Perotti ganó en la provincia, donde Binner decepcionó

El Frente para la Victoria se impuso con 34 puntos, segundo el PRO con 27 y tercero UNA, con 18. El socialista apostó al corte de boletas y finalizó muy lejos en la batalla por el Senado. Binner no se subió al podio ni siquiera en Rosario. En Diputados se repitió el orden: Cleri, Ana Martínez, Grandinetti y Marcucci. Scioli, el candidato a presidente más votado en la provincia.

El Frente Progresista y sobre todo la figura de Hermes Binner sufrieron una durísima caída en Santa Fe. El espacio que gobierna la provincia y el hombre que no sólo fue gobernador hace cuatro años, sino el segundo candidato presidencial más votado en 2011, quedó en un inesperado y lejano cuarto lugar en la pelea por el Senado de la Nación con sólo 12,9 puntos. Omar Perotti y un desempeño muy parejo del Frente para la Victoria se quedaron con el primer lugar (34,6 por ciento), segundo Carlos Reutemann con el PRO (27,5) y tercero Eduardo Romagnoli de UNA, el espacio de Sergio Massa y José De la Sota, (18,3), escrutadas más del 66 por ciento de las mesas. El mismo orden se repitió en la categoría diputados nacionales, con la nómina encabezada por el kirchnerista Marcos Cleri al frente, segunda Ana Martínez, tercero Alejandro Grandinetti y cuarto el radical Hugo Marcucci.

“Es la elección presidencial, estúpido”, sería, parafraseando a la frase atribuida a Bill Clinton sobre la economía, la lección para el socialismo y sus aliados locales. Binner no pudo quebrar el imán que significó decidir quién sucederá a Cristina Kirchner en diciembre. La “gente”, ese difuso protagonista en los comicios, fue a votar por Daniel Scioli, Mauricio Macri y Sergio Massa, y sus rivales internos. El corte de boleta, con este resultado, quedó reducido a una utopía.

Lo reflejan los números que empezó a dar, tarde, la página oficial. Perotti retuvo los votos de Scioli e incluso sumó un puntito más. Reutemann cuenta cinco puntos menos que el espacio Cambiemos pero el mismo nivel que Macri solo (quizás no pudo captar los votantes radicales de Sanz y Carrió, que sí cortaron boleta). Romagnoli jamás podría cosechar 18 puntos en una elección y lo hizo gracias a los 22 de UNA. Algunos de esos votos de Cambiemos no macristas y de UNA fueron para Binner, quien sumó 12,6, el doble que la “magra” Stolbizer (5,9).

Ni siquiera en Rosario el socialismo pudo quebrar esa lógica. Binner también terminó cuarto detrás del candidato de Massa y De la Sota. Apenas 15 por ciento. Un tropezón tan grande que se hace difícil tomar en serio. Pero eso dicen los porcentajes. ¿Son realmente las Paso una gran “encuesta nacional” o apenas un puntapié inicial de una campaña más larga? ¿Campaña que recién comienza?

La contracara de todas esas dudas fue el Frente para la Victoria. En Rosario el peronismo desató una fiesta. Cleri, legislador nacional que va por su reelección, celebró a lo grande. Lo acompañó Eduardo Toniolli. La Cámpora y el Movimiento Evita juntos celebrando un primer lugar del justicialismo en la ciudad. Scioli se impuso en la ciudad por más de cuatro puntos por sobre toda la suma de Cambiemos. También ganaron Perotti y Cleri en sus categorías en la ciudad. La lista de Cleri le sacaba siete puntos a la de Anita Martínez (32 a 25). De nuevo la misma lógica: la gente votó a presidente.

Refrendaron eso mismo los actores. “Ha primado la elección presidencial”, celebró Perotti en ciudad de Santa Fe. “Es una decisión del electorado priorizar el voto a presidente”, reconoció Pablo Javkin, referente del espacio Coalición Cívica-ARI dentro del Frente Progresista. “Me dijeron que (Binner) no está en una buena posición pero estamos viendo la elección presidencial. Esta es una elección presidencial”, dijo Reutemann. Antes, se permitió una ironía: «Salgo siempre segundo, así que estoy tranquilo».

Golpe de timón, ¿hacia dónde?

Es cierto que las Paso son primarias y Santa Fe ya demostró que en la general las cosas pueden cambiar. Pueden dar fe de eso Miguel Del Sel y Ana Martínez, ganadores en la vuelta inicial, y ahora uno está alejado de la política santafesina y la otra reciclada en candidata a diputada nacional. Pero al Frente Progresista no le sobran herramientas para pensar en una modificación sustancial de ese escenario. Atarse a la candidatura de Stolbizer, de flojísima cosecha, no aparece como una salida.

Renovar la apuesta al corte de boleta. Explicar hasta el cansancio que se puede votar a presidente a una de las figuras principales y a otro para los cargos legislativos. Machacar que en esta instancia sólo se elegían los candidatos que en octubre competirán por la presidencia, tres bancas para el Senado y diez de Diputados. Inundar de tijeras la provincia. ¿Alcanzará con eso?

El Frente Progresista tiene dos meses y medio para intentarlo y rescatar a Binner de una casi “jubilación” en manos de Perotti y Reutemann, sí, pero también de un –hasta este domingo– desconocido de la política como Romagnoli.

(Rosario3)