Lifschitz impone severamente su impronta de gobierno

El Gobernador Miguel Lifschitz se extralimitó en sus ansias por demostrarle a la sociedad santafesina que es una persona ejecutiva, austera y severa con los recursos públicos que administra. No era necesario provocar a los gremios estatales en vísperas de una tirante negociación paritaria, alimentado la sempiterna sospecha ciudadana de que pudiera haber ñoquis en el estado.

Jorge Hoffmann, titular de ATE salió al cruce admitiendo que él tampoco quiere ñoquis en el estado, “pero pero acá no se ha demostrado que haya ñoquis. Para eso hay que mirar la lista de los trabajadores, ver bien quién ficha, si hay licencia y, si es así, hay que iniciarle sumario. No se pueden vulnerar los derechos», espetó. UPCN aún no se pronunció, pero no tardará en hacerlo en la misma dirección.

Lifschitz tiene los planetas alineados desde que asumió el 10 de Diciembre, y no es necesario sobreactuar posiciones. El inveterado e implacable olfato social se encargará de juzgar la gestión al cabo de los cuatro años.

La actual gestión de movida cuenta con 500 millones de pesos más por mes como consecuencia del fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación por el tema ANSES (de los cuales el 13,43% coparticipa a municipios y comunas) mientras negocia un fabuloso retroactivo de casi 40 mil millones de pesos por el mismo fallo.

La relación del hiperactivo ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro con su par nacional Patricia Bullrich es razonable dentro del aceitoso contexto político en que ambos se mueven, pero los dos están atados a un solo Norte: combatir el delito organizado (léase narcotráfico) y pese a los desacoples iniciales, si la ayuda mutua prometida se concreta rumbearán por buen camino en el control (nunca eliminación) del tráfico de drogas. Quedarán para Pullaro las muertes violentas interpersonales (de imposible previsión estatal, no así aquellos ajustes de cuentas relacionados con el narcotráfico como se está viviendo en esta capital y Rosario) y una amplia gama de delitos – muchos de los cuales involucran a menores – que desde hace varios años se intenta atacar desde las raíces sociales con distintos planes interministeriales. Además Pullaro es radical; no será cuestionado por sus correligionarios como muchas veces hicieron con su antecesor Lamberto.

El gobernador santafesino tiene línea directa con los funcionarios de Macri – y con el propio Macri- cuando los asuntos de estado así lo ameritan. Sus funcionarios también; daría la impresión que Lifschitz no necesita gestores para comunicarse con el gobierno central. Con el kirchnerismo, Bonfatti lisa y llanamente tenía el teléfono cortado, lo cual hacía que todo fuese cuesta arriba.

En el Parlamento local, el ex Gobernador Bonfatti en su primera etapa tuvo que negociar poco menos que hasta con los taquígrafos la sanción de las leyes. A fuerza de asados y concesiones con el peronismo dominante, se fueron trabajando los acuerdos necesarios para la gobernabilidad.

Hoy Lifschitz tiene la Cámara de Diputados con mayoría oficialista y una “amigable” relación con sus ex pares de la mayoría senatorial peronista. En el estratégico senado, dos hombres fuertes del aliado sector radical NEO: el Vicegobernador Carlos Fascendini y Felipe Michlig, presidente de uno de los dos bloques radicales le cuidan las espaldas. Los otros tres senadores radicales del M.A.R pese a las discordias intestinas, tampoco van a jugar en contra. En el bloque socialista, los flamantes inquilinos Emilio Jatón y Miguel A. Cappiello por ahora monitorean y sopesan.

Lifschitz, al igual que Néstor Kirchner en el 2005, llegó al poder electoralmente con lo justo. Cuando a poco de ganar algunos periodistas lo chicaneaban con la “legitimidad” de su mandato, solía argumentar que el propio Kirchner había arribado al gobierno con el 22 % de los votos, y construyó un poder impresionante; y en el otro vértice colocaba a Fernando de la Rúa que había rifado la “legitimidad” con la que había asumido.

El viernes pasado, en un multitudinario encuentro interministerial, el Gobernador marcó férrea y apasionadamente las líneas bisectrices de su gobierno: austeridad (“viajen en autos de segunda categoría, coman en comedores de segunda categoría, alójense en hoteles de segunda categoría”, arengó), gestión y mas gestión (eso incluye el trato con la Nación); estar muy cerca de la gente y sus problemas, escucharla con humildad y tener en cuenta sus tiempos que no son los tiempos del estado; trabajar en equipo e integrar al personal de la planta a los proyectos del gobierno. Estar cerca del territorio.

Su Vicegobernador radical Carlos Fascendini les hizo saber vehementemente a los presentes, entre los que se encontraban muchos correligionarios, que el FPCyS no es negociable hoy día con ninguna entente nacional (Cambiemos).

Todos aplaudieron. O casi todos.

Comienzan las paritarias

Este miércoles arrancan las paritarias provinciales. Lifschiz no quería hablar del tema hasta que la nación dé el puntapié inicial y haga el gasto: 20 a 25% sugirieron.

Acá extrañó en los despachos oficiales nuestro escrita de hace un par de semanas cuando hablamos de un ofrecimiento (a los docentes) del 35 % de aumento: cifra similar a la otorgada el año pasado para fines de año. La administración central había cerrado un incremento salarial de un 31 por ciento promedio, en dos cuotas y el pago de una suma fija, no remunerativa y por única vez, de 1.200 pesos a los activos, excluyendo a las autoridades superiores.

Los municipales cerraron en el 2015 el 32 % de aumento con dos cuotas de 20 % y 11 %.

En los 8 años de gobierno del frente progresista en el marco de política económica nacional kirchnerista siempre se cerró más cerca de lo que los gremios instalaban al principio, no vemos por qué esta vez sería distinto; aunque para el plan económico de Macri la pauta salarial es clave para uno de sus 3 pilares: la puja precios – salarios.

Para el modelo “K” nunca una pauta salarial alta era crítica. Los últimos años les molestó algo pero no hacían de ese tema algo clave; total apelaban a la teoría monetaria de Axel Kicillof según la cual el aumento del gasto público no representa ningún problema grave, y la máquina de imprimir billetes está para ser usada sin rubores. Un verdadero dislate monumental que Macri tiene que reencauzar ante una sociedad, digamos “malenseñada” (como decían las comadres en el barrio).

Un comentario sobre “Lifschitz impone severamente su impronta de gobierno

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    el 10 febrero, 2016 a las 10:19
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    Quiero preguntar,por que los pocos peso que estamos logrando los recolectores de residuos de limpar y lime gracias al camionero Hugo Moyano, nos la quita el sindicato local. nos empezaron a descontar 350 peso sin consultarnos siquiera,Los aumento salarial que tuvimos en las paritarias anterior,el bono navideño que empezamos a cobrar a partir de enero y demas pesito van a parar con este descuento a las arcas del gremio camioneros de la calle La paz.
    Por que,este robo por que estas dos empresa colaboran para arruinar y humillar al trabajador recolector.Acaso no merecemos el sueldito que estamos cobrando? De igual manera nos quitaron parte del viatico y la comida,son unos caradura,Toda la familia de recolectores estan con una impotencia,con una indignacion.Nadie puede hacer nada al respecto?….gracias cuna…

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