El rompecabezas de la muerte en Rosario (XVII)

LA INSURRECCIÓN PROLETARIA MANCHADA DE SANGRE

En 1918 la jefatura política de Rosario sufrió permanentes vaivenes que se trasuntaban en cambios de cúpula.

Así, el 26 de noviembre de ese año asumió el doctor Jorge Lagos, ya que interinamente ejercía el cargo José María Aragón, quien se había hecho cargo de la policía de Rosario.

En su función específica de jefe policial Aragón no se destacó. Era un político santafesino nacido el 15 de septiembre de 1863 y había realizado sus estudios secundarios en el Colegio de la Inmaculada Concepción.

Se consagró al fomento de la producción agropecuaria en el establecimiento de su padre y presidió la Sociedad Rural de Rafaela por varios períodos, ocupando el mismo cargo en la de su ciudad natal, logrando, además, ser un dirigente de la Liga Agraria.

Convencional en ocasión de la reforma constitucional de 1907, asumió con posterioridad las jefaturas de policía de Castellanos, San Jerónimo, Santa Fe y como ya señalamos, Rosario, cargo del que se hizo cargo, interinamente, el 18 de octubre de 1918.

Ocupó más tarde una banca en el Senado Provincial y su nombre fue mencionado para suceder a Lehman, -a cuyo sector político pertenecía-, desde 1916. Luego fue propuesto por la Unión Cívica Radical para ocupar un escaño como diputado nacional y en 1922 se incorporó al Congreso Nacional.

Murió el 13 de enero de 1925, en ejercicio de la diputación, poco después de asistir a una entrevista con el presidente Alvear, al que fue a interesar por la construcción de la Escuela Normal Nacional de Santa Fe.

Aragón había sido reemplazo por Néstor Noriega, quien había resignado el mando, luego de haber soportado incidentes y huelgas.

Lagos calificó a los hechos de “fantasía popular” y agregó que la protesta era encabezada por “maximalistas”, término que en la época englobaba a los anarquistas (bolcheviques) .

Lo cierto fue, por ese entonces que los bomberos, destacados para vigilar la cárcel, estaban descontentos por el recargo de trabajo al que se los sometía y por la falta de pago de haberes, aunque tal actitud no podía ser calificada de rebelión.

Lagos prometió abonar el 10 de diciembre, pero los servidores públicos le dieron plazo hasta el día 9, a las 10. Vencido el término, se concentraron en la sede del Sindicato de Vendedores de Diarios alrededor de 150 agentes y se declaró la huelga con la presentación de un pliego reivindicatorio.

La ciudad quedó huérfana de vigilancia y el gobierno se vio obligado a utilizar la fuerza militar, con la colaboración del Regimiento 11 de Infantería y de la Subprefectura.

Los efectivos gubernamentales atacaron a tiros a la policía en un enfrentamiento ocurrido en la intersección de entre Ríos y San Luis, tras lo cual los primeros se replegaron y huyeron por la Cortada Ricardone.

La resultante del tiroteo fue un policía y un bombero muertos, a lo que debe agregarse más de 30 heridos de diversa consideración.

Posteriormente el dinero apareció milagrosamente y el gobierno envió 25 guardiacárceles y 40 bomberos, a los que previamente les pagaron los sueldos.

Las circunstancias obligaron a bajar a Rosario al gobernador Lehman y a sus ministros, quienes llegaron con apoyo militar. El primer mandatario santafesino, en un claro ejemplo de abuso de autoridad, declaró cesantes a los huelguistas, a la vez que dispuso que las calles fueran patrulladas por soldados del Regimiento XI de Infantería y un escuadrón de seguridad, los que sin avisar abrieron fuego, produciendo la muerte de Néstor Cobos y Pedro Baigorria. Mientras tanto, a la desesperada, se aceleraba la incorporación de nuevos agentes.

Meses después de los hechos, el gobierno provincial finalmente cumplió con sus obligaciones.

*

La Revolución Rusa de 1917 y los movimientos insurreccionales que sacudieron Europa entre 1918 y 1923 ejercieron su influencia sobre nuestro país, contribuyendo esta circunstancia a la radicalización de conflictos que tenían su basamento en la misma sociedad de Argentina.

En 1919, en ese marco, se había desencadenado la denominada “Semana Trágica”, esto es una insurrección proletaria que sacudió a Rosario, entre otras ciudades.

Los anarquistas pretendieron, sin éxito, canalizar hacia fines revolucionarios –una sociedad sin Estado ni clases sociales- un comunismo anárquico que no debe ser confundido con el bolchevique, que lejos de abolir el Estado, lo reforzó hasta límites nunca conocidos hasta ese entonces.

Sin embargo, no fue ese el único movimiento de cariz revolucionario que sacudió a Rosario. El 7 de febrero de 1921, estudiantes de medicina y un grupo de obreros –19 personas- tomaron por una hora y media el Palacio Municipal rosarino y de inmediato arriaron la bandera, izando en su lugar un forro rojo, perteneciente a un capote y acto seguido decidieron el reemplazo del intendente por un miembro de la caterva agresora, hasta tanto la Federación Obrera Comunista de Rosario nombrara otro.

El copamiento, advertido por el 11 de Infantería, sólo tenía por objeto mostrar el descontento y el poco respeto que se tenía por las autoridades de la ciudad, aunque aprovecharon para suspender la vigencia de los impuestos como una primera medida dirigida a los sectores más postergados.

Se nombró a un nuevo secretario de la intendencia, un tesorero, un contador, un asesor y un inspector general así como nuevos directores de Asistencia Pública y de los nosocomios dependientes de dicha área municipal.

Posteriormente se dispuso el cese del Concejo Deliberante y se procedió a dar por aceptadas una serie de peticiones elaboradas por el sindicato Municipal y por la Sociedad de Practicantes Internos de los hospitales.

El periodista Juan Aguzzi, en un trabajo de su autoría, sostiene que los insurrectos eran de orientación comunista.[1]

El episodio, grave en lo institucional, fue tomado en broma por los vecinos, quienes pudieron informarse luego que el jefe del Regimiento 11 de Infantería y un grupo de policías detuvo a los ocupantes de la intendencia y los condujo detenidos a la Alcaidía local, desde donde salieron libres a los pocos días.

[1] La página de Internet abarcusrosario.com.ar/ Ros 2. sostiene en un artículo del junio del 2007, que los ocupantes del Palacio eran anarco-comunistas , mientras que la Federación Obrera pertenecía a esa corriente anárquica y no al Partido Comunista Argentino que se llamó primero Partido Socialista Internacional, siendo una escisión del Partido Socialista Argentino.

(Imagen: Reynaldo Uribe)

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Ricardo Marconi

Licenciado en Periodismo. Posgrado en Comunicación Política. rimar9900@hotmail.com