Se juzgarán a Luis Patti y el ex presidente Bignone en Rosario

El condenado ex subcomisario bonaerense Luis Patti y el ex presidente de facto Reynaldo Bignone serán juzgados por el homicidio agravado de los militantes de la izquierda peronista Eduardo Pereyra Rossi y Osvaldo Cambiaso, secuestrados en un bar de Rosario en mayo de 1983 y asesinados en un falso enfrentamiento en Zárate.

Tras una dilación de más de ocho años, el juez federal de San Nicolás, Carlos Villafuerte Ruzo, giró a la Cámara Federal de Rosario para su elevación a juicio oral y público el expediente en que se investigan los asesinatos de los militantes peronistas Osvaldo Agustín Cambiasso y Eduardo Pereyra Rossi, delitos por los que están imputados, entre otros, el ex dictador Reynaldo Bignone, los ex policías bonaerenses Luis Abelardo Patti, Juan Spataro y Rodolfo Diéguez y el ex coronel Pascual Guerrieri.

Cambiasso y Pereyra Rossi, ambos militantes de la izquierda peronista, fueron secuestrados el 14 de mayo de 1983 del Bar Magnum de Rosario por una patota del destacamento de Inteligencia 121 y entregados a una patrulla de la policía bonaerense al mando del por entonces oficial inspector Patti y compuesta por el sargento Diéguez y el cabo Spataro, los que horas más tardes los fusilarían en la localidad de Lima, Partido de Zárate, bajo el supuesto de un enfrentamiento armado.

Esa causa recayó en manos del juez Juan Carlos Marchetti, quien pese a las pericias que advertían sobre las lesiones pre-mortem en ambos cuerpos, benefició a los imputados con el sobreseimiento provisorio, medida ratificada luego por la Cámara Federal.

Transcurrieron 22 años hasta el 2005, en que a instancias de los familiares de las víctimas representadas por la abogada Ana Oberlin, el fiscal subrogante de San Nicolás, Juan Murray, decidiera reabrir la investigación que recayó en el juzgado de Villafuerte Ruzo.

Con posterioridad, la desclasificación de documentos pertenecientes a la embajada estadounidense en Buenos Aires daría cuenta de la complicidad entre el Ejército y la policía en los asesinatos. En un despacho titulado “Rumores de golpe y el caso Cambiasso”, del 29 de junio de 1983, la diplomacia sostenía que “la ejecución no habría ocurrido sin la orden de los altos mandos”, al tiempo que advertía sobre la reacción del ala dura del Ejército que le reclamó a Bignone, por entonces presidente de facto, liberar a los policías y pasar el expediente al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, bajo amenazas de un golpe de Estado.

Los fusilamientos habrían sido parte de una operación que bajo el supuesto de un rebrote subversivo buscaba poner a los militares como garantes del proceso democrático que se abría aquel año.

En la etapa de instrucción Villafuerte Ruzo demoró excesivamente la causa, lo que le valió un pedido de recusación que no prosperó. Finalmente el lunes la envió a juicio oral por “homicidio agravado, torturas y privación ilegal de la libertad agravada”. Ahora la Cámara Federal de Rosario deberá fijar fecha.

“Es un logro muy importante, tuvimos que pelear mucho para que eso suceda”, dijo a la prensa la abogada Ana Oberlin, que advirtió que el juicio “seguramente se llevará a cabo en una fecha lejana” debido a las demoras que registra la justicia rosarina.

Por su parte, Ethel Cambiasso, hermana de Osvaldo, dijo sentir “una alegría enorme” y recordó que “cuando se produjo el hecho me desesperaba porque se hiciera justicia, iba a hablar con los testigos y todo el mundo me cerraba las puertas porque tenían pánico; tuvieron que pasar 30 años para que eso sucediera y todavía estoy viva y lo podré ver”.

Fuente: Agencias