Luna entró en emergencia nacional para un trasplante bipulmonar

Luna Palazzo tiene 19 años. Nacida en Reconquista y que vive y estudia en Rosario, integra la lista de pacientes en emergencia nacional del Instituto Nacional Central Unico Coordinador de Ablación e Implante (Incucai).

Luna Palazzo, una joven de 19 años nacida en Reconquista y que vive y estudia en Rosario, integra la lista de pacientes en emergencia nacional del Instituto Nacional Central Unico Coordinador de Ablación e Implante (Incucai) en espera de un donante para un trasplante bipulmonar. Hasta que este aparezca, Luna permanece desde el 5 de este mes internada en la sede de la Fundación Favaloro en Buenos Aires, en el área de terapia intensiva.

Según explicó Mónica Díaz, madre de la joven, a poco de nacida los médicos le diagnosticaron fibrosis quística a Luna, quien con los años fue sufriendo el consecuente daño pulmonar por el que se incluyó en la lista de espera para el trasplante.

La chica está de buen humor. En la página de Facebook “Todos por Luna” puede apreciarse un breve video en el que juega con el control de la cama ortopédica. Ayer por la tarde, y por medio de su madre, expresó a este diario que “el acto más solidario que puede concretar un ser humano es ser donante”.

Según indicó Mónica, la situación de Luna se complicó el 1º de febrero cuando se le produjo un cuadro de neumotórax, lo que le impidió continuar utilizando un “bipap”, un sistema de ventilación mecánica con el que se asistía. A raíz de esto fue trasladada a la Fundación Favaloro, donde le drenaron el pulmón y quedó internada. Tales condiciones —la imposibilidad de uso del bipap, su internación y requerir asistencia respiratoria— son las que establece el Incucai para que un paciente entre en la lista de emergencia nacional, y tenga prioridad para recibir el órgano.

Luna, que el 28 de este mes cumplirá 20 años, inició el año pasado la carrera de bellas artes en la Universidad Nacional de Rosario, pero el lugar no ofrece las condiciones adecuadas para su problema, “con aulas en las que se fuma y con carencia de ascensores que permitan acceder a los pisos superiores”, señaló la madre de esta joven, que en su afán de estudiar luego inició clases de canto y actualmente se inscribió en diseño gráfico.

(La Capital)