Trabajadores de Petra ya venden mobiliario

Recibieron autorización para enajenar útiles del restaurante como parte de las indemnizaciones.

“Cuando terminemos de vender todo, nos vamos. Ya no aguantamos más”, se sinceró Horacio Leiva, uno de los 22 trabajadores de Petra que de un día para otro quedaron a la deriva. Ayer, tras una nueva audiencia, la tercera, en la sede local del Ministerio de Trabajo de la provincia, lo único que quedó en claro es que el conflicto en el emblemático restaurante de Pellegrini al 1400 sigue sin solución a la vista. O, mejor dicho, sin que los propietarios se hagan responsables de la continuidad laboral o de los empleados o de afrontar las indemnizaciones que les corresponden. En ese marco, los trabajadores recibieron autorización para vender mobiliario y acercarse, peso a peso, a los “entre 300 mil y 400 mil pesos” que según el gremio gastronómico cubriría la deuda patronal con todos los trabajadores. Antes de que terminara la jornada, ya habían vendido 25 mesas, 100 sillas y una bacha. Y hoy continuarán con el intento.

“Yo no quería esto. Yo peleé por la indemnización, porque paguen lo que nos corresponde y listo. Y que todo esto quede acá. Ahora tenemos otro problema más”, lamenta Gabriel, uno de los empleados que desde hace 25 días mantienen la ocupación del ahora oscuro y caluroso local, que hasta hace un mes era una enorme vidriera que desbordaba de comensales día y noche. “Yo me quiero ir, tengo que conseguir trabajo. Y ahora estoy clavado acá hasta que se venda todo esto”, insiste Gabriel, señalando hacia el fondo del restaurante.

Para Leiva, empero, la posibilidad fue un paso adelante. “Lo que nos corresponde son 380.000 pesos. Y de lo que saquemos vendiendo esto, el dueño del local se comprometió a costear lo que falta. Hay 300 mesas y 300 sillas, 3 cámaras frigoríficas, 4 enfriadoras de botellas, 2 cocinas industriales. Y hay exhibidoras, platos, cubiertos manteles…”, enumera el trabajador. Y explica que todo se hace por escrito, y que el dinero se va a depositar en una cuenta, “para que todo sea transparente”.

Leiva confía en que los empleados de Petra se podrán ir con la indemnización en el bolsillo en poco tiempo. “La gente está cansada”, dice. Y marca que con la primera venta pudieron reunir 35.000 pesos. El problema es que ahora les falta 10 veces esa cifra.

Final de juego

“No, acuerdo firmado no hay. Y hay dos caminos posibles: uno es que venga una persona a hacerse cargo, y todos sigan trabajando. Y si no, pagar las indemnizaciones. Pero no hay ni una cosa ni la otra. Si hubiera habido buena voluntad, esto ya se hubiera solucionado”, marca por su parte el secretario Gremial de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de Rosario, Sergio Santos Ricúpero.

A pesar de la descripción, el dirigente sindical de los gastronómicos calificó como “un avance” la audiencia de ayer, y también la autorización para vender mobiliario. Pero no dejó de mencionar que la caída de Petra ya venía de antes y que “la gran falla fue el contralor del Estado”. Por caso, Ricúpero hizo hincapié en que los empleados más antiguos de la casa de comidas ya no formaban parte de la planta, y que de los 22 trabajadores “doce eran nuevos” cuando se concretó el abandono, como planificando un escenario menos hostil.

Si se trataba de un final cantado, lo cierto es que no lo fue: cansados, malhumorados y todo, la guardia en el local de avenida Pellegrini se mantiene a rajatablas. Y con respuesta: en el frente hay una mesa con una alcancía, una birome, papeles para firmar en apoyo a los trabajadores. Y en uno de los mostradores se ven paquetes de yerba, latas, alimentos. “Más de cien personas por día pasan y firman”, dice otro de los empleados de Petra. Lo cierto es que, firmen o no, colaboren o no, nadie pasa y sigue de largo.

Sabor a pelea

“Las partes estuvieron conversando sobre la continuidad laboral, aunque no se llegó a ninguna solución al tema”, lamentó el ministro de Trabajo, Julio Genesini.

En este sentido, el titular de la cartera laboral provincial señaló que los responsables del local gastronómico y los trabajadores quedaron en continuar con el diálogo. De acuerdo a lo que dijo el funcionario, durante la audiencia las partes hablaron sobre diversas posibilidades, pero las solución siguió sin aparecer. “En función de los resultados de las nuevas audiencias, si es que se convoca a una, será el accionar de la parte ministerial”, concluyó Genesini.

Respecto de la venta del mobiliario y los útiles que los empleados comenzaron a hacer ayer por la tarde, el ministro explicó que “posiblemente se trataría de un arreglo entre los trabajadores y los responsables del negocio”, ya que en la audiencia llevada a cabo a la mañana, las partes “no habían llegado a ningún un acuerdo”.

(El Ciudadano)