¿Cómo se sintió el paro en la ciudad?

Desde temprano y hasta las primeras horas de la tarde hubo cortes parciales en los principales ingresos a la ciudad. La falta de colectivos y piquetes en accesos fueron los puntos más notorios.

El paro nacional lanzado por los gremios opositores al gobierno de Cristina Fernández tuvo en Rosario la contundencia que se preveía ante la falta de transporte de pasajeros.

Sin colectivos, la actividad se vio resentida, pese a que prácticamente la totalidad de los comercios levantaron las persianas, una vez que los bancos cerraron sus puertas (trabajaron con normalidad), los efectos de la huelga se hicieron más notorios porque las calles fueron quedando despobladas. Tampoco hubo actividad escolar y, como se había anunciado desde el sector, no se cumplió con el servicio de recolección de residuos y barrido.

La huelga estuvo impulsada por la Confederación de Trabajadores del Transporte (Catt), la CGT Azopardo, de Hugo Moyano, la CGT Azul y Blanca, de Luis Barrionuevo, y la CTA opositora, de Pablo Micheli, y varias agrupaciones de izquierda respaldaron la protesta.

Entre los reclamos de los gremios se encuentran las paritarias libres “sin piso y sin techo” y la eliminación del impuesto a las Ganancias para los trabajadores.

En los accesos a la ciudad, los piquetes del Sindicato de Camioneros y la Corriente Clasista y Combativa dificultaron la circulación durante buena parte de la jornada. Hubo cortes en el cruce de la autopista a Buenos Aires y avenida Circunvalación y también en Juan José Paso y Circunvalación. Sobre esa misma avenida, a la altura de Presidente Perón, se sumaba a la concentración de camiones y recolectores de residuos que, aunque no impidieron el paso, redujeron los carriles y provocaron largas colas de vehículos.

Algo parecido ocurrió en el kilómetro cero de la autopista a Santa Fe, donde manifestantes identificados con el verde y blanco del Sindicato de Camioneros sólo permitieron el paso de vehículos livianos y en una fila india que por momentos se hizo extensa.

En el casco urbano, ante la ausencia de colectivos, taxis y remises trabajaron con intensidad para paliar esa falta, y hubo momentos en los que resultó difícil encontrar un coche de alquiler desocupado en la calle o conseguir que las empresas de radiollamada atendieran el teléfono.

En horas del mediodía hubo una marcha desde la plaza 25 de Mayo a la San Martín, aunque menos concurrida de lo esperado. “Consideramos que la adhesión al paro tenía que ser activa por eso Amsafé Rosario votó adherir y marchar”, explicó Juan Pablo Casiello, secretario gremial del sindicato docente local que formó parte del grupo manifestante.

Como era de esperarse, la Terminal de Ómnibus estuvo desierta; incluso, hubo boleterías donde directamente no se trabajó (otras igualmente se dedicaron a la venta de pasajes).

Y la plaza Sarmiento, punto neurálgico donde concentra gran parte de las líneas del transporte urbano y de media distancia, también lució vacía.

En los centros de salud la atención se vio reducida por la adhesión del Sindicato de Médicos de la República Argentina (Amra), y a ello se le sumó la de los estatales nucleados en ATE, por lo que un área como la salud se vio profundamente afectada.

En coincidencia con esta jornada de protesta hay que agregar a los docentes universitarios de la Coad, quienes la semana pasada determinaron una huelga por 48 horas desde el lunes, en el marco de una lucha que vienen llevando adelante por aumento salarial.

“Un paro para la derecha”

El titular del Sindicato de Trabajadores Judiciales de Santa Fe, Juan Nucci, explicó que “en el país hay sólo dos proyectos de poder, el movimiento nacional y popular, que lidera nuestra presidenta, y el la derecha neoliberal que tiene como figura política más importante a Mauricio Macri y es apoyada y sostenida por las grandes corporaciones económicas y políticas”. En ese sentido, indicó que “fuimos y seremos solidarios con todas las luchas, pero cualquier medida, en este caso un paro que se autodenomina del sindicalismo opositor, sólo puede acumular en la derecha”.

Para el gremialista rosarino “los trabajadores sabemos que la lucha por seguir recuperando derechos requiere la defensa de lo conquistado, y eso sólo se logra manteniendo el rumbo que sostiene nuestra compañera presidenta”.

Los mercantiles, con asistencia casi perfecta

La Asociación Empleados de Comercio de Rosario (AEC) consideró que la actividad comercial de la ciudad se desarrolló prácticamente sin alteraciones, según datos aportados por un relevamiento realizado por los propios directivos de la AEC e integrantes del cuerpo de delegados en las zonas centro, norte, sur y oeste.

El balance que hizo el gremio mercantil es el siguiente:

“Alrededor del 95 por ciento de los mercantiles asistió a sus lugares de trabajo en supermercados e hipermercados”.

“En los shoppings y otras grandes superficies, la presencia de los trabajadores registraba, hasta el mediodía, un porcentaje similar al de súpers e hipermercados”.

“En los negocios ubicados en el centro, mayoritariamente en las peatonales y en calle San Luis, la asistencia llegaba al 98 por ciento”.

“En los negocios más chicos, ubicados en distintos barrios, se podría afirmar que los trabajadores mercantiles se hicieron presentes en su totalidad”.

“Estos guarismos, que son similares a los registrados en los últimos paros, demuestran una vez más que los trabajadores mercantiles pudieron llegar a sus lugares de trabajo pese a no haber transporte público de pasajeros”, expresaron desde Empleados de Comercio.

A la hora de explicar por qué ese gremio no se sumó a la huelga, indicaron que “si bien es cierto que algunas de las razones invocadas para llevar adelante la medida de fuerza son válidas, entendemos que éste no es el momento para paralizar al país, aunque sea parcialmente, ya que Argentina necesita que todos estemos al frente de nuestras responsabilidades trabajando, gestionando, reclamando, pero sin dejar de hacer nuestras tareas”. Y añadieron: “Coincidimos en que al salario no se le deben aplicar impuestos”.

(El Ciudadano)