Se cumple un año del desembarco de Gendarmería

Alrededor de dos mil agentes federales estuvieron en la ciudad por más de 8 meses con el objetivo de frenar la escalada de violencia y la narcocriminalidad.

Hace exactamente un año se produjo el desembarco de dos mil agentes de Gendarmería para tratar de combatir el narcotráfico y garantizar la seguridad en Rosario. Fue una misión pacificadora. Liderados por el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, los agentes federales se desplegaron en el territorio con la intención de disminuir el alto nivel de conflictividad que evidenciaba la ciudad. Fue un desplazamiento que se extendió durante más de ocho meses, que se ganó el respeto de los ciudadanos, y que evidenció crudamente los problemas de las autoridades y las fuerzas locales para frenar una peligrosa escalada de violencia urbana y la narcocriminalidad.

El mismo día del arribo, personal de Gendarmería y Prefectura realizó 89 allanamientos, derribó búnkers de venta de droga, incautó estupefacientes y detuvo a 25 personas. Fue una muestra de megaoperativos que se repitieron con frecuencia. Un indicio de un contexto de seguridad diferente que provocaron las fuerzas nacionales, que se centró en las zonas más calientes de la ciudad, y que ayudó a encontrar un clima de menor tensión en su estadía.

Gendarmería cambió las sensaciones de la gente. Sus constantes patrullajes quedaron en el inconsciente colectivo de los vecinos como imágenes que despertaron serenidad y confianza. Fundamentalmente, con más presencia en las calles, corrieron el temor por un tiempo y forjaron escenarios de mayor tranquilidad. Además, en forma simultánea fueron capacitando a la policía provincial para estas tareas.

El 23 de diciembre, el Ministerio de Seguridad provincial confirmó el retiro de las fuerzas. El grueso de los efectivos fueron destinados a otros destinos en la provincia de Buenos Aires, mientras que el resto se replegó a sus orígenes.

En Rosario sólo quedaron en forma permanente 600 efectivos, y desde ese momento tanto el gobernador Bonfatti como la intendenta Fein reclamaron el regreso.

«Cumplimos con la palabra de mantener dos mil hombres durante más de ocho meses, y ayudamos a la provincia de Santa Fe a la creación y puesta en la calle de unos 2.000 nuevos policías», resaltó el secretario Berni a fines de diciembre.

La salida de Gendarmería dejó lugar para el recrudecimiento del delito en la ciudad. Y el comienzo del año reflejó números preocupantes, ya que se produjeron más de 60 homicidios dolosos. Mientras, las autoridades provinciales apuestan a la formación de nuevos policías.

El paso de Gendarmería por Rosario provocó tal impacto positivo que hoy los políticos lo utilizan como bandera de campaña. La mayoría, desde distintas vertientes políticas, coincide es que es muy necesario el retorno de estos efectivos para garantizar las tareas de protección en una ciudad que atraviesa tiempos violentos.

(Sin Mordaza)