La fuga interminable del «Chapo» Guzmán

En las últimas horas se hizo más que insistente la versión de que el jefe del cártel de Sinaloa, México, Joaquín “Chapo” Guzmán Loera, está siendo buscado por Gendarmería Nacional y desde fuentes de esa fuerza se hizo saber que el prófugo podría estar oculto en uno de los tantos pasos de montaña, cerca de la frontera con Chile.

Gendarmería, luego de dar el alerta en los pasos fronterizos que custodia habría hecho lo propio con los carabineros chilenos, así como con la cúpula del servicio de inteligencia del hermano país.

Otras fuentes, pero en este caso policiales, apuntaron que el último supuesto paradero del narcotraficante fue en Río de Janeiro, luego que se fugara en junio pasado de la cárcel de máxima seguridad federal de El Altiplano –cuando iba al baño-, utilizando un pasadizo de un kilómetro y medio, .

Para recordar

El “Chapo” nació en 1957 y se inició en el circuito criminal en la década del 80 como lugarteniente de Miguel ángel Félix Gallardo, por ese entonces jefe del cártel de Guadalajara.

Tras ser detenido éste último en 1989 optó Guzmán Loera por fundar la organización de Sinaloa, su estado natal. Fue capturado en 1993 y extraditado a México. El 19 de enero de 2001 se fugó de la prisión de Puente Grande, ubicada en el estado de Jalisco, escondido en un camión que se utilizaba para juntar basura, obviamente con la ayuda de funcionarios del penal.

La conexión argentina

Debido a los trascendidos apuntados volvió a reflotarse la información que proveyera la revista mexicana Proceso, que señaló que “Guzmán vivió en Argentina en 2010 y en marzo de 2013 y que habría operado en la zona comprendida por las provincias de Formosa, Chaco y Misiones, gracias la colaboración que le habría prestado el cártel de Tijuana. La misma publicación argumentó que “el Cártel de Sinaloa ha podido desplazarse y operar en Argentina utilizando como eje a la Iglesia Evangélica”.

Hace tres años –diciembre de 2012-, Luis Gasulla en una nota que se publicara en el periódico “Tribuna”, bajo el título “Chaco, entre la narcopolítica y el vale todo”, se abreva en la hipótesis apuntada, a la que se sumó una denuncia del periodista mexicano José Reveles en su libro “El cártel incómodo”, quien hace referencia a subsidios millonarios otorgados para utilizar a la iglesia evangélica como pantalla para lavar dinero

“¿Sinaloa en Argentina?”

El subtítulo fue precisamente el título del subject de un correo de la empresa de inteligencia Stratfor que dio a conocer WikiLeaks en 2008.

“Pon un ojo en Argentina en este momento –dice el correo–, la inteligencia que no podemos compartir con los americanos, debido a la falta de reciprocidad, la estamos compartiendo con los argentinos. (…) Sinaloa tiene presencia en Argentina y la está usando, aparentemente, para coordinar la tormenta de mierda que tiene en México (…) La inteligencia mexicana ahora tiene a la Argentina como país top 5-7 en nuestra lista de prioridad”.[1]


[1] Chapo Guzmán:La conexión argentina. JL/ María Eugenia Duffard, Amelia Cole.

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Ricardo Marconi

Licenciado en Periodismo. Posgrado en Comunicación Política. rimar9900@hotmail.com