Cuna de la Noticia les obsequia esta reflexión, deseándoles un muy feliz 2011

Comienza el 2011, un año más ha concluido. El 2010, año del Bicentenario de la Argentina, ha quedado atrás. Logros, fracasos, aciertos y derrotas marcaron la vida del país, de la región, de la ciudad.

La ciudad, sí la querida ciudad de Rosario, que nos contiene diariamente en su maternal extensión, parece a cada paso más hermosa. Sus lugares característicos brillan luminosos en la retina de los visitantes y enorgullecen a los ciudadanos. Claro que también existe otra ciudad no tan agradable a los ojos. La ciudad de la falta de obras públicas y servicios esenciales; de la indigencia, de la pobreza.

Cuna de la Noticia se ha propuesto desde el primer momento brindar a la comunidad información precisa y actualizada de lo que acaece en Rosario y su área metropolitana. Sin ideologismos vacuos, ni preconceptos inconducentes, nuestro horizonte ideal ha sido siempre la opinión por sobre todas las cosas. Porque estamos profundamente convencidos que sin una visión crítica, la realidad se presenta estática, inalterable, eternamente definida; y la realidad como escribía el filósofo presocrático Heráclito de Éfeso, se encuentra en constante cambio, porque la naturaleza es el vivo teatro de la transformación.

De esta forma, sobre un hecho determinado existirán diferentes visiones, puesto que diferentes son los humanos y diferente su pensamiento. Nuestra intención es simplemente realizar un humilde aporte desde el campo de la comunicación a esta cambiante realidad. Desde ya, esta labor se enmarca en los vertiginosos tiempos que corren, signados por la fugacidad de lo virtual, ámbito en donde la información recorre el mundo en milésimas de segundo. Esta era de lo efímero, de lo rápido donde todo deviene insignificante, o sea, carente de sentido, ha impactado profundamente en la subjetividad humana. Según el extinto filósofo y psicoanalista francés de origen griego Cornelius Castoriadis, uno de los síntomas que describen la sociedad actual, es la aparición del Zappingántropus, un ser que va saltando de experiencia en experiencia, de lazo en lazo, de diversión en diversión, en una actividad de distracción constante, como quien cambia de canal televisivo. Esta actividad es una defensa contra el sinsentido que la sociedad produce.

El mundo de la comunicación participa de esta realidad, y más aún la comunicación informativa virtual. A un click de distancia el hombre puede acceder a noticias de cualquier parte del planeta, como si la historia se escribiera a su lado. Es extremadamente complejo, entonces, brindar una oferta verdaderamente original en una red colmada de propuestas periodísticas de alto nivel que intentan dar cuenta de los acontecimientos que tienen lugar a cada instante. No obstante, creemos que la diferencia la marca la opinión. Ella es la que indudablemente enriquece la información. Sin su intervención la noticia, es solo eso: noticia; un mero raconto de hechos, una crónica vulgar. En cambio, la opinión, o sea, la interpretación subjetiva de un suceso determinado, llena de contenido a la noticia, invitando al lector a comprender la actualidad; a pensar; a ser partícipe de la realidad; a ser sujeto.

Una gran urbe como Rosario, creemos, debe pensarse a sí misma, debatir, intercambiar ideas para entre todos poder mejorarla y solucionar las problemas que la aquejan. Pero para eso, hace falta una decisión unánime de las fuerzas vivas que la componen, los gobernantes, y por supuesto, los habitantes, porque ellos tienen el inconculcable derecho de vivir sus días en plenitud al haber elegido este sitio como morada.

El periodismo tiene una gran responsabilidad en esta empresa: promover la participación ciudadana; denunciar los abusos del poder; dar voz a los que no tienen voz. Estas, consideramos, deberían ser las premisas fundamentales que orienten la profesión. Por eso, desde Cuna de la Noticia, nos pusimos como meta fomentar el debate sobre la realidad rosarina, esta ciudad pujante, económicamente activa, sede de congresos, disertaciones, usina de cultura; pero a la vez pobre, excluida, que amontona a sus hijos en las villas miserias, minándoles el porvenir.

La política, palabra que desde hace décadas provoca náuseas en la gente con solo escucharla, guste o no, para bien o para mal, sigue siendo importante a la hora de imaginar un destino sin menos preocupaciones para los rosarinos. En este sentido, el órgano legislativo máximo de la ciudad, el Concejo Deliberante cumple un rol elemental en cuanto a la sanción de normativas que contribuyan al bienestar de los vecinos. A nosotros, como equipo periodístico, nos pareció importante dar a conocer lo que ocurre puertas adentro en el Palacio Vasallo, exponiendo el trabajo que llevan a cabo los ediles, tanto en lo que hace a la presentación de proyectos como a las sesiones parlementarias.

Será que queremos tanto a nuestra ciudad, que decidimos crear Cuna de la Noticia un veinte de junio -vaya casualidad- el mismo día, pero ciento noventa años después, en el que el General Manuel Belgrano, creador de la enseña nacional, pasara a la inmortalidad. Será que queremos ver radiante a la Cuna de la Bandera y por eso decidimos brindarle a la comunidad un servicio informativo que piense a Rosario desde Rosario.

Claro, este pequeño tramo del camino que llevamos desandado nos hubiera conducido a la nada sin el apoyo incondicional de ustedes, los lectores; y sin la garra y el tezón de todos los que integraron e integran el equipo de trabajo del portal digital de noticias. Por eso, desde estas líneas, cumplimos con la obligación moral de agradecerles la impagable amabilidad de seguirnos en este cyberespacio que nos tiene como habitantes. Solo resta decir, ¡¡FELIZ 2011!!, y ¡¡PAZ Y PROSPERIDAD PARA ESTE AÑO QUE COMIENZA!!

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Antonio Abbatemarco

Director de Cuna de la Noticia