La delgada línea roja de los números

Juan Manuel Cobelli hasta hace unos meses era casi un desconocido para la enorme mayoría de los hinchas. Se sabía, como mucho, que estaba jugando a préstamo en algún otro lugar pero nada más.

Por esas cosas de la vida (y del fútbol) el rubio delantero volvió a la lepra tras su préstamo en la segunda división de Chile este verano. Archiconocida es la historia que tuvo nuestro Club para traer a Claudio Bieler, quien finalmente llegó con la pretemporada casi terminando.

Ante la ausencia de centrodelanteros en el plantel que pudieran asumir la titularidad, la Comisión Directiva junto al DT Roberto Sensini decidieron retener a Cobelli y mandarlo junto al resto a Mar del Plata. Juan Manuel hizo toda la preparación allí normalmente y llegó a Rosario para los amistosos previos siendo el principal nueve de Sensini.

Una vez que arribó Claudio Bieler, Cobelli pasó al banco de suplentes, aunque relegando a todo el resto de juveniles que pudieran haber tenido alguna oportunidad. Son los casos de Daniel Salvatierra (21 años), Maximiliano Velasco (20), Maximiliano Urruti (20) o hasta el muy joven Cristian González (17). Obviamente, en el medio estuvo el caso de Sebastián Taborda, quien ante su contundente fracaso quedó fuera de consideración.

Cobelli, quien usa la casaca 15, sorprendió a todos con sus dos goles en las primeras fechas. Ante Estudiantes la metió abajo del arco es cierto, pero contra Lanús nos dio los tres puntos con un buen remate de media distancia. A partir de ahí, el jugador creció en sus posibilidades de competir por un puesto en el equipo, independientemente que Claudio Bieler también lleva por el momento bastante buenas actuaciones.

El contrato de Juan Manuel Cobelli vence el 30 de junio de 2011 y si no renueva queda libre con el pase en su poder. Pocos hubieran imaginado que a esta altura sería un futbolista a tener en cuenta. Lo cierto es que sólo con dos goles ya no es un delantero más y es necesario para el Club renovarle para en un futuro poder usufructuar de una eventual venta.

Como toda negociación hay dos intereses en pugna; el jugador que pretende cobrar un salario superior al actual y la tesorería de Newell’s que quiere gastar lo menos posible. Ambas posturas parecen razonables, lógicamente.

Pero al parecer no es tan simple y habría algunas diferencias sin solucionar. Quien maneja a Juan Manuel es su propio hermano, el ex delantero de Newell’s Sebastián Cobelli. A la prensa, él declaró que “yo no quiero hacer negocios con mi hermano, que el negocio lo haga el club. Yo quiero que él esté tranquilo, jugando en Newell’s con un buen contrato”. Sebastián agregó que “el que está contra reloj por la firma del contrato es Newell’s, no nosotros”.

Según amplió, Juan Manuel (respecto de su ausencia en el banco con el rojo) “estaba molesto, pero no por la decisión de dejarlo afuera del banco, sino porque ya estaba recuperado y esperaba ser tenido en cuenta para este partido”. Para terminar, Sebastián sostuvo que “en el verano Juan tuvo una oferta de Inglaterra, y ahora tiene otra para ir a jugar a la segunda división de Italia. Yo le aconsejé que trate de consolidarse primero en Newell’s, y que después busque una transferencia a Europa cuando sea un futbolista hecho”.

De parte de la CD, el tesorero Jorge Ricobelli afirmó que “tenemos la voluntad de renovarle el contrato a Cobelli, pero no le vamos a pagar una locura. No es práctica de esta dirigencia influir sobre el cuerpo técnico por una situación contractual de un jugador, creo que ya lo hemos demostrado”. En tanto Gustavo Dezotti señaló que «estamos hablando por la renovación de contrato. Está la posibilidad de que se quede con nosotros y estamos conversando con su hermano. Tenemos tiempo. Es un chico de la casa y quiere quedarse con nosotros».

En principio, de un lado hubo declaraciones un poco más fuertes que del otro. Es claro que los Cobelli quieren protegerse y aprovechar el buen momento futbolístico de Juan Manuel. No es nada extraño ni condenable.

Desconocemos cuánto cobra hoy Cobelli y cuánto quiere cobrar. No sabemos si pide algo razonable o no. Lo único que pretendemos es que las partes se pongan de acuerdo lo antes posible, porque Newell’s no puede darse el lujo de desperdiciar ni un centavo de su patrimonio, ni tampoco de perder a un buen valor futbolístico en la actualidad.

Racionalidad, antes que nada.

La incorporación dudosa

En el medio de todo esto, surge una duda importante. Sergio Oscar Almirón, ¿era una incorporación imprescindible para la actualidad del plantel? ¿Acaso no confronta esto con el proyecto de darle lugar de a poco a los juveniles?

Es muy probable que Almirón tenga un contrato muy poco costoso para el Club, además que vino sin cargo, con lo cual patrimonialmente no habría objeciones que formular. Donde sí surge la inquietud es en el aspecto futbolístico. Sin grandes pergaminos, Almirón nadie sabe si es más o menos que los jóvenes delanteros leprosos surgidos de inferiores.

Ojalá lo sea, para no repetir la experiencia de Taborda. Así como en su momento Boghossian y Achucarro fueron enormes aciertos, que dieron a Newell’s fabulosos resultados, queda la duda si préstamos como el de Almirón son redituables o no.

Ojalá lo sea y nuestras dudas hayan sido injustificadas. (elrojinegro.com)