Lifschitz deberá decidir si quiere ser reelecto

Independientemente de las negociaciones que pudiera estar llevando a cabo (enigmáticas si las hubiere), el Gobernador debería comunicarle al buró del PS si definitivamente va a encarar este año la reforma de la Constitución para buscar su reelección.

De esa manera, el «Partido» podría definir orgánicamente, como fueron siempre sus usos y costumbres mas allá de los liderazgos hoy ausentes de Estévez Boero o Binner, un rumbo de acción política que no se advierte, y podría ayudarle a la gestión del Ing. Lifschitz a sobrellevar este embravecido 2018.

El propio Lifschitz arrancó de cuajo cualquier alianza orgánica con el peronismo cuando advirtió que el FPCyS, la expresión política de su propia y exitosa administración, podía quedar expuesta y debilitada ante lo que ya se advertía como un innecesario manoseo que envalentonaba a uno y otros en la oposición.

El presidente del PJ Ricardo Olivera le erró al viscachazo cuando comparó orgullosamente el segundo lugar de su Partido en las peculiares elecciones nacionales del 2017 con supremacía territorial: su Partido perdió 39 administraciones locales el año pasado. El FPCyS gobierna en más de la mitad del territorio provincial; y si dejare de hacerlo el año que viene en Rosario y Santa Fe (Corral, hoy Cambiemos, llegó de la mano del FPCyS) todo parecería indicar que no sería a manos del peronismo.

La política se alimenta y retroalimenta de señales (Macri no la está pasando bien porque las señales en materia económica que recibe la población no son claras). Cuando las coordenadas no están claras los propios se confunden y el adversario adquiere fortaleza. Matemáticamente, el Gobernador está a una docena de votos de conseguir la Ley que habilite la reforma de la Constitución; pero políticamente más bien se parece al épico Leónidas con sus 300 guerreros intentando detener al poderoso ejército Persa.

El intendente de Santa Fe José Corral está trabajando para ser El candidato a Gobernador de Cambiemos. Desde el PRO nada menos que su presidente provincial Federico Angelini le dijo públicamente que ellos no piensan lo mismo y quieren Paso; astuto, Angelini le envió a Corral otra señal paralela al sugerir la posibilidad de una candidatura «de consenso».

Omar Perotti ya lanzó su precandidatura a Gobernador y comenzó la conscripción de gremios que lo apoyen; mientras los esquivos senadores menean la posibilidad de Alejandra Rodenas para obligar al escurridizo «piamontés» a negociar. El «Chivo» Rossi adelantó que Unidad Ciudadana (ex- FPV) presentará batalla en las Paso. ¿Y el FPCyS?.

Si Lifschitz cavila que deberá entregar nexorablemente el poder el año que viene, no debería dejar pasar mucho tiempo antes de enviarle señales claras a su tropa, poniéndole – aunque sea internamente – nombre y apellido a la confesión privada «ya tengo el sucesor». Le daría previsibilidad a los inquietos radicales aliados y un horizonte cierto a sus pares socialistas, muchos de los cuales tienen al titular de la Cámara de Diputados Antonio Bonfatti como el Plan A (no el B).

Política y recursos

Sobre la convalidación legislativa del pacto rubricado entre el Gobernador Miguel Lifschitz y el gobierno central, allegados al peronismo y del propio socialismo tomaron como una provocación extorsiva la advertencia del Diputado Federico Angelini, quien subordinó el acuerdo por la deuda que la nación tiene con Santa Fe por la detracción indebida de la coparticipación, con fallo firme favorable de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, a la ratificación de aquel tratado.

El propio Gobernador condicionó su firma en el Pacto a que se discuta antes del 31 de marzo el marco de esa acreencia (tasada por Santa Fe en unos 50 mil millones de pesos).

Lo mismo está sucediendo con el envío del Fondo Federal Solidario (Fondo sojero) con agravantes, ya que desde el 1º de enero no ingresan recursos del Fondo Federal Solidario hasta que la Provincia adhiera al Consenso Fiscal mediante su aprobación por ley. El monto anual de dicho recurso es, según el Presupuesto Provincial 2018, de $2.211 millones, de los cuales $663,3 millones se destinan a Municipios y Comunas.

Si el parlamento local demora la ratificación del Consenso Fiscal, la Provincia se vería perjudicada en la compensación resultante de la eliminación del artículo 104 de la Ley de Impuesto a las Ganancias y del aumento de la asignación específica del Impuesto al Cheque, estimado en unos 1.000 millones de pesos.

Pero la sangre no llegará al río: el Diputado socialista Eduardo Di Pollina dijo que el Pacto será aprobado en ese hemiciclo.

Rubén Galassi, jefe de la bancada socialista de Diputados aseguró que los votos propios – llámese FPCyS- estarán; mientras que la decena de legisladores del PRO-Cambiemos naturalmente acompañarán. Seguramente se opondrán los peronistas en sus distintas versiones, Del Frade y su compañera de bancada y el nuevo bloque del socialista emancipado Rubén Giustiniani.

La carga política institucional recaerá sobre los 11 peronistas que seguramente recibirán múltiples presiones para no aprobarlo de diversos sectores, comenzando por el partidario, toda vez que su presidente Ricardo Olivera, con relación a supuestas alianzas entre el socialismo y el PJ se preguntó con aire de sorna : “¿con qué Socialismo tenemos que hacer un frente?, ¿con el que firma el pacto fiscal y acuerda con el gobierno en detrimento de los trabajadores y los jubilados; o con aquel que se opone a las políticas neoliberales?”.

Polémica en torno de la adopción de un niño

Hacíamos notar hace una semana que la Subsecretaría de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes del Ministerio de Desarrollo Social había actuado de manera errónea en torno de la adopción de un niño a cargo de una familia solidaria, generándole un costo político inútil al gobierno.

Ante las cuidadas explicaciones personales de los funcionarios del área, seguimos pensando no obstante, sin la contundencia de aquellas líneas, que el gobierno falló en la fehaciente comunicación a la opinión pública de los hechos – si resultaren tal como nos lo relataron- permitiendo que se induzca hacia una corriente de opiniones y sentimientos equivocados por la propia manipulación de las evidencias, no explicitadas oficialmente (aunque somos conscientes que subyacen situaciones íntimas muy comprometidas que el Estado no puede revelar) que hacen que hoy, sea cual fuere el resultado del caso, el gobierno siga pagando costos que debiera afrontarlos por ejemplo la justicia, en este caso de familia.

Una justicia que viene siendo severamente cuestionada en el área penal por el Ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro, y sobre la cual puso la lupa el propio Gobernador Lifschitz.