Tras seis meses de agonía, falleció Norma, la madre de Milton César

Violencia y narcotráfico. El 28 de mayo rociaron con tiros a los ocupantes de una camioneta para vengar el crimen de Claudio «Pájaro» Cantero, líder de Los Monos.

La noche del viernes, tras permancer poco más de seis meses postrada y cuadripléjica, murió Norma César, la mujer de 50 años que el 28 de mayo pasado había sido víctima junto a parte de su familia de un atentado a balazos que tuvo por finalidad vengar la muerte de Claudio «Pájaro» Cantero, el líder de la banda de Los Monos asesinado dos días antes. Milton, uno de los hijos de Norma, fue mencionado como presunto autor de ese crimen y se presume que hacia él fue dirigido el mortal ataque. Pero Milton no estaba allí. Quienes pagaron el alto costo fueron su hermano Nahuel, su amigo Marcelo Alomar, ambos muertos en el acto, y ahora su propia madre. Anoche, la mujer era velada en una cochería de la zona sur de la ciudad mientras los abogados realizaban ingentes gestiones para que a Milton le permitan salir de su celda de la alcaidía de Jefatura para darle el último adiós a su madre, decisión que estaba en manos del juez de Instrucción Luis María Caterina quien lo imputa por portación de armas de uso civil.

Desde aquel fatídico 28 de mayo, Norma César estuvo internada en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez. En la sala de terapia intensiva y con una cuadriplejia irreversible, la mujer «sólo movía sus ojos», dijeron quienes la vieron. El miércoles pasado sus familiares pidieron que la trasladaran a su domicilio de zona sur. «Fue allí que una fuerte descompensación motivó que la reingresaran al Heca durante las primeras horas de la noche del viernes», confió una fuente del centro asistencial. El mismo vocero contó que «la complicación fue del tipo cardiológico, típica de los pacientes cuadripléjicos que son de alto riesgo». Y recordó que «a César la cuadriplejia se la produjo una bala en la columna vertebral, a la altura de las cervicales, y a mediados de semana se fue a su casa respirando bien aunque su cuadro era el mismo».

Sin piedad. Alrededor de las 17 del martes 28 de mayo dos hombres que circulaban en una moto descargaron una andanada de unos 30 disparos contra una camioneta Nissan negra, patente GMD658, que esperaba la luz verde del semáforo en la esquina de Acevedo y avenida Francia, frente al Centro de Distrito Municipal Sudoeste. El vehículo era conducido por Marcelo Alomar, de 33 años, quien murió en el acto; y junto a él viajaba Nahuel César, de 24, quien también perdió la vida en ese instante. En el asiento de atrás iban Norma César y su concubino, Claudio Hernández, de 50 años, quien resultó lesionado. También estaban los dos pequeños hijos de la pareja, de 7 y 10 años, quienes resultaron ilesos.

Al atacar la camioneta Nissan aquella tarde de mayo, los sicarios sabían hacia quiénes iban dirigidas sus balas. En ese vehículo viajaban familiares directos de Milton César, el joven que por entonces era sindicado por los investigadores policiales y judiciales, y también por la familia Cantero del barrio Las Flores, como el ejecutor material del crimen de quien fue hasta el domingo 26 de mayo el líder de la banda de Los Monos, Claudio «Pájaro» Cantero. Claro que por ese episodio, meses después Milton obtuvo la falta de mérito. Igual suerte tuvo por su vinculación con el asesinato de Martín «Fantasma» Paz, ocurrido en septiembre de 2012 y disparador de una megacausa judicial que apunta a desbaratar las bandas narcocriminales de la ciudad.

Bajo la lupa. Si la vida de Milton fuera una larga tira de negativos fotográficos, el muchacho de 23 años aparecería en varias escenas: en octubre de 2010 fue detenido en la zona sur de la ciudad por un pedido de captura emitido por el juzgado de Instrucción Nº 4 en una causa por robo; en 2011 lo apresaron por el asalto que sufrió el ex ministro de Justicia de la provincia, Héctor Superti, en su casa. Pero terminó desligado por falta de pruebas en su contra. En junio de 2012 apareció baleado frente al boliche El Elegido como se llamaba por entonces el local donde en mayo asesinaron al «Pájaro» Cantero. Aquella madrugada un tiro le fracturó la mandíbula y le lesionó la tráquea.

Milton también estuvo vinculado en el ataque contra Matías Jesús P., un pibe de 16 años baleado el 27 de abril del 2012 en Esmeralda al 3700, y en el crimen de Daniel «Caballo» Alcaraz, ocurrido el 10 de mayo del mismo año y finalmente se lo sindicó como el brazo armado de Diego «Tarta» Demarre, dueño del boliche frente al cual mataron a Cantero. Ese hombre fue asesinado a balazos el mediodía del lunes 27 de mayo en la esquina de su casa de bulevar Seguí y Maipú, en un ataque cuya mecánica fue idéntica a la que le costó la vida a Nahuel César, a Marcelo Alomar y a Norma César.

Presos y acusados. Por el feroz ataque a los César, el 8 de octubre fueron detenidos Walter Sauco, de 25 años; su hermano Mauricio, de 24; y Cristian Martínez, de 25. Les imputaron haber cometido el atentado «bajo órdenes y por precio o promesa remuneratoria» del grupo Cantero como venganza por la muerte del «Pájaro». A los hermanos Sauco se les imputó, además, la portación sin autorización de un revólver calibre 38 hallado en su domicilio de Vera Mujica al 4500.

Según la defensa de los hermanos Sauco, a cargo de José Luis Abichaín Zuaín, sus clientes nada tienen que ver con el mortal atentado (ver aparte). «Ambos son albañiles. Mauricio no tiene antecedentes y el otro estuvo implicado aunque luego sobreseído en la causa por la balacera contra un micro con hinchas de Newell’s que culminó con la muerte del chico Walter Cáceres, de 14 años, el 4 de febrero de 2010».

En cuanto a Martínez, afincado en Francia al 4500, el abogado dijo que al momento de ser detenido era empleado de una importante empresa de la zona. Los tres fueron indagados y uno a uno negaron las imputaciones frente al juez Gustavo Pérez de Urrechu y la fiscal Cristina Herrera. (La Capital)