Proyecto polémico: ¿No habrá más countries en Rosario?

El Concejo estudia un proyecto que plantea prohibir la instalación de más barrios privados en Rosario. La iniciativa, que busca repensar el modo de distribución de tierras en la ciudad, fue impulsada por el Movimiento Social Giros, que desde hace un tiempo trabaja en un proyecto de sustentación pública para Nuevo Alberdi rural, donde se gestiona la expropiación de 250 hectáreas para la autogestión de vecinos a través de la cría de animales, fabricación de ladrillos y huertas comunitarias. El presidente del Concejo, Miguel Zamarini, adhirió a la iniciativa.

Con datos estadísticos propios que muestran una escasa oferta de tierras para que los sectores de menores recursos puedan acceder a la vivienda propia —dicen que el 80 por ciento de zonas para nuevas viviendas está en manos de monopolios— Giros ingresó al Palacio Vasallo el proyecto que pretende eliminar las barreras internas y poner fin a los countries.

En este contexto, que reinstala el debate respecto al rol del Estado sobre el manejo de la tierra para uso público, fue el propio intendente Miguel Lifschitz quien, hace días, reconoció que el déficit habitacional en la ciudad «afecta a cincuenta mil familias».

Entre los considerandos, el proyecto recuerda que «se vive un proceso de concentración de la tierra en manos de grupos monopólicos (1.444 hectáreas, aproximándose al 9 por ciento de la totalidad del territorio rosarino) ubicada en las zonas norte, noroeste y oeste de la ciudad» (ver infografía).

Ante este panorama, Giros se pregunta qué pasará si el Estado no interviene y remarca dos puntos: Uno, que no quedan tierras disponibles para urbanizaciones que no sean de alta gama; y dos, que todas las tierras privadas son altamente beneficiadas con la obra pública.

Según el documento, si no se toman medidas, de los 72 millones de pesos que se invirtieron en obras de saneamiento y canalización del arroyo Ludueña, 32 millones benefician a los emprendimientos privados.

El presidente del Concejo, Miguel Zamarini, indicó que “comparte la inquietud en general, después habrá que ver las cuestiones particulares. La experiencia de los barrios cerrados en Rosario no ha sido muy satisfactoria, el tema merece un debate”, admitió el concejal.

En tal sentido, consideró que “hay que construir consensos siguiendo los fundamentos del proyecto. Tiene que haber un proceso de revalorización de la política local de urbanización, no hay que dejar todo en manos de los emprendedores privados. Es una obligación del Estado interceder para que no se siga corriendo hacia otros sectores a los que menos tienen”, remató Zamarini.

(on-24)