Nunca sacó los piés del plato

Se fue el Turco Obeid. Como buen peronista-pejotista pasó por todas sus corrientes internas, pero nunca sacó los piés del plato. Fue Montonero, Menemista, y en la última etapa de su vida, Kirchnerista.

Para algunos compañeros de la Juventud Peronista Regional N° 2, su ruptura con Montoneros y su lealtad a Perón, lo convirtieron en traidor, por eso fue condenado a muerte por la organización. Para la derecha peronista, u ortodoxia, se trataba de un simple asesino que ponía bombas y mataba policías en los años setenta, sindicándolo como uno de los autores del atentado del 12 de Septiembre de 1976 a un colectivo que regresaba de la cancha de Central causando la muerte de nueve policías y de un matrimonio que circulaba por el lugar con su pequeña hija, que resultó herida.

La misma izquierda setentista (o el resabio de ella) sumada al deseo malogrado de victoria del justicialismo santafesino, fueron quienes lo buscaron en su retiro político para encabezar una nueva elección. Le fue mal en octubre -muy mal- al peronismo regional, quedando relegado a ser la tercera fuerza política de la provincia. Esta fue la última realidad que le tocó vivir al ingeniero, que fue peronista hasta el último día de su existencia.

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Antonio Abbatemarco

Director de Cuna de la Noticia