Los tops del terrorismo

No existe hoy más que un solo movimiento decidido a la violencia y con capacidad de actuar a nivel global. Me refiero al islamismo.

Su objetivo es claro: utilizar en una escala que no se conocía hasta el presente la energía religiosa que “es la resultante del accionar de 1.300 millones de fieles que por puras razones de demográficas, se expande a en la totalidad de los continentes”, según la opinión de Hans Magnus Enzensberger, uno de los ensayistas alemanes más agudos que dio el siglo XX.

La ideología islamista está movilizando como nadie fuerzas radicalizadas que acompañan a la misma, por cuanto consigue amalgamar razones religiosas, políticas y sociales.

El nuevo modelo de violencia, convertido en “movimiento” logró algo que otros grupos terroristas no habían podido superar: el desprendimiento del centralismo para conformar un conjunto de redes con flexibilización tecnológica que alcanza a todo el orbe y que permite que cualquier habitante del planeta –en directo- asista, con asco, al accionar de un inglés convertido al islamismo, esto es el degollamiento de un periodista, al que bañado de sangre dejaron tirado en las arenas del desierto –me dicen de Yemen- con su cabeza apoyada en el tórax.

Estos terroristas tienen a sus prohombres más importantes originarios de la Rusia zarista como inspiradores de su sanguinario proceder, aunque, vale apuntarlo, también se recuestan en sus predecesores europeos.

El mismísimo Enzensberger señala que “ya no es el proletariado mundial, sino la ummah, la que sirve de sujeto revolucionario como vanguardia de las masas unificada en un una red conspiradora de guerreros islámicos.

Al momento de iniciarse la escritura de las primeras líneas de la presente columna, el presidente norteamericano seguramente tomaba debida nota del asesinato de otro norteamericano, a manos del mismo inglés, convertido al islamismo y lo ha sumado con nombre, apellido y antecedentes criminales a la nómina que tienen conformada los servicios de inteligencia de EE.UU. y europeos, a la que tuvo acceso la CNN y en la que están sindicados como sus enemigos más temibles en el campo del terrorismo.

El que se ubica hoy, en el primer lugar del listado de buscados es, sin duda alguna, Mohamed Deif, a quien sus seguidores denominan “Mercurio”, por la facilidad que tiene para escurrirse de las redes de inteligencia, fundamentalmente israelíes.

“Mercurio” cumplió sus primeros 54 años y es el jefe de las Brigadas al Qassam, el brazo armado de Hamas. En los materiales periodísticos de agencias internacionales se lo cataloga como un sujeto difícil de localizar, debido a que vive mudándose de pueblo en pueblo.

Nació en un campo de refugiados al sur de la franja de Gaza y tras ser detenido por la Autoridad Nacional Palestina, en el transcurso de la segunda Intifada escapó de la cárcel en el 2000, fecha desde la que vive en la clandestinidad. Logrando escapar desde entonces, de seis operativos de captura que se realizaron para detenerlo sin éxito.

En la recopilación de los terroristas más buscados por su altísima peligrosidad, se hace mención al líder islamista checheno Doku Umarov. También figura el líder de Hezbollah Hassan Nasrahhah y el grupo Abu Sayyaf, que tiene su centro de poder en el sur de Filipinas.

A ello debe sumarse a Saif al Adel, un componente de alto rango de Al Qaeda, aunque fuentes periodísticas señalan que podría estar detenido en Irán. A algunos de ellos nos referiremos más adelante en este informe.

La resultante de las nuevas alianzas

Como consecuencia de nuevas alianzas entre grupos y el ya mencionado desarrollo de tecnologías para propagar terror, vale mencionar a Ayman al Zawahiri, un médico egipcio de 62 años, quien asumió el mando de Al Qaeda tras la muerte de Osama Bin Laden, en 2011.

Él admitió que “otros grupos radicados en la Península Arábiga (AQPA) y en el Magreb Islámico están en mejor posición de realizar ataques como el del 11/9”, aunque escuchas de un mensaje de audio que emitió y que fueran detectadas, recomendó a sus huestes realizar “acciones blandas, con tomas de rehenes”.

El gobierno de EE.UU. ofrecía, en el 2009, la suma de 25 millones de dólares-según el periodista Enrique Oliva, un reconocido especialista en la temática a la que nos referimos-, por su captura.

Nasir al Wuhayshi

Es un terrorista con un currículum extenso. Era el secretario privado de Laden en Afganistán y en el 2006 escapó de una cárcel de Yemen, junto a otros miembros de Al Qaeda. En ese territorio fundó una “sucursal” y comenzó a atacar a fuerzas de seguridad yemeníes y a turistas, a la vez que comandó un ataque contra la Embajada de Estados Unidos en Yemen. Incluso medios de comunicación ingleses lo han sindicado como asesor operativo de la filial de al Qaeda en el norte de África.

Ibrahim al- Asiri

Es otro de los saudíes más buscados. Tiene más de 31 años y es experto en la fabricación de bombas. No es muy conocido,. Se cree que fue él quien diseñó la bomba «ropa interior» que casi derribó un avión de EE.UU. sobre Detroit, así como las “bombas-impresoras” enviadas como carga de Sanaa, Yemen, con destino a los Estados Unidos antes de ser interceptadas.

Al- Asiri envió a su hermano menor Abduillah con una bomba oculta en el recto, en un esfuerzo para matar el jefe antiterrorista de Arabia Saudita, Mohammed bin Nayef. El hermano murió en el ataque y Nayef sobrevivió.

Se presume que vive en algún lugar del vasto interior montañoso del sur de Yemen.

Moktar Belmoktar

Nacido en 1972, es oriundo de Argelia, aunque se estima que habitaría en el desierto conocido como el Sahel. Dirigió una unidad de elite llamada «Los que firman con sangre», que según dijo sería el escudo contra el «enemigo invasor». Poco tiempo después, sus combatientes lanzaron un ataque contra la planta de gas en Amenas en el sur de Argelia. Un sitio de tres días dejó cerca de 40 trabajadores extranjeros muertos.

Desde entonces, los combatientes de Belmoktar han lanzado ataques contra una academia militar y la mina de uranio de Francia en Níger, a pesar de perder gran parte de su libertad de movimiento después de la intervención francesa en Malí.

Belmoktar tiene como especialidad el contrabando y el secuestro. A menudo se le llama «Mr. Marlboro » debido a su tráfico ilícito de cigarrillos, y se cree que ha acumulado millones de dólares a través de rescates para los occidentales secuestrados en la referida Malí.

Creció en la pobreza en el sur de Argelia. Viajó a Afganistán en 1991, en ​​su adolescencia para luchar contra su entonces gobierno comunista, y regresó a Argelia. Se unió con el Grupo Islámico Armado (GIA) en su campaña brutal contra el régimen argelino, del que los militares argentinos adoptamos las peores mañas para hace desaparecer a sus opositores.

Abu Muhammad al- Julani

El grupo de al- Julani – Frente al- Nusra – se ha convertido en una de las facciones rebeldes más eficaces. Fundado en enero de 2012, es un grupo yihadista con alrededor de 10.000 combatientes, muchos de ellos con experiencia en la guerra de Irak. Se especializó en atentados suicidas.

«Una proporción cada vez mayor de nuestro trabajo ahora tiene algún vínculo con Siria», dijo en un discurso en Londres.

Se sostiene que es un yihadista sirio con presuntos lazos cercanos a Abu Musab al- Zarqawi y Al Qaeda en Irak.

Abu Bakr al- Baghdadi

Abu Bakr al- Baghdadi, nació en Samarra y es el líder del Estado Islámico en Irak y Siria (ISIS) se mostró públicamente en desacuerdo con al Julani sobre la jerarquía regional, afirmando que al- Nusra era parte de su grupo.

Dentro del territorio de Irak, al- Baghdadi ha controlado ataques terroristas contra el Estado dominado por los chiítas y el aparato de seguridad, con la ayuda de fugas de la cárcel y los asaltos a bancos.

También reivindicó atentados contra civiles chiítas y se le atribuyó una ola de atentados en Bagdad, en el que murieron más de 50 personas.

Sirajuddin Haqqani

La Red Haqqani, sería la responsable de algunos de los ataques mortales en Kabul –Afganistán- en los últimos años. Un ataque coordinado en el Hotel Serena en dicha ciudad afgana dejó seis muertos. Otra huelga, recordará el lector, en junio de 2011 mató a 12 personas en el Hotel Intercontinental.

Es responsable de la muerte o heridas de más de 1.000 soldados estadounidenses en Afganistán. Conocido como Siraj, Haqqani es el hijo del fundador del grupo.

Su familia pertenece a la tribu Zadran, que atraviesa la frontera entre Afganistán y Pakistán, y se extiende a la provincia de Khost. Los Haqqani tienen una estrecha relación con Al Qaeda y los talibanes, pero también se determinó que reclutan yihadistas chechenos y turcos.

Abubakar Shekau

Durante los últimos cuatro años condujo a Boko Haram, un grupo salafista del norte de Nigeria, que ha comenzado a cooperar con guerrilleros de Malí.

En eun informe que publicó el referido Oliva, se indica que “su objetivo principal siguen siendo las iglesias y objetivos cristianos y las autoridades policiales en el norte de Nigeria”.

Shekau llevó a cabo su primer atentado suicida contra la sede de la ONU en la capital, Abuja, matando a 23 personas. El grupo también ha secuestrado y matado a varios rehenes occidentales. Hay informes contradictorios que afirman que Shekau murió en un ataque realizado por las fuerzas especiales de Nigeria.

«Boko Haram» significa «la educación occidental está prohibida» y refleja el rechazo total del grupo de la modernidad y las influencias occidentales.

Doku Umarov

Es el líder del Emirato del Cáucaso (CE), un grupo checheno dedicada a llevar la ley islámica a gran parte del sur de Rusia.

El Departamento de Estado de EE.UU. reconoció a Umarov como un Terrorista Global en 2010.

El núcleo principal del grupo ha sido en atacar las instituciones rusas y objetivos civiles. En enero de 2011, bombardeó el aeropuerto Domodedovo de Moscú, matando a 36 personas, y es responsable de los atentados suicidas de las estaciones de metro de Moscú en 2010 en los que murieron a 40 personas.

Umarov nació en el sur de Chechenia en 1964, de acuerdo con algunos sitios web chechenos, y describe a su familia como parte de la «intelectualidad».

La última en ingresar

Una ex rockera británica, madre de clase media de dos pequeños, es la última adquisición de la banda terrorista ultra islámica del Isis.

Su nombre es Sally Jones – ahora se hace llamar Sakinah Hussein-, de 45 años, y según dice, está ansiosa por decapitar cristianos con un cuchillo desafilado, según informó el Daily Mail.

Jones, está casada con su nuevo marido yihadista, un hacker británco, y tras vivir de los beneficios del estado británico en su condición de desempleada, Sally dejó todo para huir con su «toyboy», de 20 años.

La inteligencia inglesa tendría confirmado que abandonó a sus hijos para casarse con el presunto británico, autor del asesinato del periodista norteamericano, James Folley, decapitado en Siria, por el ISIS.

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Ricardo Marconi

Licenciado en Periodismo. Posgrado en Comunicación Política. rimar9900@hotmail.com