En busca de la decisión del soberano

Repasábamos nuestros escritos de un año atrás y nos asombrábamos del vertiginoso curso que fueron tomando los hechos políticos narrados a más de un año vista de las elecciones. Para alimento del ego, la mayoría de los anticipos se confirmaron; otros sucumbieron ante la volátil dinámica de la lógica política.

Por ejemplo, sobre fines de año contábamos que en una visita a la localidad de Villa Guillermina el Jefe de Gabinete Jorge Milton Capitanich le habría dicho al diputado nacional Omar Perotti, «preparate porque si Bielsa dice que no, sos el candidato». Presagio que se cumplió en las últimas horas de la semana pasada cuando María Eugenia Bielsa dijo que no competirá por la Gobernación – ni a ningún otro cargo – y Perotti fue ungido el candidato de «La Rosada».

Mostrando un ego superlativo, combinado con un narcisismo político que anuló sus genuinos sentimientos de cómo debiera ser – a su juicio- la política, María Eugenia Bielsa llevó al peronismo, o al menos a una gran parte del mismo, al filo de precipicio de las expectativas para después dejarlo caer al mismo. El Plan B Perotti-Ramos lo salvó del estropicio.

Hoy el peronismo, después de tantos flirteos de unidad, promovida al principio – en vano- por el voluntarioso presidente de la Cámara de Diputados Luis Rubeo y luego la bienintencionada actitud de Reutemann con la esquivó seguir junto a Sergio Massa (quien los otros días en un reportaje publicado por este Diario se cobró de manera brillantemente perversa la factura) pareciera que con la fórmula Perotti-Ramos se encamina a enfilar el «barco al garete», figura con la cual graficaba al peronismo un encumbrado dirigente allá por mayo del 2014.

El modesto objetivo inicial de mínima del PJ de Perotti-Ramos debiera ser no volver a escriturar por tercera vez consecutiva el tercer puesto (con ominosos 22%) detrás del asombroso Miguel del Sel y volver al piso histórico del 35% para luego salir a la caza del ex Midachi. Y así llegar hasta las casamatas del FPCyS.

La presencia de Héctor «Tigre» Cavallero con su piso de cien mil votos en Rosario encabezando la lista de diputados provinciales de Perotti-Ramos no debiera confundir las perspectivas (lo mismo podría decirse de Bonfatti en el FPCyS) toda vez que, como dijimos, la boleta única transformará este proceso electoral en cinco elecciones en un solo acto. La colectividad partidaria quedó relegada al personalismo.

De la misma manera ocurrirá con las categorías colegiadas (diputados y concejales). La encandiladora boleta única aviva las mas fantasiosas cuentas electorales, animando a muchos a internarse en la espesura de armados que podrían hundirse patéticamente cuando se abran las urnas. La dispersión de votos que podrían ocasionar listas empeñosas podrían arruinar estrategias partidarias. Y desolar a los independentistas.

Apelando a la popularidad – inaugurada exitosamente por Menem en los albores de «los noventa» con Reutemann, Palito Ortega y Scioli, y copiada luego por Mauricio Macri con Del Sel- para este turno electoral no pocos hombres y mujeres, básicamente del periodismo fueron tentados para encabezar fórmulas o listas. Algunos aceptaron porque los sedujo el proyecto y la posibilidad de incursionar en el atrapante mundo de la política con una clara actitud de servicio. Los más prefirieron seguir informando o comentándola desde sus trincheras profesionales.

En este primer turno electoral del 19 de abril los ciudadanos santafesinos intentarán ser seducidos por cuatro propuestas: la del FPCyS gobernante con sus candidatos Miguel Lifschitz y Mario Barletta que propondrán seguir en el mismo camino con sus matices personales para modificar lo que consideran inalcanzado (por ejemplo la seguridad pública). El Pro de Miguel del Sel que propone un rotundo y atrevido cambio de timón; el peronismo planificador de Perotti que conoce desde adentro la gestión de gobierno (Perotti fue Ministro de la Producción de Jorge Obeid) y mas allá de la retórica proselitista seguramente no dinamitaría mucho de lo realizado. Y «lo nuevo» dentro del peronismo de Buzzi y Martínez con su referencia nacional en Sergio Massa.

Dentro del FPCyS Mario Barletta deberá moderar la encendida verba de su primer diputado socialista Rubén Giustiniani, quien parece más preocupado por destilar sus profundas e irreconciliables diferencias internas con la cúpula del Partido encarnada en Bonfatti y Lifschitz, que en el bien electoral del Frente del cual forma parte. El 20 de abril el FPCyS será uno solo con un único objetivo: retener la Gobernación. A menos que a Giustiniani no le interese. Al radicalismo que lo acompaña, comenzando por el intendente santafesino José Corral, sí.

El Pro de Macri – Del Sel con sus alianzas estratégicas con FE de Gerónimo «Momo» Venegas y PyT (y el solitario radical Vice gobernador Boasso) deberán agudizar, básicamente en esta ciudad capital, el ingenio dialéctico a la hora de explicar posturas al contribuyente sufragante.

Ningún político en campaña debería subestimar – y mucho menos menospreciar – la inteligencia del ciudadano medio. Lo que a simple vista pareciera un desentendimiento de los discursos, dichos y actitudes de los candidatos, es asimilado en el subconsciente ciudadano que puede generar a la hora de decidir el consciente voto, peligrosas actitudes inconscientes de autodefensa.

Es por ello que sobrepasarse en las críticas al adversario de turno; ó apelar al riguroso facilismo de los «cliché» de campaña, ofreciendo soluciones mágicas para problemas sociales o económicos como si fueran productos milagrosos para sacar las manchas más rebeldes, sin profundizar en los insondables entramado de esos verdugos (inseguridad, pobreza, falta de oportunidades) y sus racionales abordajes, podría constituirse en peligrosos boomerang.

Formamos parte de una sociedad mucho más sensibilizada que hace cuatro años. El grado de exaltación personal se advierte en la agresividad interpersonal puesta de manifiesto – no de manera exculpatoria – por el Gobernador Bonfatti y ratificada hace unos días por el Fiscal General Julio De Olazábal al comentar el devenir del primer año del nuevo Sistema Procesal Penal.

Quizás la manifestación colectiva de esos estados de ánimo pueda exteriorizarse el próximo miércoles 18 en las marchas de silencio en homenaje y recuerdo del ex Fiscal Nisman. De ahí la tremenda preocupación del gobierno central.