Gran concurrencia a la Feria del Libro durante el fin de semana

Charlas, presentaciones y paneles se colmaron. Los stands no sólo convocan a un gran público, sino que se vende mucho más de lo esperado. Puro optimismo.

Por Silvina Dezorzi/La Capital

Una multitud desfiló este fin de semana por la plaza Montenegro y en ciertos horarios aguardó su turno con paciencia en larguísimas colas para lograr entrar a la Feria del Libro. De hecho, sus organizadores —la Municipalidad y la Fundación El Libro— estimaron que sólo entre los tres días del feriado largo unas 50 mil personas se sintieron convocadas por la nutrida programación o simplemente se dedicaron a hojear, disfrutar y comprar ejemplares de los géneros más diversos. Cada día tuvo sus platos fuertes y los de ayer fueron la presentación de «Textualidades», la última publicación del periodista Víctor Hugo Morales, aclamado como un «star», y las mesas de diálogo «Educación sexual integral para decidir», donde el proyecto de legalización del aborto se sumó a la agenda, y «Literatura infantil», con el imán habitual del escritor para chicos Ricardo Mariño.

Ante la caída del 30 por ciento en la venta de ejemplares que se registra en los dos últimos años (un fenómeno al que aludió en la presentación formal de la feria el vicepresidente de la Fundación El Libro) a los responsables de los 40 stands y 15 librerías de la ciudad que participan del evento en el Centro Cultural Fontanarrosa lo que más los sorprende es que se está vendiendo «muy bien», «mucho más de lo esperado».

Más allá de los géneros y temáticas de los libros, el común denominador parece ser «el entusiasmo de la gente», contó Gladys, al frente del puesto de la Cámara Argentina del Libro. «Es una locura, la respuesta es excelente», afirmó, para aclarar que Rosario gana en la comparación con otros eventos similares del país. «La gente se muestra interesada, nos agradece haber vuelto con la feria después de diez años», dijo, en lo que definió como «todo un éxito y no sólo en la faz comercial».

El stand que la librería Homo Sapiens comparte con varias editoriales era una romería. Según contó desde allí Pablo Pérez, los títulos más vendidos vienen siendo «Putita golosa», el último de la periodista especializada en temas de género Luciana Peker; «Filosofía en 11 frases», del filósofo Darío Sztajnszrajber; «No pidas nada», del periodista y escritor rosarino Reynaldo Sietecase, y el juveniI «Caos», de Magalí Tajes.

El balance halagüeño fue compartido incluso por sellos más exquisitos o menos comerciales (por ejemplo, por el stand donde conviven la editorial rosarina Beatriz Viterbo, Adriana Hidalgo Editora y Eterna Cadencia), máxime si se recuerda que las ferias del libro no son lugares frecuentados tanto por lectores consuetudinarios como por un público más ávido de novedades.

De hecho, en el espacio de La Técnica admitieron que lo que más estaban vendiendo eran best sellers. «La verdad es que no nos podemos quejar», dijo la encargada del stand.

Uno de los grandes impulsores de la feria y dueño de Homo Sapiens, José «Perico Pérez», no ocultó su satisfacción. «Creo que con esto la gente del mundo del libro salda una deuda con Rosario, que volvió a tener su feria, y esperamos que se repita todos los años». La «gran sorpresa», dado el momento del país, «es que la gente compre tanto».

El auditorio del Fontanarrosa estuvo varias veces colmado. Por ejemplo, con Víctor Hugo Morales, a cuyo encuentro fueron unos 600 fans; con el panel de «Educación Sexual Integral para decidir», donde sonaron fuertes las palabras de la decana de Filosofía y Letras de la UBA, Graciela Morgade, planteando que la legalización del aborto es un nuevo gran aporte que debe sumarse a la «construcción permanente» de esa ley, y con la mesa de diálogo donde padres y chicos fueron a deleitarse con Mariño, el entrañable escritor de cuentos infantiles.

No debe pasar desapercibido un detalle: que el ingreso a la feria local, a diferencia de la porteña, es gratuito. (Silvina Dezorzi/La Capital)