Newell’s estuvo a un gol de clasificar, pero se cayó al final y quedó afuera de la Sudamericana

Venció a Atlético Paranaense por 2 a 1, pero se despidió de la Copa Sudamericana. La Lepra fue muy superior a su rival y estuvo muy cerca de enviar la serie a penales. Los dos goles ñubelistas, Luis Leal. Nikao descontó sobre el final. Los hinchas despidieron al equipo con una ovación

Newell’s se quedó a las puertas de la hazaña. Esta noche, la Lepra jugó un gran partido, venció a Atlético Paranaense por 2 a 1, pero no lo alcanzó para enviar la definición de la serie de primera fase de la Sudamericana a los penales. La hinchada reconoció el esfuerzo del equipo con una ovación.

Los dos goles rojinegros los marcó Luis Leal a los 36 minutos del primer tiempo y a los 20’ del segundo, mientras que Nikao descontó a cinco del final del partido. Con este resultado, los de Curitiba accedieron a la segunda instancia del certamen continental gracias al 3-0 que obtuvo en la ida.

Newell’s fue el que manejó las acciones de punta a punta y ganó con justicia. Incluso, debió hacerlo por una diferencia superior al gol de ventaja que finalmente consiguió. Con una gran actuación de Fertoli y el poder de fuego de Leal, puso en jaque a los de Fernando Diniz, que en Brasil se habían floreado ante una verdadera sombra.

Pese a haberlo buscado desde el principio sin tantas luces, recién a los 36’ pudo ponerse en ventaja y traducir su dominio en el marcador: en una contra, Fertoli le dio un pase bochinesco a Leal, que corrió directamente contra el arquero Santos y definió de manual para el 1 a 0.

El gol fue un mazazo para la visita, que resignó definitivamente la pelota y le cedió el terreno a la Lepra. Newell’s se adelantó en el campo y tuvo las riendas del encuentro hasta el final, minimizando a un adversario muy calificado, que sólo perdió una vez desde que llegó Diniz a la dirección técnica.

En el complemento, nada cambió. Y a los 20’, después de que el local dilapidara algunas acciones propicias para el segundo (como la que falló Figueroa tras un sprint de locos de Fertoli desde mitad de cancha), Leal metió un cabezazo en el área y estampó el 2 a 0. Las ilusiones crecían al calor del funcionamiento colectivo.

Un ratito después, llegó la que pudo ser la jugada de la noche: Figueroa le metió un centro filtrado a Leal, y el testazo de la Pantera se fue a centímetros del poste derecho de Santos. De haber entrado, la historia habría cambiado.

Pero no hubo lucidez en el tramo final para golpear de nuevo. Y cuando el tiempo expiraba, a los 40’, uno de los pocos ataques brasileños fue canjeado por gol por Nikao, que sentenció la historia ya que a la Lepra le faltaban otros tres gritos más.

Con el pitazo final, los hinchas le regalaron al plantel una ovación calurosa y merecida, que se fueron con la frente en alta pese a la eliminación. La hinchada se marchó con la certeza de que De Felippe parece ir por el buen camino. Sobre todo en casa, donde ganó todo lo que jugó (salvo la caída ante Independiente). (Rosario 3)