rápido un tiro libre y se la dio al Pipi García, quien sacó un remate de derecho muy desviado. No tuvieron éxito, pero sin duda Central dependía de esos encuentros entre calvos, para no desesperar, no arrancarse los pelos de nervios y apostar a jugar por abajo.

En el complemento, Central no perdió la paciencia, es cierto, pero tampoco generó fútbol. La sociedad no prosperó.

Hasta los 21 minutos el partido fue el mismo que en el primer tiempo pero a partir de allí, con la expulsión de Battaglia por una falta sin pelota, el equipo canalla tuvo más obligación que nunca. Y Russo puso en el campo de juego al pibe Pablo Becker y a Antonio Medina (en lugar de Pérez y García) y redobló la apuesta a ir por abajo.

Y las opciones llegaron: a los 34 Becker tuvo una clarísima pero en lugar de tirar a colocar sacó un remate potente al cuerpo de un rival y dos minutos después Nery Domínguez sacó un derechazo que pasó muy cerca. Tanto que Russo festejó un gol que no llegó ni esa jugada ni en las siguientes.

En términos futbolísticos lo mejor fue una de pincelada perdida de Martínez, cuando a los 10 minutos el pibe de Huracán piso con la suela el balón, le hizo un mimo y le tiró un caño bárbaro a Méndez, que debió tener ganas de irse en una de sus bicicletas.

Pese a los esfuerzos de Bracamonte, que fue una y otra vez, Central no tuvo gol. El cierre del partido renovó la desilusión del pueblo canalla, y el equipo cosechó algunos silbidos. Falta trabajo y el torneo es largo (van tres fechas), pero Arroyito empieza a ser una carga demasiado pesada para los jugadores de Russo, que cosecharon tres de los cuatro puntos que tienen fuera de casa. (Rosario3)