Quiero gritar que te quiero, una obra de amor y desencuentros

Por Alvaro Arellano

Una comedia teñida con dramatismo de producción local. Todos los viernes de octubre y noviembre en el teatro La morada (San Martín 771 p.a). Mano a mano con Fernando Porcel, protagonista de la obra

Está lo que se ve, lo que se muestra, y un conflicto detrás de todo eso. Una trama que se sumerge en una temática tan heterogénea como el amor. Abordando de esta manera conflictos que se han vuelto clichés en este joven siglo XXI. Celos, histerias, cruces entre parejas y un nivel de promiscuidad que decanta en la soledad espiritual, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

Fernando Porcel interpreta a uno de los personajes de la obra y nos cuenta un poco el desandar de esta trama que surge como una secuela de la exitosa “Quiero que gustes de mí”. La naturaleza del teatro nos invita a entrar a un mundo donde perdemos noción de la realidad que vivimos y nos inmiscuímos en esa que nos cuenta como verídica.

Fernando nos comenta en esta charla un poco de la dinámica de la obra, esta suerte de colectivo de ideas en torno a un bosquejo inicial.

Un poco sobre la obra

Es la secuela de Quiero que gustes de mí, con personajes que continúan y otros que se agregan. Es la historia de Inés, la dueña del departamento donde transcurren las historias, y acá se plantea un conflicto nuevo. Es una comedia donde entran y salen personajes continuamente, y los personajes se van entramando entre sí.

El amor

Es el eje de la historia, son personajes que pretenden ser queridos, ese es un poco el concepto que se maneja en la primera parte de la saga, y que se continúa en este caso con un poco de profundidad, donde ahora los personajes quieren expresar el amor hacia los demás. Cada personaje va mostrando como es atravesado por el amor y cómo lo afecta.

La promiscuidad

Uno de los pretextos que utilizamos para expresar el tema del amor es esto de lo gay, de la homosexualidad, de historias urbanas. Los personajes se ven atravesados por ganas de estar con otros pero en realidad en el fondo de lo que estamos hablando es de las ganas de ser querido y de las frustraciones por las vivencias del amor. La promiscuidad es un pretexto que en el fondo va al hecho de que los personajes quieran ser queridos.

¿Se muestra un poco ese liberalismo (si se quiere) de las relaciones actuales?

Yo creo que eso se ve en la obra, acá mostramos libremente historias que se van naturalizando en la vida también, es como la realidad misma. Lo que pasa en la obra es que todo se muestra exageradamente para buscar el tono de comedia, mostrar más el absurdo, pero la idea es identificarlo con lo que pasa en torno a esos temas. Lo interesante también es que los actores esconden algunas cuestiones que tienen que ver también con el drama, con la soledad, con la tristeza, con personajes que se besan en escena pero luego confiesan sentirse solos.

¿Ese contraste es una cara que se quería exponer desde un principio o surgió con el rodaje de la obra?

El proceso de elaboración de las obras es muy particular porque no es que el libreto ya está escrito, sino que se trata de una creación colectiva entre los actores, el director y los autores. Hay una idea, que giró en torno al título, y se le propuso a los actores improvisar en base a ese texto. De esa manera los autores van tomando nota de las improvisaciones y proponen un texto que se va armando en simultáneo.

¿Estamos hablando de una historia que abraca la comedia y el drama?

En un principio las dos eran historias más dramáticas, pero después se le fue dando la vuelta y quedo una especie de comedia. Lo interesante es que fue después de un proceso de creación de un buen tiempo. Esta obra llevó un año y medio de ensayo hasta el estreno, pero es algo más entramado, un trabajo colectivo. No hay un libreto pre determinado, hasta el último momento los actores hacemos nuestro aporte.

Teatro independiente

Yo lo veo con saldos muy positivos, nuestro teatro independiente es muy profesional, en el caos de esta obra, trabajamos con una productora que labura desde abajo y que labura muy bien. Esta gente es la que se mueve para los subsidios, para llevar adelante el proyecto, para hacer todos el papelerío de la obra. Yo veo que el tema del teatro autogestivo se mueve, hay gente interesada en el tema y eso hace que el trabajo nuestro sea beneficioso.