Tras medio siglo, EEUU y Cuba restablecen relaciones diplomáticas

La Habana liberó al contratista Alan Gross a cambio de tres espías. Ambos países acordaron el restablecimiento de sus embajadas.

Estados Unidos y Cuba acordaron restablecer las relaciones diplomáticas más de medio siglo después de su ruptura, un giro histórico tras décadas de hostilidades entre Washington y la isla de gobierno comunista. «El aislamiento no ha funcionado, es hora de un nuevo enfoque», dijo el presidente estadounidense Barack Obama en una conferencia televisada aludiendo a la política de Washington hacia la isla. Obama anunció que los dos países, viejos enemigos de la Guerra Fría, acordaron establecer embajadas en sus capitales y que Estados Unidos relajó restricciones de viaje para sus ciudadanos y límites a las remesas que pueden enviar a la isla.

Durante un anuncio paralelo, el presidente cubano, Raúl Castro, confirmó el acercamiento de las dos naciones separadas por sólo 140 kilómetros de mar Caribe. «Esta decisión de Obama merece el respeto y el reconocimiento de nuestro pueblo», dijo Castro. «Esto no quiere decir que lo principal se haya resuelto. El bloqueo económico, comercial y financiero que provoca enormes daños humanos y económicos a nuestro país debe cesar». Obama dijo que hablará al Congreso estadounidense sobre el levantamiento del embargo económico a la isla, que necesita de una aprobación legislativa que no sería fácil de obtener, mientras que el Departamento del Tesoro indicó que las sanciones financieras a Cuba serán enmendadas en las «próximas semanas». Para Obama, Cuba también tiene algunas asignaturas pendientes y dijo que la isla aún debe hacer cambios en el frente de los derechos humanos, así como avanzar en las reformas económicas que inició Castro tras suceder a su hermano Fidel en 2008. El anuncio histórico, realizado después de que los dos presidentes hablaran casi una hora por teléfono, siguió a la decisión de La Habana de liberar al contratista estadounidense Alan Gross y a otro agente de inteligencia a cambio de tres presos cubanos. Castro dijo que Gross, cuyo estado de salud está muy deteriorado, fue liberado por motivos humanitarios tras pasar cinco años tras las rejas.

Intercambio. Cuba arrestó a Gross, ahora de 65 años, el 3 de diciembre de 2009. El subcontratista de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) fue condenado a 15 años de cárcel por importar tecnología prohibida y tratar de establecer una red de internet clandestina. Su caso era un obstáculo para la normalización de los vínculos entre La Habana y Washington, que carecen de relaciones diplomáticas desde los primeros años de la década de 1960, poco después de que Fidel Castro llegó al poder con la revolución de 1959.

La Habana culpaba al gobierno de Estados Unidos por el encarcelamiento del contratista estadounidense y había ofrecido en reiteradas ocasiones entrar en un diálogo sin condiciones previas, una propuesta que hasta ahora había sido rechazada por Washington. Gross aterrizó ayer de vuelta en su país en la base militar Andrews. El gobierno cubano siempre intentó vincular el tema de Gross a los casos de tres agentes de inteligencia que cumplían prolongadas penas de cárcel en varias ciudades estadounidenses por espiar a grupos de exiliados cubanos y monitorizar instalaciones militares en Florida. Ellos son considerados héroes en casa. Castro también puso en libertad a un agente de inteligencia estadounidense que estuvo casi 20 años tras las rejas. Los tres cubanos liberados en el canje son Gerardo Hernández, Antonio Guerrero y Ramón Labañino, presos desde 1998. Los tres están ya de vuelta en la isla.

Críticas y elogios. Cuando Obama llegó a la presidencia en 2009, flexibilizó algunas restricciones sobre Cuba, como los viajes de los cubanos-estadounidenses y el envío de remesas a la isla. Pero con el arresto y condena de Gross se estancó el proceso de acercamiento entre Washington y La Habana. de acercamiento entre Washington y La Habana. El Papa Francisco, que según Obama tuvo un rol clave en la liberación de Gross, felicitó ayer a los dos países por su decisión.

Balde de agua fría. El Senado estadounidense, donde los demócratas aún son mayoría, felicitó a la Casa Blanca por el acercamiento. En la oposición republicana en tanto el anuncio cayó como un balde de agua fría. El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, dijo que los cambios en la política hacia Cuba fueron la última de una serie de «concesiones sin sentido». Robert Menendez, un cubano-estadounidense que preside el Comité de Relaciones Internacionales del Senado, criticó rápidamente la decisión de Obama, asegurando que intercambiar a Gross por «criminales convictos establece un precedente extremadamente peligroso». Y el senador republicano Marco Rubio dijo que «haría todos los esfuerzos» para impedir el acuerdo.

Muchos en la comunidad de 1,5 millón de exiliados cubanos en Estados Unidos se llenaron de optimismo con la noticia por la posibilidad de tener un acceso más rápido a sus familiares. Otros, el sector más conservador, criticaron a la Casa Blanca por hacer concesiones con los Castro.

(La Capital)