Más recursos y reformas para el Centro Cultural Fontanarrosa

La concejala radical María Eugenia Schmuck presentó un proyecto de ordenanza estableciendo que el Municipio destine una partida especial a los efectos de restaurar mobiliario y emprender tareas de preservación y mantenimiento del edificio del Centro Cultural Roberto Fontanarrosa.

El proyecto, que se encuentra en estudio en la Comisión de Presupuesto, especifica que se realizarán tareas como el remplazo de los equipos originales de aire acondicionado (frío), mejorar condiciones de iluminación, la adecuación del sistema de calefacción existente, cambio de pisos en aquellas salas en los que los mismos presenten un visible deterioro por el uso, reparación de varillas metálicas en aquellas salas y espacios en los que aún no han sido remplazados por cielorrasos, reparación de persianas metálicas, construcción de camarines, adquisición de mobiliario, entre otros.

“La iniciativa de cambio de denominación del ex Centro Cultural Bernardino Rivadavia, que acompañamos, también debería implicar un re funcionalización y puesta a punto del espacio y de su entorno, adecuando sus instalaciones y equipamiento para que esta nueva etapa de su actividad se desarrolle en un ámbito dotado de los elementos que garanticen una prestación adecuada a quienes asisten o generan en forma diaria los cursos, ciclos, funciones, recitales, presentaciones de libros, seminarios y conferencias programados por el Centro Cultural u organizadas por instituciones e incluso por la propia Municipalidad de Rosario”, indicó Schmuck.

La concejala radical advirtió que “determinados equipos de refrigeración, luminarias e incluso el mobiliario, denotan cierto deterioro básicamente relacionado a los años de uso, por lo tanto se hace necesaria la reparación. Pero también en el entorno es importante avanzar con obras que realcen el lugar”.

“El Centro Cultural es, desde hace muchos años, uno de los ámbitos de la cultura más importante de la ciudad, no sólo por sus dimensiones sino por la relevante actividad reflejada en una programación pluralista y participativa, que le ha otorgado mucho prestigio. Es un ámbito de participación ciudadana, de apertura a propuestas culturales, de formación a través de distintos talleres y ciclos. Si inicia una nueva etapa con el cambio de denominación adoptando el nombre de uno de los íconos de nuestra querida Rosario, corresponde garantizar también condiciones que brinden un mejor aprovechamiento del espacio, mayores comodidades para quienes lo usan, revalorizando entonces no sólo desde la denominación, sino también desde su uso, al Centro Cultural”, finalizó la edil radical.