Canallada desde los doce pasos: Central semifinalista

Los canallas no tuvieron un buen partido, igualaron 0 a 0 con un equipo alternativo de River pero pasaron desde los doce pasos por Caranta y Abreu. La escuadra de Russo espera ahora por Estudiantes de Caseros o Argentinos Juniors en la instancia siguiente de la Copa Argentina. Se agranda el sueño de dar la vuelta y entrar a la Libertadores.

Rosario Central dio un gran paso en su gran objetivo del semestre: la Copa Argentina. Anoche, en San Juan y por penales, dejó eliminado a River y se metió en semifinales, donde lo espera Argentinos Juniors o Estudiantes de Caseros, dos rivales de categoría inferior que se medirán el próximo 16 de octubre. La instancia previa a la final se disputará el 12 de noviembre.

El conjunto de Russo igualó 0 a 0 en los 90 minutos jugados en San Juan y desde los doce pasos se impuso gracias a que Mauricio Caranta le contuvo el quinto remate a Bruno Urribarri y a que Sebastián Abreu convirtió el disparo decisivo. El tanto del oriental desató el delirio de la tribuna auriazul y del plantel, que festejó a los saltos y cantando en la cancha.

En el transcurso del juego, la Academia tuvo un rendimiento deslucido, viéndose incluso superado por una formación millonaria alternativa que supo cómo dominar la mayor parte del trámite y generar las situaciones de gol más importantes, como los dos tiros en el palo que pegó Giovanni Simeone.

En el primer tiempo, Central se mostró incómodo, impreciso y estático, abusando del pelotazo a Abreu y casi sin lograr llevar peligro sobre el arco de Chiarini. Sólo se cuenta un cabezazo de Valencia tras centro de Barrientos. Del otro lado, el citado disparo en el travesaño del Cholito y una intervención de Caranta, que le ahogó el grito a Driussi, en las dos ocasiones más favorables para los de Gallardo.

En el inicio del segundo tiempo, se vio lo mejor de los auriazules, que adelantaron sus líneas, presionaron más adelante y mostraron más voracidad ofensiva, aunque ninca pudieron hallar el volumen de juego necesario para torcerle el brazo a su oponente. Salvo un tiro cruzado de Valencia y un gol anulado a Musto por mano intencional, no se contaron mayores jugadas de riesgo sobre la meta de los de Núñez.

Luego de los primeros quince, River volvió a encontrar el aplomo que exhibió en el primer acto y volvió a poner en jaque a Caranta con algunas buenas llegadas: primero, con un atajadón a Guido Rodríguez; luego, con el otro remate en el travesaño de Simeone; y finalmente, con una doble salvada ante Rojas y Urribarri.

Pero en el final, iba a ser Central el que tuviera la llave para ganarlo. Pudo quedarse con el pasaporte a la final antes, pero falló: a los 47´, Becker equivocó el pase final en una contra fulminante; y a los 48´, Abreu quiso picarla tras el rebote de Chiarini, pero el guardameta cordobés le adivinó la intención, remendó su error y envió la definición a los tiros desde el punto del penal.

Ahí, lo ya enunciado: la seguidilla de penales convertidos hasta la atajada de Caranta y el remate ganador del uruguayo, que puso a Central entre los mejores de una Copa que lo tiene claramente, por nombres e historia, como el máximo candidato a ganarla. Eso sí: para ratificarlo, venga quien venga en la fase siguiente, deberá mejorar mucho la escasa producción futbolística de esta noche.

(Rosario3)